[*MiIT}– Si de Microsoft, me quedo con las penúltimas versiones

Carlos M. Padrón

Una vez escuché decir que los ingleses eran tan prácticos que para casarse preferían una mujer que no fuera virgen, y esto me ha venido a la memoria ante mi abierta preferencia por las penúltimas versiones de los programas para mi PC, o sea, las versiones que estén ya bien probadas y limpias de los errores que por años aparecieron con el uso.

Ejemplos:

• Windows XP Professional vs. Windows VISTA

• Office 2003 vs Office 2007

• Windows Media Player 10 vs Windows Media Player 11

Si no he regresado del Internet Explorer (IE)-7 al IE-6 es porque IE es, con mucho, el que menos uso de los tres browsers (navegadores) que tengo, que son IE, Firefox y Opera.

El mejor es, sin duda, Firefox. Si mantengo IE es porque hay páginas que sólo abren con él. Y uso Opera porque por default copia sólo texto, lo cual es una gran ventaja cuando en la prensa digital busco material para mi blog.

Por lo demás, es un browser que falla bastante y hasta me proporciona sustos si se me ocurre ver con él algo del blog, pues suele hacer que en un artículo aparezca una foto que pertenece a otro, o aparezca un blanco donde debería aparecer una foto.

Windows, Sistema Operativo

Por lo dicho en varios artículos que al respecto he publicado, no veo necesidad ninguna de embarcarme en VISTA para tener que gastar en nuevo hardware, cuando, además de que muchos usuarios que probaron VISTA están regresando a XP, ya me sé bastante bien el XP, que ha alcanzado un punto de gran estabilidad, y la inmensa mayoría de los programas disponibles en el mercado son compatibles con él.

Los compatibles con VISTA son todavía pocos. Ante esto, opté por seguir consejos sobre cómo hacer que XP me dure varios años más.

Office

El Office 2007, además de ralentizar la PC, usa el enfoque de poner en la interfaz de los diferentes programas que lo integran los comandosque más se usan, lo cual no es mala idea si no fuera porque los más que usan quienes diseñaron este producto no son los más que uso yo; y que para llegar a algunos de estos últimos, que conseguí después de mucho trabajo, debo hacer más clics que los que hacía en la versión 2003.

Algunos de esos comandos que más uso en el 2003 no logré conseguirlos en el 2007, pero sí encontré en éste la opción de “adjuntar ítem” que me pareció muy útil.

Es cierto que el nuevo desktop search que trae es bueno para buscar en Outlook, pero las búsquedas que en Outlook y en toda mi PC tengo que hacer las llevo a feliz término con Copernic.

En cambio, algo que creo que le hace falta al Outlook y que estaba seguro de que aparecería en la versión 2007 es la distinción de alguna forma —por color, por fonts, por ambos o por lo que fuere— entre las carpetas en activo y las carpetas del Archive (archivo histórico). Pero no, sigue existiendo el riesgo de confundirlas porque se ven igual

Windows Media Player

Después de haber usado por un mes la versión 11 del Windows Media Player no logré encontrarle ventaja alguna sobre la 10; no quiero decir que no las tenga, sólo que, para el uso que doy a ese programa, la 11 no tiene ventajas sobre la 10, y la interfaz de la 10 me resulta más agradable, amigable y mejor terminada que la de la 11.

Así que regresé a la 10 y, tal vez sea sugestión mía, pero los archivos PPS y otros cuyo manejo encomiendo al Windows Media Player abren con la versión 10 en menor tiempo que con la 11.

Tendré que soportar la molestia del avisito que me saldrá a cada rato ofreciéndome, disfrazada de “actualización” de la versión 10, la versión 11 del Windows Media Player.

Es curioso que todos los anteriores —excepto Firefox y Opera— sean programas de Microsoft, pero es que siendo como son de uso fundamental y básico, reclaman más cuidado que otros que son de uso ocasional y menos crítico.

[*Otros}– Las Cruces de Mayo – Santa Cruz de La Palma / José Guillermo Rodríguez Escudero

El día tres de mayo, Santa Cruz de La Palma, ciudad capital de la isla de La Palma (Canarias), celebra la onomástica de la Santa Cruz, primer símbolo cristiano, desde que el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo lograra fundar la ciudad en esa misma fecha en el año 1493.

A partir de entonces, Santa Cruz de La Palma conmemora anualmente esta efeméride, engalanando profusamente todas las cruces que salpican todo su territorio y declarando ese día como festivo en la localidad. Este año de 2008 se festejará en ese día el 515° aniversario de la fundación de la Muy Noble y Leal Ciudad.

La Cofradía de la Vera Cruz, una de las más antiguas e importantes de la Isla, fundada en el Convento de San Francisco con Bula del Papa Paulo III en 1558, tenía entre sus cometidos la celebración de la fiesta de la “Invención de la Santa Cruz, misa cantada, de la Cruz, todos los viernes del año, y la Benedicta los viernes de cuaresma por la tarde”.

Esos días, la Comunidad religiosa de Padres Franciscanos salía en ‘Via Crucis’ hasta la ermita del Cristo de El Planto con “un numeroso acompañamiento del pueblo”. Aún existe un pequeño Calvario erigido a espaldas de la ermita en recuerdo del lugar donde el pueblo hacía penitencia. Era costumbre que a la procesión asistieran muchas “personas cargadas con algunas insignias de la pasión, y cubiertas con el morado saco de penitentes, cuyo disfraz encubrió más de un crimen”.

La trágica leyenda de “La Cruz de Los Pasitos”, precisamente, tuvo como protagonista a un enamorado celoso, disfrazado de penitente en esa procesión, que mató a su prometida hundiéndole un puñal “hasta el pomo, en el corazón”. En memoria de aquel trágico suceso, en el mismo sitio en que se perpetró el crimen colocaron al día siguiente una Cruz, “y todavía el caminante al pasar por aquel sitio murmura una oración”.

Aún se encuentra, también en Los Pasitos, una cruz con una lápida que dice: “Aquí murió alevosamente asesinado en la noche del 23 de septiembre de 1906 el ilustre abogado e hijo de esta ciudad, don Siro González de las Casas”. Otro asesinato en el mismo lugar por cuestión de celos, y nuevamente, otra Cruz como recuerdo de un sangriento suceso.

En el Diario de Avisos del 11 de abril de 1963, el canónigo don Luis Van de Walle y Carballo, confirmaba que, uno de los “Lignum Crucis” : “…se pone a la veneración y adoración de los fieles el Viernes Santo, y el tres de mayo en que se acostumbra hacer procesión con ella hasta la Cruz de la Pasión”.

En total la Isla posee tres reliquias verdaderas del Santo Madero: una en el Real Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, otra en la Capilla de la Venerable Orden Tercera (hoy Orden Terciaria Franciscana) —templos de la capital palmera— y la última en San Pedro, de Breña Alta.

Era frecuente que los caballeros fundasen capellanías en honor a la Santa Cruz, entre otras muchas advocaciones. Tal es el caso del Capitán don Felipe Poggio Monteverde, hermano del célebre don Juan Bautista (“afamado poeta y benemérito sacerdote”), en cuyo testamento agregó a la capellanía familiar “otras dos misas rezadas más al año, la una el día de la Santa Cruz y la otra el de San Pedro Apóstol”. El escribano público Andrés de Huerta “autorizó ambas fundaciones, en 25 de abril de 1723”.

Todos los años se celebra la “Exaltación a la Santa Cruz”, enramándose todas las que se distribuyen por la población, si bien su presencia se manifiesta por todos los puntos de nuestra Isla.

No sólo se adornan las que se encuentran apostadas en los exteriores, descansando sobre las paredes, en azoteas, en encrucijadas, rematando fachadas, balcones, recordando accidentados u obras finalizadas sin muertes, etc., sino también el los interiores de algunas casas.

A las exteriores, se les cambia el forro de tela que las cubría desde el año anterior y se sustituye por otro nuevo. Se entronizan en bellos altares efímeros cuajados de flores, plantas, banderas, etc. y que pujan con alzarse con algún premio o simplemente para la admiración de propios y ajenos, siguiendo con la tradición familiar o del barrio.

También, hace tiempo, en torno a las cruces, la fiesta se arropaba con loas (algunos las llamaban “las lobas”) y, mediante curiosos artilugios mecánicos, “aparecía” la cruz en el altar o en el escenario. Con alguna rara excepción, la “aparición” con tramoyas ya no se realiza, lamentablemente.

El etnógrafo Pérez Vidal, en un número especial de Diario de Avisos en 1945, con motivo de las Fiestas Lustrales, destacaba con énfasis: “si la cruz es con aparición, el gentío que se reúne y se apretuja a presenciarla es enorme. Las más sencillas transfiguraciones, cualquier simple cambio de apariencia, entusiasma al soñador pueblo isleño, amigo de fugarse de la realidad”.

Aunque hoy en día se guardan celosamente algunas de las letras de estas loas al Sagrado Madero, el número de la “aparición” se ha sustituido por lo que se ha llegado a denominar “cuadros plásticos”, esto es, estampas estáticas de personajes bíblicos o costumbristas en el que se suele leer algún texto alusivo.

Se cree que esta exquisita puesta en escena es una derivación de los fastuosos autos sacramentales barrocos que han perdurado a través de los tiempos y que se han transformado, adaptándose a las nuevas formas y pasando de los cultos e ilustrados autores de los impresionantes carros triunfales y loas que se representaban en la preciosa capital de La Palma, al pueblo llano quien lo ha interpretado de estas ingeniosas maneras.

Un ejemplo de cantar que se entonaba en la peregrinación a la cruz de turno es: “Pronto pastores / ramos de flores ,/ la Cruz de Mayo / nos llama ya / ¡Qué floridita, / qué enramadita, / qué hermosa estará!

Antiguamente se enramaban las cruces de las casas de las personas más adineradas y con un estatus social más alto. Ponían la cruz dentro de las viviendas, en un lugar privilegiado, y la adornaban con todas las joyas y prendas. Se reunían las familias por las noches e iban a visitar otras cruces. Éstas pujaban por ser las más originales y más bien decoradas y suntuosas. En los grandes salones se hacían bailes y fiestas muy animadas, con familiares, vecinos y amigos.

La belleza ornamental se consigue mediante combinaciones de vegetales, telas, alhajas y otros objetos de gran valor. Era frecuente la escenificación en algunas de las cruces parodiando temáticas de cualquier índole.

Se exponen unos muñecos grotescos de tamaño natural, denominados “mayos”, simpáticas figuras hechas de trapo que adornan la escena. Representan distintos temas y actitudes, colocadas en diferentes lugares, como formando pasillos hacia la cruz, o en varios rincones de sus alrededores, custodiándola, como en balcones, ventanas, muros, azoteas, bancos, tapias, etc.

Antiguamente era más común que los mayos fueran rellenos de paja o pinillo, pero con la evolución de los tiempos y de los materiales, esta tradición ha ido perdiéndose, rellenándose ahora con guatas, periódicos, trapos, muselina, papel, etc., calzándose con zapatos viejos… Antes, el pelo, hecho de soga, se lo teñían con cochinilla o con pastillas que venían para colorear la ropa, pero ahora el pelo se hace de hilo, etc.

Esta costumbre se pierde en el recuerdo, aunque es muy frecuente en lugares de la Península y Portugal la realización de muñecos. En La Palma también se halla algún ejemplo puntual y suelto en Las Breñas, Mazo y Tazacorte.

La periodista palmera doña María Victoria Hernández en su magnífico trabajo “La Palma. Las Fiestas y Tradiciones”, recoge la comparación que el prestigioso investigador Cirilo Velázquez hace de los mayos palmeros con “los homónimos de la isla de Terceira (Azores) y de Machico (Madeira)”. La confección y los temas elegidos son muy similares a los de La Palma, si bien los mayos, que en aquellas islas se colocan el uno de mayo (como aquí antes), no están relacionados “como los palmeros con la cruz”.

Dentro de la capital, ha perdurado en pagos como Velhoco, etc. gracias al esfuerzo de personas y asociaciones de vecinos. Un ejemplo de esta última fue “Zeloy” en la Barriada de Las Nieves que recuperó esta bella tradición entre 1982 y 1999, fechas en las que estuvo de Presidenta doña Marina Duque. Lamentablemente, aquí dejaron de hacerse los mayos.

Recordemos en las últimas ediciones la gran profusión de mayos y adornos a lo largo de la Calle del Tanque. Una magnífica decoración muy típica, muy nuestra, que ojalá se copiase en el resto de lugares de nuestra bellísima ciudad.

Este itinerario nos recuerda el ‘Via Crucis’ que hicieron los frailes franciscanos después de la conquista de La Palma, mediante la instalación de cruces en todo el recorrido en los alrededores del Real (ex) Convento de la Inmaculada Concepción, hoy templo de San Francisco de Asís.

Recordemos que el vía crucis es el “camino de la cruz”, un sendero señalado con diversas estaciones de cruces o altares, que se recorre rezando en cada una de ellas, en memoria de los pasos que dio Jesucristo en su camino hacia el Calvario.

Nos recuerda el querido don Antonio García —el encargado de enramar la cruz llamada “Columba”, por llamarse así una señora que estuvo con sus abuelos desde pequeña y que era quien se ocupaba de adornarla— que esta cruz tiene aún una de las maderas originales de aquel primitivo ‘via crucis’. Ha sido galardonada con el primer premio en la categoría tradicional que concede el Jurado que se desplaza por todos los rincones de la ciudad, visitando cada una de las cruces presentadas en cada edición.

(Cruz de La Columba).

La categoría tradicional ampara a las cruces que se enraman con motivos históricos y prendas. En el ámbito de la categoría libre se puede representar cualquier cosa, tomándose más en cuenta la imaginación, y siempre se confecciona con productos naturales. Así lo confirmaba doña Armenia Pérez Pérez, encargada de la Cruz de Mirca. Antiguamente ésta se encontraba en el fondo del barranco, pero cuando se creó la asociación de vecinos, se decidió que se pusiera en la carretera.

En el año 1999, en la mencionada asociación “Zeloy”, como nos recuerda la que fue su presidenta, doña Marina Duque, se hizo un homenaje a la Lucha Canaria con 180 mayos, con los que también se adornaron las calles y los balcones.

Originalmente, estos peleles se colocaban estratégicamente durante la madrugada del primero de mayo, “detrás de la puerta en forma conveniente para que al entrar en la casa el visitante cayese encima de éste”. Había un dicho antiguo que manifestaba: “quien no se levanta temprano, el primero de mayo, se le mete el mayo por el …(trasero)”. También se oía decir que “si no nos levantamos temprano, nos pasamos el mes de mayo, desmayados”.

Don José Pérez Vidal, erudito folclorista palmero decía: “En la tradición oral, han sobrevivido como recuerdos, posiblemente relacionados con las fiestas mayas en los pasados siglos, las prácticas de los peleles llamados mayos y la madrugada del primero de este mes, para que no se ‘meta mayo’ en el cuerpo”.

La periodista María Victoria, nos informaba en su completo estudio sobre las fiestas y tradiciones de La Palma, cómo “lo de madrugar se seguía con todo rigor y cuidado. El día de la víspera se acostaba a la hora de las gallinas para levantarse a medianoche. Si estaban dormidos al entrar el mes de mayo, éste se les metía en el cuerpo —se les “metía mayo”— y las consecuencias no podían ser más desagradables; todo el mes estaba el dormilón destemplado de la barriga”.

Se empezaban a reunir los trapos por el mes de abril, en zonas de la capital como Cajita Blanca, Timibúcar, Baltasar Martín, San Telmo,… y cada familia hacía un “mayo” al que caracterizaban de acuerdo a un gusto muy particular: se le daba la forma de un vecino simpático que tuviera alguna anécdota o fuera famoso por cualquier circunstancia,… y se colocaba el primero de mayo; no como ahora, que se ponen en la Víspera de la Cruz.

Así, un año se hizo en la Barriada del Pilar un mayo que imitaba al famoso Julián Gotera, con su transistor y su bata azul, que salía de una alcantarilla. Un simpático y querido personaje muy conocido por todos en esta capital.

En la zona norte de la capital, en el margen izquierdo del Barranco de Los Dolores (hoy Avenida del Puente), se asentaron en los alrededores del convento franciscano los gremios de artesanos, las clases más populares y menos favorecidas económicamente. Es precisamente en esta parte de Santa Cruz donde hay mayor concurrencia de “mayos”, justo en la zona de influencia seráfica, orden humilde y caritativa.

Justo al contrario ocurre al otro lado, al sur del barranco, donde se instalaron los dominicos, los regidores, la suntuosa “catedral” de la isla, el Cabildo, los nobles y las familias más poderosas y caballeros más adinerados. Es aquí donde surgió una decoración lujosa, de ricas telas, joyas impresionantes, bellas flores, etc.

También se adornaban con prendas “en el otro lado” aunque en este margen derecho no proliferaron los mayos.

Antiguamente se hacían las fiestas en honor a la Cruz Gloriosa con romerías típicas hacia la “Cruz del Tercero” en la Alameda (llamada así porque fue la que se colocó dando por finalizada la conquista de la ciudad y la Isla el tres de mayo).

Nos cuenta el alcalde constitucional don Juan Bautista Lorenzo Rodríguez que: “… el 9 de octubre de 1783, entre once y una del día, corrió el barranco de Santa Catalina con tanta abundancia de agua y tan fuertes estragos que serán memorables por muchos años. Se llevó 7 casas y arruinó otras muchas de las inmediaciones; llevose la Cruz del Tercero y la de las Damas con sus plazas respectivas; perecieron dos hombres y una niña, y muchos se libraron de milagro. Fue la causa haberse quemado los montes en julio por descuido de uno que llamaban el Gallo, natural de Las Nieves”.

(Cruz del Tercero).

En la base de piedra volcánica de la nueva cruz, emplazada en el mismo lugar que la original después de la catástrofe, se halla una lápida que reza: “3 de mayo de 1893. Primera Conmemoración y Cuarto centenario de la Conquista de la Isla de San Miguel de la Palma terminada el 3 de mayo de 1493. ¡Gloria a los Héroes Españoles y a los Héroes Guanches! Unos y otros derramaron su sangre por su Patria”.

En la mañana del día tres se celebra una Misa de Campaña junto a esta Cruz del Tercero, la cual se adorna magníficamente montándose a su alrededor un altar efímero cuajado de flores y banderas.

Estas fiestas también contaban con bailes folklóricos en el Circo de Marte y en la Plaza de Santo Domingo. Asimismo, a los niños se les estaba reservado en estos festejos diferentes juegos, como la carrera de sortijas, de sacos, etc.

Las fiestas de mayo se prolongan durante todo el mes, con un amplio programa de festejos (unos años mejores que otros) que abarcan, desde las concurridas verbenas en los barrios hasta las bellísimas exposiciones de plantas y flores en diferentes plazas de la ciudad, como la de España y de San Francisco. Desde obras de teatro, números de danza, conciertos y actuaciones musicales diversas, hasta festivales de cuentos, animaciones infantiles y cross popular. Desde encuentros folklóricos hasta dianas floreadas y pasacalles con los “Gigantes y Cabezudos”. Misas y procesiones, como la de la imagen de San José Obrero en Mirca, o la “Cruz del Fraile” en la Dehesa (una de las más antiguas y más galardonadas), la “Cruz Gloriosa” en la Parroquia Matriz de El Salvador y por último la Virgen “Morenita”.

La “Cruz del Fraile” de la Dehesa, ha venido reproduciendo en los últimos años edificios antiguos, casas solariegas, fachadas de templos palmeros. Es una de las más antiguas de la Isla, ya que es la más cercana al Santuario de Las Nieves, y es desde donde partían todos los caminos a todos los pueblos de La Palma. Así lo confirmaba don Juan Ramón, encargado de la Cruz y presidente de la asociación de vecinos de La Dehesa durante varios años. Una cruz cuyo altar efímero se confecciona con maderas pintadas a base de extractos de plantas de la tierra.

(Cruz de Las Nieves).

.El Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad publica una ruta de cruces de mayo para que cada uno pueda orientarse acerca de su ubicación y facilitar así el recorrido, tanto en el casco urbano como en los barrios. Por ejemplo, en la edición del año 2000 se habían inscrito un total de 21 cruces, desde la de la Plaza de la Virgen de la Luz hasta la de la Cruz del Barranco de Espino en Velhoco, pasando por la de la Encarnación, etc.

Como colofón especial a todas estas fiestas, se celebra en el Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves la llamada “Fiesta de Las Madres”, un emotivo homenaje a la Virgen y a todas las madres de la isla, tanto vivas como difuntas, y que en este año de 2008 cumple su trigésima octava edición.

Se incluye una Misa Solemne ante la Patrona, el Panegírico de las madres, la Procesión de la Venerada Imagen y las ofrendas floral, poética y folklórica, con diferentes poetas de la Isla, la banda municipal de música “San Miguel” y la de cornetas y tambores “Gayfa”, así como de grupos ataviados con la preciosa vestimenta típica. A la Virgen, y a todas las madres de la plaza, se les hace entrega de una flor natural.

En el preciso instante en que se coloca la rosa en las manos de la Virgen, hay un gran estruendo de voladores, repique de campanas y un fortísimo aplauso. Se canta el Himno a la Madre y se vierten muchas lágrimas de la gran emoción. Este año, como es año de elecciones, no se celebrará el último domingo de mayo, sino el día 6, coincidiendo con el Día de las Madres.

Volviendo al día de la Onomástica de la Santa Cruz, el tres de mayo, y después de la solemne función religiosa concelebrada —a la que acuden todas las autoridades civiles y militares, tanto locales, insulares como una amplia representación de las regionales y el Pendón de la Conquista, que previamente sale desde el Ayuntamiento y al que se tributan los honores reales— se inicia la procesión de la Santa Cruz, Patrona titular de la ciudad, escoltada por varias bandas de música tras la cual tiene lugar una gran exhibición pirotécnica y una verbena.

Lamentablemente, ya no acude el ejército, por lo que se ha prescindido así de uno de sus tradicionales elementos que aportaban más majestuosidad y empaque al evento. Esta privación ha suscitado grandes, lógicas y dolorosas polémicas.

No es extraño encontrar en las iglesias de todo el Archipiélago grandes cruces cubiertas de plata como una demostración de la extraordinaria devoción que alcanzó en nuestras islas este símbolo cristiano. Así lo indica también la presencia de numerosas capillas y calvarios por toda la geografía, y el lujo con que una sociedad enriquecida como la nuestra adornó sus representaciones. Una costumbre de cubrir con plata estas cruces de madera que se inició en el siglo XVII.

Estamos, por tanto, ante una fabulosa cruz de plata en su color sobre un alma de madera. Es la Patrona Titular de Santa Cruz de La Palma, junto a Santa Águeda. De medidas tiene 132 cms de altura y 93 cms de brazos; las perillas, de figura de piña rodeada de hojas muy carnosas que rematan los brazos tienen 14 cms.

Se halla entronizada en una peana, en forma de copa, de 54 x 40 cm en su parte más ancha y 45 cm de altura. Tiene una inscripción en su base que en la que se lee: “Dio esta Cruz a la Yglesia Parroquial de Ntro Sr. San Salvador, Don Simón Florencio Res. Montero Vble. Beneficiado y Rector de dicha Yglesia y Comss. Del Sto Oficio/ Año de 1726”.

La gran cruz, cuya presencia en el tesoro del suntuoso templo matriz se cita por primera vez en el Inventario de 1782 (“vna cruz grande con su peana para el día de la invención”), es de sección hexagonal y lleva una decoración relevada de carácter vegetal que recubre sus caras y un cordón de separación entre ellas.

Como documento curioso sobre una anécdota producida dentro de la Parroquia Matriz de El Salvador durante la celebración de la fiesta de la “Gloriosa Santa Cruz”, se guarda una carta dirigida al Venerable Beneficiado de la Parroquia de San Andrés (municipio norteño palmero), D. Francisco Ignacio Fierro, por el Obispo de la Diócesis Don Fray Valentín de Morán, de fecha 25 de mayo de 1755.

Se explica allí cómo “había intentado Don Pinto de Guisla asistir a la procesión de la Cruz con el sombrero puesto aun dentro de la iglesia”. La misiva obispal continúa “bien ha hecho V. md en hacerlo quitar, y lo mismo ejecutará siempre que se ofrezca pretender esa y otras extravagancias del mismo tenor, que quiere introducir como Caballero, portándose como si nunca hubiera habido en estas islas otro, sin considerar que los muchos que hoy hay, y en todos tiempos ha habido, no han inquietado con semejantes intentonas el sosiego público”.

Ésta fue una fiesta regulada por el antiguo Cabildo de la Isla. Así se desprende de las ordenanzas de 1611, donde se manda que “los Mayordomos de los oficios saquen los días de Corpus Christi y San Miguel y Santa Cruz de Mayo y en todos los demás días generales los Pendones para acompañar las procesiones, so pena de 20 días de Cárcel con más de 1.000 mrs aplicados por tercios, Juez, denunciador y Propios”. También se ordenaba la limpieza pública y el barrido de calles por las que pasaban las procesiones, entre ellas, la de la Cruz.

La referencia más antigua que se conoce de esta hermosa costumbre del enramado de las cruces la encontramos en la Subida de la Virgen de Las Nieves en 1765. Así, cuando la Patrona retornaba en procesión por las calles capitalinas hacia su Santuario, “estaba una cruz, que es la del noveno passo, con el major ornato y compostura de prendas, talcos y galones”.

También la comitiva se encontró nuevamente con “una cruz que es la del octavo passo, con la mejor belleza compuesta de joyas y otras prendas en gran número y muy hermosas escarchas”.

***

BIBLIOGRAFÍA

• Martín González, Miguel Ángel, “La Historia de Santa Cruz de La Palma”, 1999.
• Lorenzo Rodríguez, Juan Bautista, “Noticias para la Historia de La Palma”. Tomo I- III, Santa Cruz de La Palma, La Laguna, 1975.
• González Palencia, Ángel. Mele, Eugenio. “La Maya: notas para su estudio en España”. Madrid, 1944.
• Hernández Pérez, María Victoria. “La Palma. Las Fiestas y Tradiciones”, La Laguna, 2001.
• Abdó Pérez, Antonio. Rey, Pilar. Pérez Morera, Jesús. “Descripción verdadera de los solemnes cultos y célebres funciones que la mui noble y leal Ciudad de Sta Cruz en la ysla del Señor San Miguel de La Palma consagró a María Santísima de Las Nieves en su vaxada a dicha Ciudad en el quinquenio de este año de 1765”, Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, 1989.
• Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Vigésima Segunda Edición, 2001.
• “Apurón”. Número 2. Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. Abril-Mayo 2000.
• Velázquez Ramos, Cirilo. “Lo sagrado y lo profano en las tradiciones festivas de Canarias. Los mayos de Santa Cruz de La Palma”, Funchal, 1993.
• Pérez Vidal, José “Representaciones religiosas en Canarias. Los autos del Corpus y el ‘Carro’ de la Bajada de la Virgen en La Palma”. Diario de Avisos, 1945

***
Cortesía de su autor, José Guillermo Rodríguez Escudero

[*Drog}– ‘Lo que necesitas es amor’, un título engañoso

En Periodista Digital (España) de hoy encontré el artículo que copio más abajo, cuyo contenido me parece casi totalmente correcto pero no su engañoso título.

Veamos. El artículo describe, una vez más, el proceso del drogamor, repitiendo lo que ya sabemos y que he destacado varias veces en esta sección, o sea: que los mecanismos que se ponen en marcha durante el (drog)amoramiento son los mismos que los que actúan cuando una persona se vuelve adicta; que el (drog)amor es una adicción que tiene un tiempo límite y sólo dura entre dos y tres años; y una vez que termina, terminan también con él el placer y la tranquilidad.

Sin embargo eso de que “Lo que necesitas es amor” sugiere que el amor es una panacea, pero no es así.

Aunque el contenido del artículo deja más que claro que el tal “amor” es en realidad drogamor, ese contenido tiene una falla: olvidó mencionar que el drogamor contribuye a fortalecer el sistema inmunológico [de la pareja de drogamorados] siempre y cuando sea correspondido en igual medida por los dos miembros de la pareja, pues, de no ser así, puede llegar a minar hasta extremos graves la salud del que se sienta en desventaja, del miembro que se crea más drogamorado de su pareja que lo que ésta lo está de él.

Carlos M. Padrón

***

28.04.08

(PD).- Las reacciones bioquímicas que experimenta el cuerpo de una persona cuando está en fase de enamoramiento ayudan a mejorar el estado de salud y contribuyen a “fortalecer su sistema inmunológico», según explicó el investigador de genética de la Universidad de Barcelona, David Bueno.

El profesor señaló que el enamoramiento es un “conjunto de reacciones bioquímicas y conexiones en el cerebro” que hacen que las personas se sientan en un estado diferente al habitual. Sin embargo, comentó que los síntomas pueden ser distintos dependiendo de la persona.

Aunque el efecto del amor puede variar en cada uno, el proceso químico de enamoramiento siempre es el mismo. “Existe una primera fase de flechazo, en el que el cuerpo humano segrega unas hormonas sexuales denominadas feromonas” que contribuyen a que nos fijemos en alguien. Después, en una segunda fase, se activan las dopaminas “que aseguran la atracción” hacía esa persona.

Bueno comentó que “los mecanismos que se ponen en marcha durante el enamoramiento son los mismos que los que actúan cuando una persona se vuelve adicta” a alguna sustancia. Por lo que sentenció que el amor “es una adicción».

Sin embargo, esta “adicción” tiene un tiempo límite y “solo dura entre dos y tres años». Después de esto “los receptores de estímulos se van saturando y pasan a actuar las hormonas endorfinas que son las causantes, entre otros aspectos, del placer y la tranquilidad».

PD

[*FP}– De la Seguridad Social española durante el franquismo

Carlos M. Padrón

A la edad de 18 años “dejé el nido” —expresión usada por mi padre cuando alguien abandonaba la casa de sus progenitores para “volar” por cuenta propia— para ir a trabajar en Santa Cruz de Tenerife, donde Carmen, una prima hermana de mi madre, hija de mi tío-abuelo Pedro Castillo, me había conseguido empleo como contable (contador) en la llamada “Agencia de Aduanas de Emiliano Martín Hernández”. El tal don Emiliano era padre de una alumna de Carmen, a quien, si mal no recuerdo, llamaban Mari Lola.

La Agencia operaba en el segundo piso de un ya entonces viejo edificio, hoy desaparecido, exactamente en la Calle La Marina N° 13, Teléfono 3809, y se dedicaba mayormente al empaquetado y embarque de plátanos, En esa Agencia trabajé unos 45 meses: desde mediados de septiembre de 1957 hasta finales de junio de 1961, cuando renuncié para viajar a Venezuela con mis padres y mis dos hermanas.

Me sentaba yo en uno de esos muebles antiguos y altos, que tenían forma de casi ‘V’ invertida, en los que cada lado de esa ‘V’ era una superficie bastante amplia que servía como tope de escritorio, y también era tapa de un cajón o gaveta donde guardar material de trabajo. Al centro de esas dos vertientes, inclinadas hacia quien se sentara en el mueble, tenía éste una especie de repisa sobre la que yo colocaba los libros de contabilidad que, por falta de espacio, no guardaba bajo llave en el cajón.

En esta foto pueden verse, en lo alto del mueble, los libros a que me refiero.

Miguel Vidal, que era de La Palma y trabajaba también en la Agencia, aparece sentado en el lado contrario al que yo ocupaba. Se sentó ahí sólo para la foto, pues ése era el puesto de trabajo de un funcionario de la Seguridad Social que en las mañanas trabaja en esa entidad ─que, si mal no recuerdo, tenía un horario muy cómodo, como de 9 a 14 o algo así─, y en la segunda mitad de las tardes venía a manejar lo relacionado con la Seguridad Social del personal de la Agencia.

El detalle de lo que “El Funcionario” hacía —en adelante me referiré a él por ese nombre— y de cómo lo hacía, nunca lo supe, y dada mi educación y mi corta edad, no era prudente que yo preguntara.

La superficie de trabajo de su lado del mueble, o sea, la tapa del cajón, la mantenía siempre trancada si él no estaba presente; la abría al llegar, y la trancaba al salir, llevándose consigo la llave.

Hicimos buena amistad, y muchos días, al terminar las labores, El Funcionario y yo salíamos juntos y caminábamos por el resto de la calle La Marina, atravesábamos la Plaza de La Candelaria, y subíamos por la Calle El Castillo hasta la Plaza Weyler, donde nos separábamos porque él vivía entonces en esa zona.

Mi sueldo era de 1.200 pesetas al mes, que me pagaban a veces en efectivo y otras veces en un cheque, no recuerdo si a mi nombre o al portador, que yo cobraba en el Banco de Bilbao que estaba en la misma Calle La Marina antes de llegar a la Calle San José.

Aunque no recuerdo que me pidieran que firmara un recibo, siempre hice los correspondientes asientos contables, pues, de lo contrario, la contabilidad no habría cuadrado. Y haciendo memoria después de tantos años, creo que El Funcionario era quien escribía el cheque que él mismo presentaba a la firma de don Emiliano Martín, y éste me lo entregaba cuando lo había firmado.

Con la primera cámara fotográfica que tuve en mi vida, tomé, entre otras, la foto anterior y también ésta, en la que aparecemos la mayoría de los que entonces trabajábamos en la Agencia:

De izquierda a derecha.
• De pie: José Manuel Bethencourt, Clotario Rodríguez, Sotero Hernández, Antonio Blanco, y Manuel Tejera.
• En cuclillas: Alfonso Ferrer, Carlos M. Padrón, y Antonio (no recuerdo el apellido).

Desde que llegué a Venezuela mantuve correspondencia con El Funcionario, y cuando en 1969 murió mi padre, fue El Funcionario quien, a petición mía, ayudó a mi madre en los trámites para que ella cobrara su pensión de viudedad, lo cual le agradecimos todos en mi familia.

Cada año nos cruzábamos, además de las tarjetas de navidad, unas dos o tres cartas. Yo, fiel a mi costumbre, respondía enseguida las suyas, y él a veces se tomaba casi dos meses para contestar a las mías. Todo funcionó así desde 1962 y durante los años posteriores, hasta que con fecha 01/02/1987 le envié una carta que, pasados los meses y también dos años, nunca recibió respuesta.

Preocupado por ese para mí inexplicable silencio, cuando un amigo de nombre Juan iba a regresar a Tenerife, luego de que él y su esposa vinieran a conocer Venezuela y pasaran en mi casa unos días de septiembre de 1989, le dí copia de esa carta enviada por mí a El Funcionario con fecha 01/02/1987, y le pedí que me hiciera el favor de ir a su casa y entregársela personalmente.

Así lo hizo Juan, y luego me contó que lo había recibido la esposa de El Funcionario, que se mostró extrañada porque, según le dijo, allí no había llegado nunca esa carta mía. Sin embargo, ésa que Juan entregó en propia mano tampoco recibió respuesta, lo cual avivó mis sospechas porque una parte de ella decía así:

Caracas, 1 de Febrero de 1987

Dn.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Santa Cruz de Tenerife
C A N A R I A S

Estimado Amigo:
../…

Fui al Consulado la semana pasada, y la señora que me atendió, esposa de un ex-compañero de trabajo en IBM, me dijo que puedo solicitar mi afiliación a la Previsión Social ya que yo trabajé en España como empleado. Y es aquí donde entras tú, pues pienso que si esto, que me interesa sobremanera, es factible, tú podrías ayudarme a conseguirlo.

¿Sabes algo al respecto? ¿Qué debo hacer? Entiendo que yo tendría que pagar una cantidad inicial y continuar luego cotizando periódicamente, pero también entiendo que habría que “desenterrar” ahí algo que fuera demostrativo de que trabajé como empleado, y yo, desde aquí, no creo poder hacer eso. ¿Puedes ayudarme?

../…

Recibe mis gracias anticipadas por tu atención, un saludo para toda tu familia, y un cariñoso abrazo para ti de tu amigo,

________________
Carlos M. Padrón

Era muy raro que todas mis cartas a El Funcionario hubieran recibido debida respuesta excepto ésta, única en la que yo había tocado el punto de mi situación ante la Seguridad Social.

Para salir de dudas, le pedí a Juan el favor de que averiguara tal situación. Su respuesta fue que yo no aparecía ahí por lado alguno: simplemente, yo no existía para ese organismo.

¿Quién cree usted, amable lector/a, que sea el responsable de que la “Agencia de Aduanas de Emiliano Martín Hernández” no me diera de alta en la Seguridad Social?

Si el actual Gobierno de España se ha preocupado tanto por subsanar los desmanes, reales o supuestos, hechos bajo el franquismo, y de defender los derechos de los trabajadores, ¿ha previsto algo que permita hacer justicia en casos como el mío, y, por ejemplo, recoger testimonio de quienes fueron mis compañeros de trabajo, de forma que se me reconozcan los 45 meses trabajados?

Hasta donde se me ha dicho, no hay nada que hacer en mi caso, y si regreso a España sólo tendré derecho a la pensión básica, pero no a otra que pudiera fundamentarse en esos 45 meses que allá trabajé.

[*Otros}– Un gomero ilustre: Luis Fernández Pérez

“EL DÍA” (Canarias), 30 de agosto de 2007

En fecha de su muerte, el Cronista de la Isla de El Hierro, don Dacio Darias Padrón, escribía en un sentido artículo que gracias al trabajo de su entrañable amigo, Luis Fernández Pérez, exhumó glorias auténticas de aquella isla de sus amores y enseñanzas biográficas sobre sus hijos preclaros, harto olvidados o desconocidos, hasta entonces, por los hombres de su generación.

Es bien clara muestra su archivo de fondos gomeros, los que siempre tuvo generosamente abiertos para todo el mundo, y que aquel Cabildo, subrayando sus méritos personales, premió otorgándole el título de Cronista Oficial de aquella isla.

Fruto de su amor por La Gomera, supo sacar tiempo de sus deberes, como padre de familia numerosa y como maestro nacional, para promover la restauración de la antigua iglesia conventual dominica, hoy elevada a parroquia en su pueblo, Hermigua, así como que se diera el actual trazado a la actual carretera de la villa capital a su villa nativa.

Durante la dictadura de Primo de Rivera desempeñó con singular imparcialidad y austero comportamiento la alcaldía de San Sebastián de La Gomera, y también fue por algún tiempo activo y celoso consejero de aquel Cabildo.

Trasladado a Tenerife, además de continuar atendiendo sus deberes familiares y sus labores docentes e investigaciones personales, colaboró como agregado al Instituto de Estudios Canarios y como secretario general de la Económica de Tenerife.

Meditar sobre esta celebración me ha ayudado a descubrir la profunda y enriquecedora huella que mi querido padre dejó en mi vida y en la de mis hermanos, del que su amigo don Dacio Darias escribió “Buen y pacífico ciudadano, a la par que excelente amigo, buen compañero de los suyos, a todo el mundo trató con llaneza, cordialidad y afecto. Era popular en La Laguna, entre todas las clases sociales. Y muy querido y apreciado en su isla nativa, especialmente en Hermigua. Notable erudito en antigüedades gomeras y primer cronista oficial que ha tenido la isla, hace pocos años fallecido con gran sentimiento de los que en vida supimos apreciar su caballerosidad innata, su gran modestia y sus no menores virtudes públicas y privadas».

El Cabildo de La Gomera ha financiado el laborioso trabajo realizado por Gloria Díaz Padilla, recogido en dos tomos sobre la “Colección documental de la Gomera del fondo Luis Fernández (1536 – 1646)” así como su “Relación de palabras de la lengua indígena de La Gomera, trabajado también por Carmen Díaz, Francisco Javier Castillo y Gloria Díaz.

Numerosos gomeros emigrados a Cuba y Venezuela solicitaron a mi padre que les confeccionase su árbol genealógico, que gustosamente les remitía.

Pienso que hoy, en que tanto se habla de nacionalismos, este fondo y las obras arriba indicadas deben ser conocidas, en especial por cuantos tenemos raíces gomeras, pues al enriquecernos con un mejor conocimiento de la Isla, de su historia y sus costumbres, más la querremos.

***
Cortesía de Fabián Trujillo Plasencia

[*Otros}– Nuestra Señora de Montserrat, San Andrés y Sauces (La Palma)

José Guillermo Rodríguez Escudero

Una tabla flamenca de la “Virgen de La Montaña” en la Villa de San Andrés y Sauces, en La Palma

De entre el fabuloso legado flamenco llegado a La Palma durante el siglo XVI, podemos destacar una pintura de excepcional valor. Se trata de un enorme cuadro de altar que hasta finales del siglo XVII presidió el oratorio puesto bajo su advocación en el ingenio azucarero de Los Sauces.

Durante unos cien años, esta excepcional pintura estuvo colocada en el altar mayor de ese templo hasta que en 1686 fuera sustituida por un retablo de madera de tres nichos y sagrario procedente del desamortizado convento de Santa Clara de la capital palmera.

En esos instantes fue instalada en el altar de San Amaro hasta que posteriormente pasó al coro bajo de la antigua iglesia. En 1960 se demolió este templo y actualmente está emplazada en el baptisterio de la actual parroquia de Montserrat del término municipal norteño de San Andrés y Sauces.

El profesor palmero Pérez Morera, en su completo estudio sobre esta magnífica pieza informa de que fue “pintada en los Países Bajos en el último cuarto del siglo XVI” y que la obra ha sido “adscrita a la escuela de Brujas”.

Tanto por su iconografía como por su calidad, esta pintura es un importante ejemplo de cómo el tema de Montserrat, símbolo emblemático de la identidad cultural catalana, se halla vinculado a la expansión económica y comercial de ese pueblo desde la Edad Media.

La representación de la sagrada montaña catalana donde se ubica el monasterio benedictino de Montserrat ha sido expuesta en miles de estampas distribuidas desde el siglo XV entre la multitud de peregrinos, ansiosos por llevarse un recuerdo del cenobio. Así, esta iconografía mariana llegó hasta los confines de la Tierra. Se cree que la representación de ese monte procede de una estampa grabada en Roma en 1572 por Antonio Lafreri.

Díaz Padrón, conservador de pintura flamenca y holandesa del prestigioso Museo del Prado de Madrid, atribuye la autoría de la tabla al gran último epígono de esa escuela, Pierre Pourbus el Viejo (1523-1584), “aunque con las reservas de una sospecha verosímil”.

La bella pintura fue encargada a Flandes por los dueños de la denominada Hacienda de los Señores o Heredamiento de los Catalanes, a quienes correspondía el patronazgo de la iglesia de Montserrat. Ésta fue erigida en 1513 para atender las necesidades espirituales de los dueños y trabajadores del ingenio de azúcar, fundado por el catalán Marcos Roberto de Montserrat, de la importante dinastía de los Benavent. Por este motivo fue consagrado a la patrona del rico mercader. Un cuñado de éste, llamado Pedro de Benavent, había prestado enormes sumas de dinero para financiar la conquista de La Palma.

En premio a este gran servicio, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo entregó las tierras y aguas del río de Los Sauces para que allí construyera un ingenio azucarero. Su apoderado, el mercader catalán Gabriel de Socarrás, tomó posesión de esta data en 1502 y también obtuvo repartimiento de tierras en Los Sauces. Como testimonio de su fervor hacia la patrona catalana, edificó la capilla bajo esta advocación mariana en el convento franciscano de Santa Cruz de La Palma.

La efigie sevillana de la “Virgen de Montserrat” actualmente se encuentra en la capilla de “San Nicolás de Bari” del mismo templo, mientras que en la primitiva se encuentra entronizado el venerado “Señor de la Piedra Fría” en su retablo churrigueresco.

El profesor Pérez Morera sigue informando de que “suponemos que la tabla llegó de Flandes por mediación de Tomás Van de Walle de Cervellón, natural de Brujas y mayordomo de la iglesia de Montserrat desde 1590”. Este caballero había adquirido una de las dos grandes haciendas de cañaverales, el heredamiento de los catalanes, en 1588, junto con el patronazgo de la iglesia.

Ya en el primer inventario de este templo de 1616 se cita como “una ymagen de Nuestra Señora de Monserrate grande, pintada al olio, que coxe todo el altar; es quadro con su bastidor dorado”. El mismo investigador nos indica que este mismo marco es el que afortunadamente tiene el lienzo, “de excepcional valor estético y documental”.

También lo describe como un marco formado por dos molduras doradas que dejan entre sí un ancho espacio decorado con finas cintas entrelazadas, cartelas y espejos, en oro, rojo y verde, que se reparten sobre las superficies lisas y blancas de los fondos. También consta en el inventario de 1679. Allí figura como “vn retablo de pintura de Nuestra Señora de Montserrate con guarnición ancha de madera dorada”.

La flamante patrona de la localidad, la venerada imagen de bulto de la misma advocación, se hallaba colocada sobre el sagrario que se ubicaba delante del cuadro que nos ocupa. Es una bella escultura en madera policromada del siglo XVI y que actualmente preside el templo parroquial.

Pérez Morera nos informa de que los dos angelitos que poseía bajo sus pies aserrando una montaña —atributo iconográfico de la patrona catalana— lamentablemente ya no existen. Existe constancia documental ya desde 1676 en la visita que realizara el licenciado don Juan Pinto de Guisla a la iglesia saucera. La bella imagen sigue saliendo en procesión en su onomástica, el 27 de abril y en las fiestas patronales de septiembre. Sus preciosas andas de baldaquino son portadas a hombros en estas solemnidades, siendo acompañadas por numerosos fieles.

La pintura representa la santa montaña catalana tal y como aparecía en la estampa de Lafreri. La Virgen aparece con el Niño en brazos en el tercio superior del cuadro, envuelta en nubes y entronizada sobre la cúspide del monte. La rodean ángeles y dos de ellos mantienen una corona sobre su cabeza. Pérez Morera nos indica también que la escena superior, clásica y romanista, ha sido creada por un maestro, mientras que la pormenorizada descripción de la montaña debe ser obra de discípulos o aprendices. Nos la describe así: “Es una Madona de formas rotundas y elegantes, cuyo modelado acusa el clasicismo del renacimiento a la italiana. La nota de humanidad la imprime el Niño Jesús que tira de la toca blanca que cubre la cabeza de María, símbolo de la maternidad”

En el tercio inferior viene representada la villa prioral de Collbató, junto al río Llobregat, desde donde se inicia la cuesta ascendente y el camino en zigzag por donde los peregrinos accederán al monasterio. En el ascenso se observan los siete cruceros de piedra, que representan los mandados a hacer por Pedro III el Ceremonioso en el siglo XIV, donde se invitaba al romero a descansar en una breve meditación.

La iglesia está rodeada por las casas de los lugareños. Con detalle son narradas escenas de la vida cotidiana: un campesino con su mula, dos pastores cuidando ovejas… Pérez Morera nos sigue deleitando con la descripción: “la imaginación del pintor flamenco ha transformado al muchacho que en el grabado saca agua del pozo en una mujer, con toca blanca, que mira hacia el espectador; y al ocioso aldeano sentado junto al cobertizo en un joven meditabundo, que apoya la cabeza en una mano, remedando a la Melancolía Saturniana”. Es curioso cómo se asemeja éste al mencionado “Cristo de la Piedra Fría”.

Nuevamente aparece la Virgen sentada en un trono y rodeada de cuatro ángeles cuyas alas están extendidas mientras la coronan y dos pequeños querubines, en atrevidos escorzos, vuelven a cortar el peñasco bajo sus pies con una afilada sierra. Se repite la misma escena descrita anteriormente pero en formato diminuto. Esta gloriosa aparición es contemplada por los dos pastores mencionados. Según una tradición, unos pastorcillos del pueblo de Aulesa vieron un resplandor en una cueva donde se encontró la imagen de la Virgen. Se cuenta que allí fue escondida cuando los musulmanes asolaron Cataluña en el año 718.

En la mitad de la montaña de Montserrat o “Monte Serrado” aparece la abadía del mismo nombre y sobre ella aparecen dispersas numerosas ermitas así como anacoretas y ermitaños.

Fuente

***

BIBLIOGRAFÍA.

• DÍAZ PADRÓN, Matías. «Pintura», Arte flamenco en La Palma, 1985

• PÉREZ MORERA, Jesús. «El grabado como fuente iconográfica: el tema de la Virgen de Montserrat en la pintura flamenca y peruana», Homenaje a Hernández Perera, Madrid, 1992

— ídem. «La Virgen de Montserrat», Cuadernos de Cultura, nº 2, Ilmo. Ayuntamiento de San Andrés y Sauces, 1999.

— ídem. «El heredamiento de los catalanes», La cultura del azúcar. Los ingenios de Argual y Tazacorte, 1994.

[*Drog}– Polémico incesto en Australia

El artículo que sigue, publicado en Periodista Digital (PD) el 09/04/08 es de los que pone los pelos de punta. A mí me causa ese efecto por dos motivos;

1. Ante un caso de claro incesto entre padre e hija, del cual han nacido dos hijos, uno con malformaciones, la Justicia impone la condena de un período de tres años durante los cuales no pueden tener relaciones sexuales. Esto es degeneración social que ha alcanzado a la supuesta Justicia

2. A título de justificación —para quien así quiera creerlo—, el padre explica lo ocurrido entre él y su hija porque las emociones pudieron más, porque las emociones mandan, y, “como la gente sin duda sabe, hay momentos en la vida en que las emociones guían el corazón y la cabeza”.

Esta explicación, que no justificación, contiene dos terribles aseveraciones:

• Lo de que “como la gente sin duda sabe”, que apela a lo que mencioné en un artículo sobre este tema: el convencimiento social actual, y la creencia muy extendida, de que el drogamor es bueno y fiable como base para llegar al matrimonio.

• Lo de dar por sentado y aceptable que “hay momentos en la vida en que las emociones guían el corazón y la cabeza”. Cuando en una relación entre hombre y mujer se deja que las emociones guíen la cabeza, estamos ante un claro caso de drogamor, peligroso como todos ellos, y asqueroso especialmente en éste en el que hay involucradas vidas inocentes.

Carlos M. Padrón

***

09.04.08

Una mujer australiana de 39 años ha defendido en un programa de televisión la relación que mantiene con su padre, 22 años mayor.

Ella era un bebé de apenas doce meses cuando se separó de su padre. Treinta años después se reencontraron, se enamoraron y tuvieron hijos. Uno murió y otro ha nacido con malformaciones. Han sido condenados a vivir tres años sin mantener relaciones. Ellos piden “respeto y compresión».

En declaraciones al programa “60 Minutes», Jenny Deaves dijo que ella y su padre están en una relación con consentimiento. “Sólo pedimos un poco de respeto y comprensión», añadió.

Jenny tenía 31 años cuando volvió a verse con su padre John Deaves, quien se separó de la madre de ella treinta años antes cuando Jenny era un bebé de apenas doce meses. Poco después del encuentro, Jenny ya había pensado en iniciar una relación sexual con su padre. “Lo miraba como diciendo, vaya, no está tan mal», recordó.

La pareja se presentó en el programa con su pequeña hija de nueve años. La menor es la tercera hija, y en este caso también medio hermana de Jenny.

John Deaves reconoció saber que era ilegal tener relaciones sexuales con su hija, pero que las emociones pudieron más. “Las emociones mandan, como la gente sin duda sabe; hay momentos en la vida en que las emociones guían el corazón y la cabeza“, dijo.

Tanto el padre como la hija fueron hallados culpables en marzo pasado de dos cargos de incesto. El juez impuso una medida de “buena conducta” por un período de tres años y por la que no pueden tener relaciones sexuales, según informó la agencia AFP.

PD

[*Drog}– El (drog)amor es ciego … y maternal

Ésta sí que es una noticia importante: la similitud entre el amor romántico —léase drogamor— y el maternal, pues en ambos se pierde la capacidad de criticar a la pareja (romántico) o a los hijos (maternal).

Entre las muchas madres biológicas que he conocido, muy pocas se han revelado como capaces de ver, y de aceptar que son reales, los defectos de sus hijos, y menos aún el que ellos hayan delinquido.

Por el contrario, al decir de estas madres, sus hijos son lo mejor de lo mejor, y sin rubor lo pregonan a los cuatro vientos. Y cuando oigo que una madre se expresa así, compadezco al hijo, aun sin conocerlo, y me pregunto cuándo podrán las mujeres dejar de reaccionar como madres animales —o “bioanimales” (= madre biológica que en su rol de madre se comporta como una madre animal), y hacerlo como seres racionales —o como madres “biorracionales” (= madre biológica que en su rol de madre se comporta como un ser racional)—, sin dejarse llevar por un instinto de origen animal destinado a proteger a las crías.

¿Dónde queda eso de que somos seres racionales? Hasta los animales usan este instinto mejor que las madres humanas, pues las madres animales protegen como tales a sus crías hasta qué éstas alcanzan cierta edad; luego, si te vi no te conozco. No sería bueno, ni sería racional, que las madres humanas llegaran a ese extremo, pero tampoco que se sitúen en el opuesto, que es donde están las más de ellas.

Tal vez yo sea sensible a esto porque en El Paso, el pueblo en que me crié, se hacían burlas a a espaldas de los padres o madres que vivían en perenne alabanza de sus hijos, o se les enfrentaba cara a cara cuando se negaban a aceptar la evidencia de que sus vástagos habían hecho algo malo. En El Paso de entonces era común que los padres le hicieran notar a sus hijos los malos rasgos de su carácter o conducta, pero no que alabaran los buenos, ya fueran reales o supuestos.

Para complicar la situación, cuando más bioanimal es una madre, peor pareja es, pues la dedicación a su cría —sea una o sean varias— le exige tiempo y atención que, de no ser por la cría, podría dedicar a su relación de pareja. De ahí el origen del “Para la pura relación de pareja, los hijos son un estorbo”. Y tanto más estorbo son cuanto más bioanimal sea su madre.

Dicen que se ha descubierto que existen diferencias entre géneros —¿insólito, verdad?—, y en la lista de tales diferencias está la forma en que hombres y mujeres ven a sus hijos, pues son más las madres bioanimales que los padres bioanimales. De esto se deduce que llegar a la tan cacareada igualdad entre los sexos requiere que las mujeres bajen su nivel de “bioanimalidad”, que es el que les lleva a casi la histeria cuando creen o saben que no podrán ser madres.

Como ya he mencionado antes, el drogamor sí es un sentimiento, pero el amor no, aunque la RAE diga que sí. El drogamor, como muy bien lo define Mara Dierssen —que en su definición se refiere al enamoramiento o drogamor—, es “una adicción química entre dos personas”. Nótese lo de adicción, muy propio de las drogas, y recuérdese lo que éstas pueden hacer a sus adictos.

Y si el amor romántico —o sea, el drogamor— vuelve imbécil a quien lo padece, ¿qué calificativo merece la bioanimal?

Carlos M. Padrón

P.D.: Un chiste que ilustra cómo suele pensar una madre bioanimal:

Dos señoras se encontraron después de un buen tiempo sin verse. Una le preguntó a la otra:

—¿Cómo están tus hijos, Rosa y Francisco?

—Ay, querida, Rosa se casó muy bien. Tiene un esposo maravilloso. Es él quien se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, prepara el café en la mañana, lava los platos y ayuda en la cocina. Después de todo esto se va a trabajar. Un amor de yerno, gracias a Dios.

—¡Que bien, querida amiga! Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?

—También se casó, pero tuvo mala suerte; su matrimonio anda muy mal. Imagínate que él tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, hacer el café en la mañana, lavar los platos y ayudar en la cocina. Y después de todo esto, ¡¡¡sale a trabajar para mantener a la perezosa y desgraciada de mi nuera!!!

***

24.03.08

(PD).- Las últimas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro sostienen que las personas que están realmente enamoradas pierden la capacidad de criticar a sus parejas, es decir, se vuelven incapaces de ver sus defectos, lo que viene a confirmar aquel popular refrán que asegura que “el amor es ciego».

Al menos esto es lo que sucede en los casos de amor romántico o maternal, en los que se ha detectado que, ante determinados sentimientos, se activan las mismas regiones del cerebro, según ha explicado la neurobióloga Mara Dierssen, investigadora del Centro de Regulación Genómica de Barcelona.

Lo más curioso del caso, sin embargo, es que, paralelamente a esta estimulación que se produce en las mismas regiones cerebrales, en ambos tipos de amor se “desactiva” la zona del cerebro encargada del juicio social y de la evaluación de las personas. Se suprime, por tanto, la capacidad de criticar a los seres queridos, una situación que se reproduce tanto en humanos como en animales.

“Cuando nos enamoramos perdemos la capacidad de criticar a nuestra pareja, por lo que puede decirse que, en cierta manera, el amor es ciego», señala Dierssen, que recientemente ha participado en un ciclo sobre Amor, ciencia y sexo organizado por la Obra Social de La Caixa.

Adicción química

Los estudios que desde hace varios años se llevan a cabo en humanos y ratones para conocer el complejo funcionamiento del cerebro están aportando datos tan novedosos como sorprendentes en el siempre estimulante terreno del amor. Estos avances están ayudando, por ejemplo, a responder a preguntas tan básicas, pero también tan enigmáticas y sugestivas, como qué pasa en nuestro interior cuando nos enamoramos, qué sucede en el cerebro o por qué sentimos, o no, deseo sexual.

El diccionario de la Real Academia Española define el amor como “un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser». Para Mara Dierssen, sin embargo, el amor es algo más simple: “Una adicción química entre dos personas».

Dice esta investigadora que cuando existe enamoramiento de verdad se dan, en mayor o en menor medida, una serie de circunstancias comunes, como la atracción física, el apetito sexual o el afecto y el apego duradero. Estos sentimientos desencadenan en nuestro interior un conjunto de alteraciones químicas que generan sustancias como la dopamina, responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, implicada en los pensamientos obsesivos.

El análisis de estos aspectos, así como de la actividad cerebral, también ha permitido constatar que el cerebro de hombres y mujeres funciona de manera diferente en cuanto al amor se refiere, y que cuestiones como los diferentes niveles de apetencia sexual tienen una explicación científica. “Se ha descubierto que existen diferencias entre géneros, de manera que el hombre es más sexual, tiene un apetito sexual más constante, mientras que la mujer es más sensitiva», explica Dierssen. Incluso la infidelidad afecta de manera diferente a unas y otras especies.

PD

***

01/04/2008

Jesús Sancho

La neurobióloga e investigadora del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, Mara Dierssen, participó en una conferencia que trató estos temas y que sirvió para clausurar la Semana Mundial del Cerebro celebrada en la Ciudad Condal. Dierssen ahora desgrana en esta entrevista con todo detalle científico aquel tópico de que el amor es ciego.

La Ciencia se ha lanzado a descubrir los secretos del amor. Las últimas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro han revelado que las personas cuando se enamoran pierden la capacidad de criticar a sus parejas al desactivarse las áreas del cerebro que tienen que ver con las emociones negativas.

-¿Qué es lo que pasa en el interior de nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
-Estudios de neuroimagen muestran que en las primeras fases de amor romántico se desactivan las áreas del cerebro que tienen que ver con las emociones negativas. Y eso se podría interpretar como que cuando estamos enamorados nos sentimos más fuertes, capaces de todo, y las emociones positivas imperan, según la antropóloga Helen Fisher o el neurobiólogo Semiz Zeki.

-Entonces, ¿se puede decir que el amor es ciego?
-En cierta manera el hecho de que las áreas que tienen que ver con el juicio crítico social se desactiven proporcionaría una explicación neurológica de que el amor es ciego ya que, cuando valoramos a la persona que queremos, nuestra capacidad de juicio se reduce. Pero todas las fases del enamoramiento no son iguales, y estamos hablando fundamentalmente de una fase relativamente todavía inicial.

-¿Y qué queda de aquello del amor romántico?
-¡Incluso en la literatura el amor romántico tampoco es eterno! De hecho, desde un punto de vista biológico, ese amor romántico requiere una inversión energética muy importante, y nuestro cerebro está construido para poder habituarse a los estímulos. La habituación es un tipo de aprendizaje en el cual la respuesta frente algo novedoso va disminuyendo con el tiempo lo mismo sucede con las personas que conocemos aunque no estemos enamoradas de ellas.

-¿Usted cómo definiría el amor?
-Desde un punto de visto neurobiológico, el amor es una emoción compleja, un sentimiento privado que se acompaña de elementos de pasión, de deseo y de placer, pero que tiene diferentes fases, según la antropóloga Helen Fisher. Y ese enamoramiento romántico y obsesivo daría paso a una emoción más compleja y elaborada que requiere la formación de lazos estables. Para mí el amor también es entrega, dar sin esperar a recibir nada a cambio.

-¿El proceso de enamoramiento entre el hombre y la mujer es el mismo?
-Los trabajos de Fisher indican que el hombre tiende a ser estimulado más por señales visuales y de forma más constante, mientras que la mujer está influida por otro tipo de elementos. Por ejemplo, existen algunos estudios en los que se realizaron encuestas a estudiantes de un entorno universitario y mostraban que las mujeres tenían más preferencia por personas que denotaban capacidad de protección, un aspecto más tierno o una mayor intención de mantener una relación estable e invertir en ella, y no por los que tenían el aspecto musculoso, que típicamente asociamos al concepto de atracción.

-¿Científicamente también me puede explicar cómo se inicia el deseo sexual?
-Aquí hay mucha controversia, y además hay que puntualizar que en el enamoramiento se dan unos condicionantes culturales y sociales importantes. Pero hay dos elementos fundamentales que influyen en la atracción. El primero es visual, los humanos tenemos un cerebro muy visual y te puedes enamorar de una persona que, por ejemplo, sale en una película. Y el otro elemento que influye es el sistema olfatorio, que parece ser que tiene una gran importancia en el deseo sexual y la capacidad de reconocer el atractivo de la persona querida.

-Una de las caras amargas del amor, sobre todo quien la sufre y causa de ruptura de muchas parejas, es la infidelidad. ¿Se puede hablar de una base genética de la infidelidad?
-En cualquier caso si nos hemos de basar en el hecho cultural y en los perfiles conductuales que observamos en la población general, parece que no se puede concluir que somos monógamos por naturaleza porque la tendencia es más bien a la promiscuidad sin que eso quiera decir que no podamos establecer relaciones monógamas y que no haya muchas parejas que lo sean.

-Entonces se puede concluir que somos un poco promiscuos…
-Lo que está claro es que si hubiera por naturaleza una tendencia a la monogamia, no existiría la poligamia. El perfil global de la población sugiere más bien que somos tendentes a la monogamia de forma cultural, aunque tenemos también un componente de promiscuidad. De hecho, algunos investigadores, como Tom Insel, apuntan a que la monogamia no existe, aunque si puede existir una monogamia sucesiva, es decir, que somos monógamos durante un tiempo y luego cambiamos de pareja y somos monógamos durante otro tiempo.

-El cerebro ha sido uno de los órganos más estudiados pero a la vez uno de los más desconocidos. ¿A qué se debe?
-Hemos avanzado mucho en el conocimiento del cerebro, pero todavía no tenemos muy claro el por qué, es decir, cómo se traduce toda esa información en consciencia, abstracción o sentimientos, y cómo pasamos de esos patrones de activación cerebral al proceso mental.

-¿Considera que la Ciencia se puede ocupar de cualquier cuestión o tiene también sus propios límites?
-Todo lo que surge en nuestro cerebro es susceptible de ser estudiado por la neurociencia. Otra cosa es que, por supuesto, existen límites técnicos o derivados del propio interés temático del científico.

La Vanguardia