[*IBM}– Anécdotas y personajes: Enrique Novella / Juan Fermín Dorta

23-09-10

Juan Fermín Dorta

El que conoció a Enrique Novella (Quique), analista de sistemas, recordará su mirada de medio lado; la mano izquierda siempre apartando un mechón rebelde; la peste del cigarrillo hecho del tabaco negro más fuerte que te imaginas, cigarrillo que blandía en la mano que tuviera libre; su afán desinteresado en ayudar, sin fecha en el calendario; y sus respuestas cortantes pero certeras.

Como analista, el «endevido» tenía entre sus clientes favoritos a uno que yo atendía como vendedor: un importante grupo financiero a cuyo jefe de computación daremos el nombre clave de 3M.

(Enrique Novella)

La «aneda» —pues por lo chusco no merece llamarse anécdota— arranca cuando Novella toma unas vacaciones y no se me ocurre sino enviarle a 3M otro analista lo más parecido a Enrique: fumón, fuerte acento hispano, vocabulario de carretero valenciano, algo tosco en los gestos, etc.

El mismo Quique contaba que cuando llegaba al cliente en moto —cosa rara para la época— tiraba el casco en el escritorio de 3M, prendía un apestoso cigarro negro y le espetaba algo así como un: «Bueno, ¿cuál es la vaina hoy?». Y así se entendieron ellos por años.

La cosa es que cuando el suplente —el de fuerte acento español, etc.— llega al cliente, 3M manda un SOS en que me dice: «Sácame a esta bestia grosera, pero ¡ya!».

Salgo corriendo, y apenas llegando le pregunto a 3M:

—Pero, ¿puedes decirme que pasó? El tipo es español como tú, etc.

—Sí, de acuerdo contigo: habla como Enrique, fuma como Enrique, se expresa como él, pero yo lo siento pasado de grosero—contesta 3M.

—Pero, ¿quién te entiende? Reconoces que hasta se parece a él…»—, le argumento, pero no me deja terminar.

—¡Pero es que a Enrique le queda bien!

—¡No me jorobes, 3M!

Y entre risas se acabó el problema.

Esta fue una anécdota que contamos, dramatizada y todo, delante del jefe de Enrique Novella y de otros personajes de la Sucursal Finanzas, y que se hizo famosa.

Enrique: no lo sabes, pero en los cursos de autoestima que doy, al llegar a temas de empatía y asertividad sale esta entrañable anécdota. Y me produce recuerdos de cuando éramos felices y no lo sabíamos (F. Lacoste dixit).

Juan Fermín Dorta

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Andrés Stanislas

Nació en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Hombre de inteligencia y de una vasta instrucción, fue uno de los fundadores de El Diario de la Marina de La Habana y de otras publicaciones de merito.

Llegó Stanislas a La Habana hacia el año de 1837, aún muy joven, desde cuya fecha vino colaborando con grande inteligencia en los principales periódicos políticos y literarios de esta ciudad, al lado de los jóvenes más eminentes de aquella época, como eran los Zambranas, Mendive, Fornaris, Costales, Palma, Romay, etc.

Era miembro de varias sociedades científicas y literarias, falleció siendo querido y respetado de sus numerosos amigos y admiradores en la redacción del referido diario, donde había prestado importantísimos servicios durante esa larga serie de años.

[*FP}– Del baúl de los recuerdos de IBM: 1972 (1) – Desayuno en el hotel Tamanaco

El año 1972 me ha resultado prolífico en fotos, y de ahí el ‘(1)’, pues ésta es la primera de las dos entregas previstas hasta ahora.

Las fotos —tomadas durante un desayuno habido en el hotel Tamanaco (Caracas) para, por lo visto, entrega de premios ganados durante 1971— han sido cortesía de Roberto Alibardi o Leonardo Masina.

La resolución no es muy buena porque, excepto la última, fueron sacadas de una revista IBM de ese año cuya impresión tampoco es muy buena.

En todas las fotos, y como de costumbre, menciono los nombres de izquierda a derecha,… y ¡qué maravilla! ¡¡Esta vez no hay ‘?‘!! Sólo estaba la ‘X’ del nombre de quien creí de apellido Wong, pero ya José Padrón me dio el nombre completo y correcto: Wing Hung.

***oOo***

Foto 1. Un grupo de premiados durante el desayuno. Luego va en tres partes y con los nombres.

19720200=Desay. Tamanaco - Gpo. Leo Eladio Covelo Borges Sorando Almeida

~~~

Foto 1a.

clip_image004

Leonardo Masina, y Eladio Oliva.

~~~

Foto 1b.

clip_image006

Salvador Covelo (qepd), y Enrique Borges.

~~~

Foto 1c.

19720200=Manuel Sorando, Carlos Almeida-Desay. Tamanaco-Leo Manuel Sorando, y Carlos Almeida.

***

Foto 2.

19720200=Andrés Armas, Sergio Gil -Leo

Andrés Armas, y Sergio Gil.

***

Foto 3.

clip_image012

Carlos Domínguez, y Jaime Trillas (qepd).

***

Foto 4.

clip_image014

Ernesto Villamor, Jaime Trillas (qepd) , y Rogelio Edreira.

***

Foto 5.

clip_image016

Guillermo Fuenmayor, y Jaime Trillas (qepd).

***

Foto 6.

clip_image018

José Monque, y Manuel Peña.

***

Foto 7.

clip_image020

Juan Pablo Díaz, Jaime Trillas (qepd), y Rogelio Edreira.

***

Foto 8.

clip_image022

Juan Pablo Díaz, y Rolando García.

***

Foto 9.

clip_image024

Julio César Viera (qepd), y Rafael Colina.

***

Foto 10.

clip_image026

Marilyn Calvache.

***

Foto 11.

clip_image028

Rafael Mora, y Carlos Ocando.

***

Foto 12.

clip_image030

Rafael Mora, y José A. Díaz.

***

Foto 13.

clip_image032

Renzo Ragazzoni.

***

Foto 14.

clip_image034

Roberto Alibardi, y Jaime Trillas (qepd).

***

Foto 15.

clip_image036

Rolando García, Jaime Trillas (qepd), y Rogelio Edreira.

***

Foto 16.

clip_image038

Salvador Covelo (qepd), y Rebeca Perli.

***

Foto 17.

19720200(P)=Leo Masina, Wong, Régulo Pérez -Leo

Leonardo Masina, Wing Hung, y Régulo Pérez (qepd).

~~~

COMENTARIOS

Wilfredo Pérez
Hola. Soy el hijo de Régulo Pérez. Me gustaría tener más fotos de él, si las tienen. Gracias

Vicencio Diaz
Interesante observación; veo que te acercas a la verdad. El hombre no es hardware, tampoco software, sino ambas cosas, las cuales se deben de relacionar equilibradamente para que la vitalidad del conjunto se mantenga. Es el alma y el cuerpo, es el odre y el vino, es el espíritu y la carne.

Erradamente el hombre ha llegado a pensar que un pellejo sin vino puede durar, y es mentira, pero es lo que el hombre ve. Cuando por esas maravillas del tiempo al hardware humano se le conectó un cable por donde comulgar con otro ambiente, el hombre descubrió que no estaba solo; como una CPU rodeada de I/Os cuyo único destino es desgastarse irremisiblemente a pesar de todo el PM que le hagan. Pero a una CPU sola, sin vestido de ninguna especie, nadie la ve, estando viva está muerta, es pura pérdida. Es como un varón sin una hembra, es como un Xristo sin su iglesia, es como un dios sin su creación y sin hijos.

Leonardo Masina
Hola. Vicencio. Ya no me parezco tanto a esas fotos, pues después de años la carrocería no sigue siendo la misma, aunque el espíritu sí es el mismo, y eso es lo más importante. Además, doy gracias a Dios porque me sigue conservando una excelente memoria, y al leer y ver a todos estos amigos que se asoman al blog de Carlos siento como que el tiempo no hubiese pasado.

Muchísimos recuerdos y anécdotas han vuelto a mi mente, y eso me hace sentir joven, que es lo que más importa; la carrocería es lo de menos, lo importante es el motor. Sigo siendo como la 1130: los I/O, una mierda, pero la CPU una maravilla.

Vicencio Diaz
Ese cuento pasó para mi desapercibido a pesar de que fui testigo. Quien se encargó de ponerlo de manifiesto fue el mismo Antonio, quien debió ser impactado de tal manera que cada vez que se hablaba de Wing, contaba la historia.

En cuanto al porqué creo que era chino, es por aquello de callado, astuto y paciente. Fue mi compañero y creo que fui el motivo de su salida de IBM; no lo sé, pero espero que, según los comentarios que he escuchado, haya sido para su bien.

Por cierto, hablando de Antonio, luego de su retiro se instaló en Mérida, donde estar bien frente a “Las Cinco Águilas Blancas”, del otro lado del Albarregas, y me contaron, aunque no sé si fue un chiste, que, dentro de los límites amurallados de su casa, se puso a armar el velero de sus sueños. Me pregunto si terminó el velero y, en caso de que lo haya terminado, cómo lo bajó al lago, ¿por el Chama?

Yo sé que los técnicos que trabajaron en Maracaibo, allá por la década de los cincuenta, hacían cosas como desarmar las máquinas de la Shell, colocarlas en un camión y traerlas para Caracas, en un trayecto que a velocidad de burro tomaba casi una. Pienso que Antonio ha podido usar esa experiencia para bajar el velero, lo que doy como un hecho, pues, que yo sepa, todo lo que a ese hombre se le metió en la cabeza, lo logró. Creo que si aquel era chino, éste era andaluz.

CMP
En respuesta a Vicencio Diaz.

Vicencio, ¡te la comiste con este cuento de Parravano, Wing y la cadena de impresión!

Pero hay algo que me intriga, ¿cómo se te ocurre creer que Wing es chino? Smile

Vicencio Diaz
Simpática la foto, y así recuerdo a Leonardo. Espero que te sientas así.

De Régulo tengo muchos recuerdos. Cuando el cambio de frecuencia para la interconexión de las subestaciones nacionales con la red de EDC, él era técnico de CaFreCa.

De Wing Hung recuerdo muchas cosas, en particular mi primera TV a color, de 2X pulgadas, que fui a buscar a su casa. Callado, astuto, paciente. Creo que era chino.

De un curso de 2821 y 1403 que tomamos con Antonio Parravano recuerdo una anécdota que habla de esa sabiduría oriental que no tenemos. Armaba Antonio la cadena de impresión, con todo conocimiento y arte, cuando Wing le interrumpe:
—Sr. Antonio,…
—Espere un momento—, le contestó Antonio.
—Sr. Antonio—, insistió el chinito, con voz firme pero baja.
—Espere un momento—, le repitió Antonio.

El chino, paciente al fin, no siguió insistiendo y esperó el tiempo que le dijeron.

Terminada la operación del armado de la cadena, Antonio notó que no funcionaba bien como debía, y fue entonces cuando Wing Hung le mostró a Antonio una pieza, parte del ensamblaje, que Antonio no había usado.

Leonardo Masina
¡Correcto, José! Buena menoria; mejor que la mía.

CMP
En respuesta a José Padrón (El Técnico).

Gracias, José. Ya hice la corrección.

José Padrón (El Técnico)
Carlos, no es Wong, se trata de Wing Hung, quien ahora está en Margarita como comerciante.

Fue uno de los técnicos de la /360-50, y existen muuuchas anécdotas de su paso por IBM.

Lo vi hace un par de años; estuvimos conversando más de 4 horas y nos pareció un ratico.

CMP
En respuesta a Alexis González Viera.

Gracias, Alexis, por tan emotivo mensaje y tan buenos deseos hacia mí.

Hacer eso que alabas me resulta placentero precisamente por lo que dices: porque nos une, revive sentimientos por tiempo dormidos, y restablece relaciones que casi habíamos olvidado.

Lo que me motiva a hacerlo es lo que ya he escrito en el blog y que repito ahora aquí: «Hay hechos que, cuando hago retrospectiva, me producen una mezcla de desasosiego, amargura y frustración al caer en cuenta de que nunca más he sabido de las personas que en ellos pasaron fugazmente por mi existencia pero que, como si de objetos celestes lanzados a gran velocidad se tratara, me rozaron y desviaron mi trayectoria de forma drástica e irreversible. Me parece injusto el no contar con un medio que me permita volver a ver a esas personas, bien sea para darles las gracias o para hacerles saber cómo influyeron en el curso de mi vida».

Pues bien, éste del blog es el medio que he encontrado para hacer saber, agradecer y reunir.

Gracias de nuevo, y un abrazo.

Alexis González Viera
Realmente, Carlos, debo reconocer que esta labor que te has impuesto tú solo es de un gran significado para todos los que hemos formado parte de esta maravillosa familia de empleados de IBM de Venezuela.

Es posible que tú, a través de todo este mundo informático, seas el punto de unión de esa nuestra familia. Nos traes alegrías, tristezas, emociones,… en fin, todo lo que forma parte de nuestras vidas y, lo más importante, que mantiene vivos nuestros mejores momentos y nos hace saber que hay personas que hemos dejado de ver o frecuentar, y el ver sus fotos revive los sentimientos de cariño y amistad que están guardados en nuestros corazones.

Dios te dé siempre este espíritu de armonía y perseverancia y, sobre todo, mucha salud para mantener unida a esta gran familia.

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

Gracias, Loe. Ya lo corregí.

Me hubieras dicho “carajitos” y habríamos terminado antes. Smile

Leonardo Masina
Foto 13. El apellido correcto es Ragazzoni.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: A mi tierra

A MI TIERRA

Si en los tiempos quo triste ves pasar,
algún hijo te vende y te aniquila,
en cambio alguno tienes que vigila
por tu suelo bendito sin cesar.

Aquél busca tu apoyo en su anhelar;
pero tu nombre en el olvido oscila,
después que le has servido y que tranquila
confiabas no te fuera a traicionar.

Mas tú, cual buena madre, has de querer
a aquél que tiene afán por encumbrarte,
compadeciendo al vil que rebajarte
ha querido, faltando a su deber.

Aquél que de su madre es enemigo,
¡en el pecado encontrara el castigo!

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos: La impresora IBM-632,… con elásticos / Sergio Stecca

23-10-10

Sergio Stecca

Antes de contar la anécdota que sigue se requiere de una breve descripción del equipo involucrado: una IBM-632 que, en su máxima configuración, estaba compuesta por estas tres unidades:

1) Lectora de tarjetas de 80 columnas

Aparentemente fue un cambio de ingeniería de la perforadora/verificadora de tarjetas de 80 columnas.

Esta máquina se programaba mediante una tarjeta perforada que se colocaba en un tambor y que circulaba en forma sincronizada con las tarjetas de datos que leía.

Entre otras cosas, el programa del tambor definía la ubicación de los campos a leer y el arranque o paso de control de la máquina de escribir o la perforadora de tarjetas.

2) Máquina de escribir IBM estándar

Contaba con un teclado auxiliar numérico, y se programaba mediante una cinta mylar, de plástico, que se desplazaba en orden inverso al carro de la máquina.

En tal cinta se hacían perforaciones que definían el comienzo de los campos, el tamaño y características de los mismos, los cálculos que se efectuaban entre las 8 memorias de 10 dígitos cada una, y que representaban la capacidad total de memoria de esta computadora. También había perforaciones que daban arranque a la lectora y a la perforadora.

3) Perforadora

(IBM-632)

Era una máquina de perforación o digitación de tarjetas de 80 columnas que, además, recibía instrucciones automáticas desde el programa de la impresora y la lectora, y también mediante una tarjeta perforada de programa que, al igual que la lectora, se colocaba en un tambor. Este programa definía el lugar de perforación de los datos, y las funciones de arranque de la lectora y de la máquina de escribir.

Vale la pena destacar que, aunque los programas de las tres máquinas estuvieran bien hechos, todas ellas podían trabarse si alguna no terminaba exitosamente alguna de sus funciones, o si alguno de los programas perdía la sincronización con otro. Obviamente, no existía compilador que permitiera averiguar la causa de la parada.

La anécdota

Fui a atender una llamada de un cliente que, si la memoria no me falla, se encontraba entre Maracay y Valencia, muy cerca de la autopista. Se trataba de una empresa que, entre otros subproductos, hacía papel toilette.

La llamada era porque hacía falta arreglar un programa que por algún motivo dejó de funcionar. Así que llegué con mi perforadora de cinta mylar, algunas cintas de repuesto, unos cuantos clips y una cajita de fósforos.

Estos dos últimos elementos tenían por objeto el reparar o tapar alguna perforación que erróneamente se le hubiera hecho a la cinta mylar. El procedimiento consistía en sacar desde la perforadora de cinta un pedacito de ella, resultado de perforaciones anteriores, ponerlo cuidadosamente en el huequito que se quería tapar, calentar el clip con un fósforo y, suavemente, derretir hasta fundir la cinta con el pedacito.

Este tipo de reparación estaba prohibida por el Departamento Técnico, y me costó algunas «conversaciones» con Csaba Barany, gerente técnico de AM (Accounting Machines) en ese tiempo.

Grande fue mi sorpresa al percatarme de que había un atado de ligas o elásticos que, por un lado, estaba amarrado al extremo derecho del carro de la impresora, y por el otro a un clavo que se encontraba en la pared más próxima.

Como ya expliqué, el sistema entero se trababa si alguna función no se completaba. En el caso que nos ocupa el carro era de 18 pulgadas; en su parte izquierda había una forma continua de facturas con varias copias, y en su parte derecha otro formulario continuo que era el diario de ventas. El programa debía escribir ambos formularios, a la maravillosa velocidad de 10 caracteres por segundo.

Hay que aclarar que en aquellas máquinas no se movía el cabezal de impresión sino el carro. El peso de los formularios continuos, colgando hasta su respetiva caja, impedía que el carro pudiera regresar adecuadamente cuando la máquina recibía la instrucción correspondiente, y lo que el atado de ligas hacía era colaborar con el espiral de acero flexible que la máquina tenía dentro para tal propósito y que, debido al peso de los formularios, ya tenía la máxima tensión posible.

El atado tendría unas 100 ligas de goma, y la tensión debía estar dentro de un cierto rango pues, de lo contrario, o el carro no regresaba al punto o, sencillamente, no avanzaba al escribir. Por tanto, la cinta mylar tampoco cumplía su función y, en consecuencia, las instrucciones de programa perdían la sincronización con las de las otras máquinas, y el sistema total se trancaba. Era como si en un trío musical dos de los músicos tocaran cumbia y al otro tocara joropo.

Como las ligas se iban estirando con el tiempo y, además, su tensión variaba con la temperatura, el operador tenía un atado de repuesto, pero como ajustarlo a diario le tomaba mucho tiempo, exigía una solución… inexistente.

Y aquí se me ocurrió la GRAN SOLUCIÓN: en lugar de agregar o eliminar ligas del atado, y hacer una gran cantidad de pruebas en las que se estropearían varias facturas, ¿por qué no colocar la Impresora más cerca o más lejos de la pared hasta lograr la tensión adecuada? Y así lo hice.

Aproximadamente un año después tuve que volver al mismo cliente para desarrollar un nuevo programa, y supe que el operador no había reclamado más por el problema técnico de la IBM-632 ya que éste había sido resuelto en forma exitosa y práctica.

Sergio Stecca Battistella

[*Opino}– ¿Con tilde o con acento? ¿Es ‘dalái’ palabra aguda o llana?

En el artículo que sigue, la palabra ‘acento’ la he puesto yo como alternativa a ‘tilde’, pues, al menos en muchos países de América Latina —y sobre todo con el auge de la informática—, ‘tilde’ es el trazo en forma como de ‘V’ con que se señala algo.

En mis tiempos de bachillerato usé siempre, usaron mis profesores, usé yo, y sigo usándola, la palabra ‘acento’ para hacer referencia a lo que ahora, y cuando les parece, llaman ‘tilde’, lo cual confunde al lector.

Por ejemplo, acabo de buscar en Internet y acerca de reglas de acentuación encontré un artículo escrito por un autor de textos escolares, y ahí me tope con esto:

Un texto correcta y completamente acentuado puede ser leído sin ambigüedad por cualquier persona, sea o no hispanohablante….

Si el texto está acentuado es porque tiene acentos, ¿o no? ¿Por qué no dice ‘correctamente tildado’?

Y continúa así:

Me centraré en la descripción de las reglas que regulan la parte de la ortografía conocida como acentuación. Explicaré, por tanto, las reglas definidas por la Real Academia Española para la colocación de la tilde en las palabras.

¿No es lógico que si se usa ‘acentuación’ para definir el conjunto de reglas que regulan cierta parte de la ortografía, se diga entonces ‘acento’ en vez de ‘tilde’? Si quieren imponer ‘tilde’, ¿por qué no hablan de ‘tildación’?

¿Hay en esto de ‘tilde’ y ‘acento’ un problema como el existente ente «ordenador» y «supercomputación»?

Y hay más. En el mismo artículo, en el apartado de anfibología, el autor escribe esto:

… para evitar confusiones, lo que se conoce como anfibología (en caso de que no existiese confusión, podemos prescindir de la tilde):

  • sólo (adverbio equivalente a solamente): Sólo me quieres para eso.
  • solo (adjetivo con el significado de sin compañía): No estés sólo.

Explica cuándo debe acentuarse la palabra ‘solo’, pero en el ejemplo de cuando ‘solo’ es adjetivo —el que resalté en rojo—, lo acentúa como si fuera adverbio: «No estés sólo».

Y en cuanto al artículo que sigue, que me perdone la Fundéu pero, hasta donde sé, la palabra ‘dalái’ no es aguda, es llana. Si fuera aguda se pronunciaría ‘dalaí’.

Carlos M. Padrón

***

21/10/2010

La Fundéu recuerda que dalái lama se escribe normalmente con minúsculas iniciales, por tratarse de un nombre común, y con acento (tilde) en la primera palabra por ser aguda terminada en vocal; su plural es ‘dalái lamas’.

En las noticias en las que se habla del líder espiritual y político tibetano se escribe siempre con mayúsculas iniciales, como se ve en los siguientes ejemplos: «El Dalai Lama visitará el próximo viernes la ciudad canadiense de Toronto»; «El Dalai Lama criticó hoy en Tokio al Gobierno chino por arremeter contra la concesión del Premio Nobel de la Paz 2010».

Según las normas de uso de mayúsculas y minúsculas en español, se recomienda que la denominación ‘dalái lama’ se escriba con minúscula, al igual que el nombre de cualquier otro cargo u oficio, por tratarse de sustantivos comunes y no de nombres propios.

Asimismo, se recuerda que el término ‘dalái’ se escribe con acento por ser palabra aguda terminada en vocal, y añade que el núcleo de la expresión es ‘lama’ (‘maestro de la doctrina budista tibetana’) por lo que el plural sólo afecta a esta palabra: los dalái lamas; el Diccionario académico también recoge la entrada ‘dalái lama’ con minúsculas y acento.

De este modo, en los ejemplos anteriores debería haberse escrito «El dalái lama visitará el próximo viernes la ciudad canadiense de Toronto» y «El dalái lama criticó hoy en Tokio al Gobierno chino por arremeter contra la concesión del Premio Nobel de la Paz 2010».

La Vanguardia

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos: Fotos de 1971. Curso con clientes, y demostración en la Gobernación del D.F.

Foto 1. Tomada durante un curso IBM para clientes. Cortesía de Enrique Novella.

1971=Curso IBM con cltes.-Novella

De izq. a derecha (no incluyo a los de las caras casi invisibles).

1, Luis Martín;  2, Luis Argüello;  (3?);  (4?);  5, Edgar Yéspica;  6, (Empleado de Banco del Caribe);  (7?);  8, Mateo Mayo Montiel, de Banco Unión;  9, Rafael Azuaje;  10, Víctor Sequeda, de Banco Hipotecario unido; 11, Luis Barbero;  12, Roberto Mispireta;  13, Carlos Lara;  14, Enrique Novella;  15, (Empleado de Banco del Caribe);  (16?);  (17?);  18, Juan José Landaeta, de Banco del Caribe.

Como siempre, si alguien puede despejar incógnitas o sea, poner nombre a uno o varios de los signos ‘?’ mis gracias anticipadas.

***

Las cuatro fotos que siguen, numeradas de 2 a 5, son cortesía de Lisset Riera y corresponden a un reportaje aparecido en la revista MENSAJE, de IBM de Venezuela, sobre una demostración hecha al Gobierno del Distrito Federal (Caracas) cuando el gobernador era Carlos Guinand Baldó.

Foto 2. Portada de la revista.

clip_image004

~~~

Foto 3. Titular del reportaje.

clip_image006

~~~

Foto 4. IBMistas Participantes en la demostración. Sus nombres completos son: Lisset Riera, Eduardo Da Pena, George Anderson, y Jesús Saltés.

clip_image008

~~~

Foto 5. Resto de los IBMistas participantes en la demostración. Sus nombres completos son: Nelson Sposito, Ramón Lander (qepd), y Simón Meléndez.

clip_image010