Me gustaría saber qué resultados arrojaría esta encuesta en otros países como, por ejemplo, los de toda América, India, Corea, Japón y Australia. Me atrevería a apostar que el porcentaje no llegaría a la mitad que el dado para España.
Ese 73% se debe a que en España se le tiene al trabajo una aversión generalizada que no he conocido en ningún otro país.
Se le mira como un castigo, como una maldición, como algo de lo que hay que apartarse a como dé lugar, y tal vez a eso se deba el estilo de gerencia que causa en los subordinados los efectos descritos en el artículo que sigue, pues tal vez los gerentes descargan en maltrato a sus empleados el malhumor que les produce el tener que trabajar, y de ahí el alto porcentaje de personas que se enferman, real o imaginariamente, porque tienen que ir al trabajo.
En España no se entiende que trabajar a gusto es una verdadera y muy efectiva terapia contra muchos males.
Carlos M. Padrón
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02/06/2008
MADRID.- Tres de cada cuatro trabajadores —en concreto, el 73%— sufren estrés en su ámbito laboral, y tres cuartas partes de ellos tienen problemas de salud por culpa de esta situación, siendo las dolencias más habituales la fatiga, dolor de cuello y de cabeza, irritabilidad, sensación de agobio, insomnio, falta de concentración y dificultades oculares.
Así lo refleja un estudio del Observatorio de Riesgos Psicosociales de UGT, que analiza más de 4.000 puestos de trabajo en diferentes áreas de actividad, como la hostelería, el textil, la enseñanza, la atención primaria y especializada, la cerámica y la industria cárnica, entre otras.
Las situaciones de estrés laboral, muy extendidas entre la población ocupada, pueden deberse a diversos factores, entre los que se encuentran la falta de autonomía en el puesto de trabajo, inseguridad respecto a las condiciones laborales y al futuro, e indefinición sobre las tareas a desarrollar.
El informe del sindicato revela además que siete de cada diez trabajadores se sienten “quemados” por su trabajo. Esta sensación se denomina síndrome de ‘burnout’ y está directamente relacionado tanto con factores físicos (cefaleas, dolores musculares, fátiga crónica, etc) y psicológicos (frustración, ansiedad, irritabilidad), como con aspectos organizativos (menor rendimiento, absentismo laboral).
Hablar a gritos, criticar la vida privada y ser amenazados, ignorados o asignados a lugares aislados son otras conductas que padecen algunos trabajadores en su lugar de trabajo y que pueden afectar a su salud.
Uno de cada cuatro, en riesgo de acoso
Según este estudio, el 26% de los trabajadores se encuentran en riesgo de acoso, al desarrollar su actividad en un ambiente que califican de “hostigador». Un 2% de las personas entrevistadas son víctimas de acoso moral en el trabajo de manera permanente y un 15% reconocen haber sido víctimas puntuales.
Además, el 43% de los encuestados dicen haber sufrido abuso por parte de sus superiores, y más de la mitad de las víctimas de acoso se quejan de haber recibido un comportamiento vejatorio mediante gritos. Este tipo de comportamientos puede provocar depresiones en los trabajadores y conducir, por tanto, a la baja laboral.
Dentro de los trabajadores que estaban de baja por depresión y que fueron entrevistados para el estudio, el 35% se vieron sometidos a intimidaciones y amenazas, el 32% a acoso moral, el 26% a algún tipo de violencia verbal, y el 23% sufrieron agresiones físicas.
La organización dirigida por Cándido Méndez denuncia que todos estos riesgos psicosociales se producen, principalmente, por una mala organización del trabajo y por un estilo de mando deficiente y, en la mayoría de los casos, autoritario.
Además, las empresas no están preparadas para resolver estos conflictos, pues una de cada tres deja que el problema persista al retrasar la toma de decisiones. “El problema de fondo es que en las empresas siguen primando los intereses económicos a la satisfacción o el bienestar de sus trabajadores», concluye UGT.
El Mundo

Mi experiencia es que el algún momento de la «carrera» profesional en la Corporación, todos los que le pusimos animo y corazón al trabajo…o sea nos comprometimos al logro, terminamos felices pero cansados y agotados en todos los sentidos de esa lucha interminable!!!, por que jamás le ponían una meta final, lo que creímos era crecer y desarrollarse para llegar a la cima y la verdad era la rotativa la posición, monótona en su visión con los objetivos monetarios y los ambientes de trabajo, al terminar una ya ganaras o perdieras, te ponían otra y otra hasta logar desgastarte o quemarte, solo algunos «iniciados» o entendidos lograban salirse sin dejar algo mas que Sangre, Sudor y Lagrimas…. la recompensa no era monetaria a esas alturas era la simple libertad de vivir otra vida …si aun dejaban algo vivo dentro de ti. Solo algo puedo decir con absoluta verdad y conciencia nadie me obligo!, lo hice mientras me parecía un reto real donde ganar mas que dinero y prestigio, era saber de lo que eres capaz, como ser humano en ambientes de negocios de alta competencia profesional. Me divertí trabajando y también llego la hora de ver otras cosas diferentes, mas duras y como mas sabiduría, mas canas, mas años, mas vida por delante. Para evitar esas tareas de empleado lo mejor es ser dueño de tu tiempo y destino, conviértete en Empresario desde un principio y los problemas seran otros pero la ganancia o perdida toda tuya…
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