Me contaba mi padre que, durante su primera estancia en Cuba, en la hacienda de caña en la que trabajaba había muchos otros hombres de El Paso, y entre ellos un tal Juanillo, hijo de una familia pasense campesina y muy pobre.
En El Paso a la madre de Juanillo la llamaban Cha Juana, y, dado el bajo nivel social de esta familia, ni a ella ni al padre de Juanillo se les dispensaba el tratamiento de señor/señora ni el de don/doña, de forma que, para todos en el pueblo, Juanillo era el hijo de Cha Juana.
Cuando Juanillo llevaba ya tiempo en la mencionada hacienda y rodeado de esos muchos pasenses, uno de ellos le preguntó sí le gustaba Cuba. La respuesta fue un rotundo SÍ, al que siguió la pregunta,
—¿Y qué es lo más que te gusta de Cuba?
Sin dudarlo ni un segundo, Juanillo respondió:
—Que aquí todos somos hijos de Cha Juana.
Respuesta que, traducida al criollo venezolano, significa “Que aquí todos somos hijos de la panadera”. O sea, que entre aquellos paisanos que compartían quehaceres en la hacienda no valían ya las prebendas de que ellos o sus familias gozaron en El Paso, ni contaban para nada las diferencias de clases sociales que en ese pueblo los separaban.
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En los dos reencuentros de exIBMistas de IBM de Venezuela habidos en Venezuela hasta ahora he notado la falta consistente de personas que en esa compañía detectaron cargos gerenciales, y como lo psico-social es materia de mi interés me he preguntado cuál podrá ser el motivo de tales ausencias.
Algunos exIBMistas (como Walter Cunto, Fernando Ortas, José Gutiérrez, Juan Llorens, Ana Teresa Gómez, Freddy Winckelman, Carlos Mejías, Gustavo Badell, Manuel Otero, Camilo Gassán, Alberto Rodríguez… y algunos otros que ahora no recuerdo) enviaron e-mails excusándose por no poder asistir. Otros decidieron que no se perderían ese evento, y desde ciudades lejanas se trasladaron a Caracas exclusivamente para estar presentes, como María Carolina Salerni (Maracaibo) y Laureano Padilla (Puerto Ordaz).
Pero, ¿por qué no se han hecho presentes los de esa cantidad porcentualmente significativa que detentaron cargos gerenciales? Además de causas lógicas y perfectamente aceptables, como problemas de salud, viaje al exterior, etc., se me ocurren estas dos:
1) Que en esos reencuentros no hay nada material que ganar, ni siquiera acuerdos de negocio ejerciendo relaciones públicas. Haciendo memoria he caído en cuenta de que, en muchos de los casos, un factor común a estos ausentes es que estaban en IBM para ganar dinero; lo demás, como el “amor a la camiseta”, era algo utilitario aunque cursi.
2) Que aún hoy, después de tantos años, esas personas siguen jugando al juego de “Los de arriba y los de abajo”, ése que cada vez que lo recuerdo siento vergüenza porque miro hacia atrás en el tiempo y veo a adultos hechos y derechos —yo incluido— entregados, con toda seriedad, a la práctica de juegos infantiles.
Estoy por creer que ambas causas sirven para explicar muchas de esas repetidas ausencias. Que estas personas no ven nada que ganar en los tales reencuentros, y, por tanto, no aceptan jugar el rol de Hijo de Cha Juana porque para ellos carece de importancia intrínseca (la tendría si hubiera algo que ganar) el codearse, abrazarse y departir de tú a tú con las decenas de personas que si bien una vez detentaron en IBM cargos de diferentes niveles, en un tiempo fueron sus compañeros de trabajo, fueron hombres o mujeres que, para bien o para mal, se cruzaron en su vida e influenciaron en ella, y que, aunque sólo fuera por eso, merecen todo el respeto y el cariño porque el Destino las puso en nuestro camino (no existe el azar) y porque por años compartimos, como los obreros de la hacienda de caña, un lugar de trabajo común.
Por ésos, muchos o pocos, que eventualmente hayan dejado de unírsenos por una u otra de estas causas, siento lástima porque se han perdido la alegría de sentir y ver reflejado en muchos otros el gusto y el calor humano que se dan en estos reencuentros, y la agridulce sensación de que tal vez sea la última oportunidad en que —bien por accidente, edad o enfermedad— podamos ver a algunos de los ex compañeros que allí encontramos.
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En este reencuentro, al igual que en el de Julio 4, 2008: Reencuentro de exIBMistas de IBM de Venezuela disfrutamos de lo lindo, y hubo, hasta donde ahora recuerdo, dos detalles curiosos.
Uno fue que Luis Bueno, rebozando por los cuatro costados un profundo orgullo IBMista y un gran “amor a la camiseta”, se presentó exhibiendo el primer carnet de identificación que IBM le dio, algunos objetos ya históricos, como las esferas que las antiguas máquinas de escribir IBM usaban para imprimir, y muchas publicaciones IBM internas que fueron hechas años ha.
Entre éstas me hizo ver lo que reproduzco a la derecha: un artículo escrito por mí para el número 2, año 1993, de la revista Vida IBM. (¿Ves, Luis? No quisiste darme la copia que llevaste pero yo tengo un original, de esta publicación y de muchas otras que, al igual que tú, guardo por amor a la camiseta). 🙂
Y el otro detalle curioso fue que como ese día cumplió años Chepina, recibió, frente a la correspondiente torta (tarta), el canto de Cumpleaños Feliz más numeroso que ha recibido en su vida.
Por supuesto, muchos de los asistentes tomamos fotos.
Aquí van algunas que Chepina bajó de Facebook.
Luis Bueno con las esferas impresoras de las máquinas de escribir IBM.
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Alberto López, Julio Escobar, Chepina Pernía, y Laureano Padilla.
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Alberto Lema, y Mariela Landaeta.
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Álvaro Martínez, y Lily Taboada.
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Carlos M. Padrón, y Julián Mejías.
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Carlos M. Padrón, y Philippe Montagutelli.
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Eladio Oliva, Rafael Molina, y Nemesio Martínez.
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Freddy Machado, y Miriam Mendoza.
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Gerardo Rodríguez, Luis Argüello, y Carlos M. Padrón.
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Hugo Ramírez.
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Jesús Mijares, Lily Taboada, y Carlos Acevedo.
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Juan Reyes, y Luis Argüello.
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Luis Argüello, y Mercedes Osorio.
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Laureano Padilla, Julio Escobar, y Miguel Cabrera.
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Manuel Álvarez, Miguel Cabrera, y María Carolina Salerni.
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Marisela Berti, Leonor Amador, y Jesús Elkout
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Miguel Fernández, y Susy Bochetti.
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Milagros Porras, Julio Escobar, Philippe Montagutelli, y Alexis González.
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Nemesio Martínez, Mariela Landeata, Lily Taboada, Susy Bochetti, Alejandro Abrante, Alba Abrante, y Jorge González.
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Philippe Montagutelli, Carlos Acevedo, y Jesús Mijares.
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Rafael Sequera, y Miriam Mendoza.
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Tania Campilongo, y Mariela Landaeta.
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Y aquí van las tomadas por mí.
Iraima Vega, y Miguel Urbina.
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Ana Luisa Buscemi, Gerardo Rodríguez, Chepina Pernía, y Manuel Álvarez.
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Chepina Pernía, Silvia Navarro, y Alberto López.
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Carlos Suárez, y Aura León.
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Estela del Barco, Oscar del Barco, y Lily Taboada.
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Elizabeth Durré, Marisela González, Yolanda Mijares, Jesús Mijares, Ingrid Belling, y Mary Espinoza.
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Fernando García, Juan Reyes, y Antonio Lalaguna.
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Eladio Oliva, y José Antonio González.
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José Antonio González arenga…
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… y luego come. ¡Buen provecho!
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Julián Mejías, Antonio Lalaguna, e Ileana Leyba.
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Julián Mejías, y Soraya Guánchez.
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Julio Mora, Frank Lewis, y Adele Sulsenti.
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Juan Reyes, Alberto Lema, y Esteban Zajía.
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Antonio Lalaguna, María Cecilia Mijares, y Luis Enrique Arias.
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Luis Bueno, Ingrid Belling, y Aracely Mundini.
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Luis Enrique Arias, Aracely Mundini, y Mariela Landaeta.
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Miguel Fernández, Jorge González, Alfio Lanzafame, y Alexis González.
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Nora Márquez, y Miguel Cabrera.
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Rafael Molina, Armando Bocaranda, y Esteban Zajía.
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Rafael Molina, Julio Escobar, y Eladio Oliva.
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Soraya Guánchez, Mercedes Osorio, y Eva Santos.
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Vicenzo Díaz, y Carlos M. Padrón. (Tomada con mi cámara por Alberto López).
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¡La torta! Quedó demostrado que sí sé ponerla.
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Antonieta Corvino, Carlos M. Padrón, Chepina Pernía, Ingrid Belling,… y la torta. (Tomada con mi cámara por Alberto López).
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Carlos M. Padrón (cantando el cumpleaños), Chepina Pernía,… y la torta. (Tomada de Facebook).
No hay foto de grupo —o sea, en la que saliéramos todos— pues ni el local ni la hora se prestaban para eso, pero sí hay un buen reportaje gráfico que Jesús Mijares armó con vídeo y con fotos fijas.
- Para verlo en YouTube, clicar AQUÍ.
- Para bajarlo y verlo o guardarlo (creo que vale la pena guardarlo), clicar AQUÍ.
Vaya mi agradecimiento a Lily Taboada, Álvaro Martínez y los demás que con su dedicación hicieron posible este reencuentro.
Un abrazo para los asistentes, y mi deseo de que pronto nos reunamos de nuevo TODOS los exIBMistas que aún podamos hacerlo y que una vez, no importa si en épocas diferentes, trabajamos bajo el mismo techo empresarial.
Padronel 
¡Enhorabuena a los solidarios e históricos IBMistas!
Muy elegante y razonable lo que dices de los ausentes; no quiero añadir alguna otra razón para dejar de asistir. También se puede dar el rechazo que comunmente se siente hacia los jefes. Te lo digo por propia experiencia de jefe, aunque esto no es la tónica común de los subordinados. Pero como bien dices, todos hemos sido importantes en la vida de todos, y entiendo que eso es lo que ocurre con los asistentes al encuentro.
Finalmente, no sé si es un error o es que Julio Escobar y Jorge González se parecen mucho y no pueden ser gemelos por el apellido. En una de las fotos, segundo por la iaquierda y en otra primero por la derecha. Si son tan parecidos, también llevan la misma camisa.
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Gracias, Juan Antonio.
Ya voy a revisar lo de Julio y Jorge. Extraño sería que no me hubiera equivocado, pues además de que tengo mala meoria para las caras, me vuelvo un lío con los nombres.
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¡¡Qué bien!! Y de verdad que me hubiese gustado estar presente, pero lamentablemente por razones personales me fue imposible aistir; ¡¡ la próxima no la pelo!!
Desde Maracaibo, un fraternal saludo a todos, muy especialemnte para Eladio Oliva, Hugo Ramirez y Fernando Gracia.
¡¡Felicitaciones a todos!!
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Saludos a todos los exIBMistas presentes y no presentes en el reencuentro de marzo 2010, y felicitaciones a todos los que pusieron su tiempo y esfuerzo para hacer este evento una realidad.
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Muchas gracias, Carlos, por estas fotoso y tus comentarios.
Me parece que Julian Mejías y Juanito Reyes parecen «poster childs» para Chivas Regal, y Antonio Lalaguna parece que pudiera hacer todavía esas semanas de 100 horas que se mandaba. Y los hermanos Martínez, Álvaro y Nemesio, siguen tan no_parecidos como cuando operaban esa 360 en Chuao.
Saludos.
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Carlos, te quedó excelente, y también tus fotos.
Y sobre tu comentario estoy de acuerdo contigo, y lo único que agregaría es que todos nosotros empezamos desde abajo en IBM y poco a poco hicimos carrera y llegamos a donde pudimos por méritos y esfuerzos propios, pero aparentemente hay compañeros que no lo sienten así. Por lo tanto, para mi lo más importante de estos reencuentros es poder volver a ver y sentir a mis compañeros de tantos años y, al mismo tiempo, revivir esos momentos que compartimos juntos. Los que por alguna razón no asisten, se lo pierden.
Un abrazo y, nuevamente, gracias.
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Hola, amigo.
No imaginas el dolor que me dio no haber podido asistir a este reencuentro. Desde el primero, donde la pasamos tan rico, esperaba con ansias este segundo, pero, como en el cuento, «me quedé con los crespos hechos»: un asunto inesperado hizo que a última hora no pudiera ir a pasarlo tan rico con todos.
Gracias por las fotos que todos han publicado, al menos asi comparto un poco la alegria de todos.
Espero que pronto se realice el tercer reencuentro y que nada me impida compartir con todos.
Los quiero mucho
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Gracias, Carlos, por enviarme las fotografías y el vídeo.
¡Cómo lamento no haber podido estar con este maravilloso grupo, que formaron parte de memorias llenas de alegrías, trabajo, aprendizaje, compañerismo, éxitos y amistades para siempre!
Carlos, Chepina, Julián Mejías, José A. González, Antonio Lalaguna, Laureano Padilla, Oscar del Barco.
Saludos desde Costa Rica.
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Estimados amigos:
Sólo recientemente entré en contacto con esta página, que encuentro increíble.
Las fotos de mis colegas me traen muchos recuerdos. Fueron 12 años pero, sin duda, los mejores de mi vida profesional.
Mi esposo (Amílcar Montenegro Fialho) y yo vivimos en Lisboa, y a partir de ahora no me quiero perder vuestras novedades.
Con cariño.
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Carlos y todos:
¡Qué lindas están las fotos, y qué lindo lo que se transmite en ellas! Se pueden apreciar una camaradería y una amistad que definitivamente no se han perdido con el tiempo. Me alegro mucho de que la hayan pasado tan divino. Lamento no haber ido; no revisé mi correo personal en mucho tiempo y no me enteré a tiempo, pero la próxima no me la pierdo.
¡¡Que se repita!!
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Hola, Carlos. Muy oportuno tu comentario, pero así siempre pasa: la diferencia gerencial.
De todas maneras, bienvenidos los que estuvimos, que lo pasamos rico, y también los ausentes.
Pero siempre quedará abierta la invitación para los que quieran revivir el pasado.
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Tremenda satisfacción y emoción la que senti en este reencuentro.
He recibido por mi correo infinidad de saludos y felicitaciones por la organización. Lo hice con un gran cariño y esperando ver a TODOS. Estoy segura de que en el próximo no va a faltar ni el gato, pues habrán visto lo alegres que estuvimos rememorando recuerdos y disfrutando EL PRESENTE. Habia tanto alboroto que la música no se oyo en ningún momento. Bueno, ¡¡no hizo falta!!
¡Un abrazo a todos los presentes y tambien a los ausentes!
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Ese encuentro es algo muy significativo para los que estuvieron laborando juntos, y en épocas distintas. Esos momentos son muy bellos, pues en ocasiones, y aunque los participantes puedan conversar y conocer sobre sus vidas en determinado momento, aquí es donde recuerdan hasta el más mínimo detalle ocurrido en aquellos días de labor, en este caso en IBM. La alegría de encontrarse la expresan las fotos.
“Recordar es Vivir”.
Estela.
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Realmente mantengo un seguimiento de las actividades del grupo. En las 2 oportunidades de reencuentro en Venezuela, sin que parezca una excusa banal, realmente me ha sido imposible asistir.
Sin embargo, espero acompañarlos en la próxima.. Un abrazo para todos.
Para mí, ver a las personas con las que comparíi tantos años va a ser una experiencia maravillosa.
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Estimado Carlos, el ver en las fotos a much@s de mis ex-compañer@s, realmente me emocionó y desde ayende los mares (Galicia) mando un caluroso abrazo a tod@s y cada un@ de vosotros Ojalá la vida me depare la oportunidad de coincidir en alguno de esos reencuentros.
Los felicito por tan exitoso reencuentro y repito un afectuoso y cariñoso abrazo desde Boiro, A Coruña.
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Cha Juana
Mi madre, mi esposa, mi amiga,… Yo la comparo con «La Dolores la del cantar». Eso en las tierras del viejo mundo no se conoce, pero aquí, en La Galilea de Europa, es muy común. Aquí no hay pureza o, mejor ,distingos de ningún tipo. Somos de aquí, no tenemos terruño, somos de América.
Yo, por lo menos, soy nieto de una Juana maya, por sus rasgos, e hijo de un che cualquiera de Portuguesa, probablemente descendiente de aquellos llaneros y primeros venezolanos que con el taita Boves, el asturiano, se pasearon por la ciudad de Valencia y de Caracas hasta el Oriente y convirtieron a todas aquellas mujeres, que aún conservaban su orgullo, en Cha Juanas. Abuelo blanco, probablemente puro, pero por eso tal vez su heredad era enfermiza.
Carlos, no creo que la ausencia en tus fotos de algunos personajes se haya debido a cosas como el ganar o perder algo, pues a estas alturas de la vida ya deben haberse dado cuenta de que todo eso es pura pérdida. Creo más en tu comentario, y de ahí el retorno de muchos al pasado, al amigo que ya no está, a la canción, en fin, al niño que llevamos dentro, pues eso jala muy fuerte.
No llenes tu alma, en tus reflexiones, de cosas que alguna vez tuviste para crear este blog, como escribiste en alguna parte, tristeza, amargura, etc. Este blog lo has ido llenando con los que están, cosas vivas y que lograste amarrar por un instante con tu cámara.
Para mí, el cumpleaños de Chepina no era el de ella, era mi canción del 19 de marzo; era no tu torta sino la mía. La risa de los que ahí estaban me acompañó hasta Chacaíto mientras caminaba entre las sombras de aquella ciudad vacía y oscura. No recuerdo que haya faltado nadie: estaban los que tenían que estar, y canté como me dio la gana en ese cumpleaños, pues para ese momento no sabía si pudiese tener otra oportunidad.
Amigo Carlos, gracias por hacerte tomar una foto conmigo. Tú me has honrado a pesar de ser yo, hijo de Cha Juana, pero espero que comprendas que, a los ojos de aquél quien todo lo ve, te has enaltecido. Como está escrito: «El que entre ustedes quiera ser el mayor, hágase como el menor». (Cuentos de Jesús, otro que era de Galilea, pero de allá e hijo de una mujer de Galilea).
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Gracias, Vicencio, por este tu excelente, emotivo y creo que acertado comentario.
Sé que tienes razón en cómo debí proceder, pero lo de la gran importancia que doy al contacto con las personas que se han cruzado en mi vida es algo que no logro entender, y que cada día entiendo menos a medida que voy dándome cuenta de que son pocos los seres humanos que padecen de ese «mal» que me aqueja.
Soy yo quien te doy las gracias por haberte tomado la foto conmigo, y por haberte unido tan afectivamente a la celebración del cumpleaños de Chepina. La foto quedará para la posteridad y en el recuerdo de las muchas personas, supongo que en su mayor parte IBMistas, que ya han generado casi 1.000 visitas al artículo en que la foto aparece, al de nuestro último reencuentro.
Un abrazo, gracias por todo, y espero que nos veamos en el próximo.
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Hola.
Mi nombre es Carmen, vivo en la ciudad de Puerto Ordaz y quisiera saludar al Sr. Julio Escobar.
Por favor, si alguien lo puede contactar, díganle que me llame al 0414-991-6223. Estoy en su ciudad y quisiera verlo.
¡Saludos!
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¡Cuánto quisiera conocer a Julio Escobar! Es un varón afortunado por tener como amiga a una mujer que es capaz de mover hasta el mismo cielo, pues la tierra se le hace pequeña para encontrar a aquel amigo que ha dejado de ver.
Carmen, usted nos da una gran lección a los que decimos que somos amigos pero que en realidad no sabemos lo que es la amistad. Por los frutos los conoceréis.
Usted me ha hecho recordar «El Cantar de los Cantares», de Salomón, quien por muchos ha sido considerado el hombre más sabio jamás conocido. Yo lo creo así, pues en su humanidad supo descubrir lo que es la amistad de una amiga.
Perdóneme usted el atrevimiento de escribir estas cosas, pero veo en usted una pionera de los días por venir.
No desmaye, que seguramente él está cerca de usted y pronto le encontrará, ¡pero no desmaye en su búsqueda!
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¡Estoy profundamente ofendido, Vicencio! 🙂
A Carmen le haces loas y alabanzas porque ha dado una cibermuestra de interés por su amigo Julio, pero a mí, que dediqué 26 años de mi vida para dar con el paradero de mi primer amor, ¡no me tiras ni cuchufletas!
¿Aprobaría Salomón tamaña injusticia? ¿O es que no has leído «Mi primer amor, 47 años después«?
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Ciertamente, razones no te faltan. La justicia que aplicaba Salomón era salomónica pero, en verdad, pienso que no la aprobaría.
No había yo leído lo que en el fondo significaba tanto para ti, y dediqué mucho de mi tiempo en ver cómo te las ingeniabas para vender y conservar clientes en aquella empresa, antes de que pudieras entrar en IBM, donde hiciste lo mismo pero con distintas personas y clientes.
Imposible vivir habría sido sino hubieses regresado a Tenerife, buscar a Carmensa y encontrarla, pues el veneno con que fuiste inoculado setenta veces siete, ese «No, no,….no», requería de tal antídoto. Tuviste suerte de haberla encontrado en brazos de alguien que la hace feliz, de que no te recordara, de que no haya derramado una lágrima por ti, y de que Carlos-Mary nunca llegara a nacer.
Creo que más importante que tus logros en IBM y en otras empresas es el hecho de haber llegado hasta donde llegaste y, después de mirar tu pasado convertido en business woman, dar la media vuelta y aceptar tu presente.
Se requiere ser valiente, atrevido y audaz para sujetar ese monstruo de miedos y temores que nos agolpa el pensamiento ante ese encuentro. ¿Qué hacer si,… o si…?
Me alegra conocer a alguien que distingue entre para qué nos sirve el pasado y cómo vivir el presente, y por eso, si recuerdas que algo has dejado pendiente, detén el tiempo y, si te es posible, has el pasado presente y arregla lo que esté a tu alcance arreglar. Si no lo logras, por lo menos puedes decirte a ti mismo: lo intenté.
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Estos reencuentros de la gente de IBM en verdad son de lo más interesantes, y los de Venezuela excepcionalmente importantes. No sé por qué las cosas ocurren, pero cuando ocurren no las dejo pasar y cuento lo que es de contar.
Mucha gente simpática en el reencuentro de 2010, mucha juventud y alegría a pesar que los años no pasan en balde, pero pareciera que el dios de los tiempos les guardaba para algo especial: Y así fue.
Muchos de ustedes no me conocen, pero no soy el mismo que trabajó para IBM por 34 años, aunque les recuerdo mucho. Desde 1982 he dedicado mi atención a las cosas que tienen que ver con la vida y la verdad, y en ese caminar me tocó finalmente encontrar, las dos cosas, en el reencuentro del año 2011 en IL FORNO, el primer viernes del mes de abril de ese año.
El pueblo de Israel lleva cerca de 4.000 años tratando de levantar un templo, y sólo lo logró en tiempos de Salomón, pero no duró mucho. Todo ha sido un continuo sacrificio desde que le dieron la LEY por mano de Moisés, y hasta el día de hoy reclaman en las Naciones Unidas algo, que no tiene nada que ver con lo prometido, y siguen llorando de pena en los días de expiación. Todo porque ellos no saben lo que pasó el día del reencuentro de los de IBM en IL FORNO.
Ese día, en el cielo y bajo las burbujas magnéticas, se encontraban alrededor del propiciatorio los querubines de gloria de lo cual era imagen el lugar santísimo que se encontraba detrás del velo y en el cual se encontraban también el candelabro, los panes de la proposición y, por supuesto, el arca.
Todo aquello era una imagen de lo que habría de ocurrir en abril de 2011, cuando el cielo se abrió y desde el empíreo el espíritu se colocó entre los dos querubines, Neptuno y Urano, cesando el continuo sacrificio de los católicos, cristianos, judíos y todos aquellos que siguen la LEY de Moisés.
Ahora se puede decir, con toda claridad que, a partir de aquel día, se cuenten 1.290 más y en ése se verá algo completamente fuera de lugar y que nos servirá de señal para en 45 días hacer lo que tengamos que hacer.
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Es para alegrarse ver tantas caras conocidas después de tanto tiempo, y más aún saber que se mantiene la camaradería y la amistad que alguna vez existieron.
Si surge algún otro reencuentro, por favor, avísenme. Será muy agradable restablecer los contactos con tanta gente conocida.
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Caramba, qué grato fue ver las fotos de este reencuentro que no tenía idea que estaba ocurriendo ya que, siendo honesto, desde que vine a USA he perdido todo contacto con los exibmistas que eran mis amigos, conocidos, y todos los que uno veía y con agrado nos saludábamos Felicidades, y qué alegría ver estos grupos.
Salud y vida. Los recuerdo con agrado.
Johnny
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Johnny, en esa sección «IBM en el recuerdo» hay muchas más fotos. Y en la titulada «Necrología IBM» podrás saber de quiénes ya nos dejaron.
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¿Alguien sabe dónde en los EE.UU. se encuentra Johnny Arévalo? Trabajé con él cuando estaba en IBM IPODC Boulder (Colorado) en los años 80. Si alguien sabe cómo puedo llegar a él, agradeceré que me dé la información.
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