1997
La mayoría de las mujeres con quienes he hablado al respecto opinan que un hombre como yo, al igual que cualquier otro en mi condición ─divorciado y muy cerca de los 60─ debe buscar pareja estable o, para usar la expresión que ellas más usan, debe ‘rehacer su vida’.
Salvo contadas excepciones, las razones que me dan son cuatro:
Por lo menos hasta el momento ni siquiera las cuatro razones juntas justifican para mí la formalización de un vínculo de pareja estable, pues lo que yo espero de ésta es algo más, algo de índole menos material y más elevada, menos de actitudes y más de valores.
Lo que hay tras esas cuatro razones es, aunque válido, algo que se puede fingir y comprar; lo que hay tras lo que yo busco, no.
Carlos M. Padrón
