[*Otros}– Palmeros en América / David W. Fernández – Padre José de Arce y Rojas, «Apóstol del Paraguay» (3/4)

Padre José de Arce y Rojas
(1640-1715)

En este año de 1691 recibió en Tarija, donde se hallaba de visita el Padre Provincial, R. P. Gregorio de Orozco, la carta del Gobernador de Santa Cruz de la Sierra, que desde Tariquea le enviaba el padre Arce. El Padre Provincial ordenó a] padre Arce que fuera en busca de los orígenes del río Paraguay y visitara las dos recién fundadas reducciones de los chiriguanás, Presentación y San Ignacio, explorando en el interin las voluntades de los chiquitos y de las otras tribus indias que se hallasen dispuestas a recibir la evangelización. Ordenábale, asimismo, que a lo largo de la ribera de aquel río esperara la llegada de varios padres que habrían de salir de las misiones de los guaraníes, y emprendieron por agua el camino hacia el lago de los Xarajes a fin de que fueran sus compañeros en las conversiones de aquellos pueblos,

El padre Arce, en ejecución de esta orden, partió de Tarija con el hermano Antonio de Ribas, pero al llegar a Santa Cruz de la Sierra, en noviembre de 1691, lo halló cambiando de gobiemo. El nuevo Gobernador lo desanimó en su empresa poniéndole muchos obstáculos, pero, vencidos éstos, se dispuso con su acompañante, y dos mozos que le servirían de guías hasta las primeras rancherías de los pinocas, a penetrar en la tierra de los chiquitos, poniéndose en marcha el 9 de diciembre de 1691 y llegando en los últimos días de dicho mes, después de vencer las dificultades del camino. Hallaron a los indios contagiados de viruela, y determinaron quedarse entre ellos.

El 31 de diciembre levantaron una cruz delante de la cual rezó el padre Arce la letanía lauretana estando todos los indios arrodillados. El 14 de enero de 1692 tenía ya acabada la iglesia que se llamó de San Francisco Javier de los Pinocas. Comenzó a predicar el evangelio con todo éxito. Su fama llegó a los perroquis, que estaban más adelante, cerca de Santa Cruz de la Sierra, los cuales alimentaron en tal número la feligresía que el padre Arce enfermó debido al esfuerzo en su trabajo.

A mediados de febrero de 1692 llegó hasta ‘la reducción de San Francisco Javier de los Pinocas la noticia de que los portugueses de San Pablo y otros lugares del Brasil habían pasado en enero el río Paraguay, y se decía que querían destruir Santa Cruz de la Sierra. En conocimiento de esto, el padre Arce, con tres indios prácticos pasó por los boros, tabicas, taucas y otros, siempre con rumbo hacia Oriente y siendo recibido por todos los indios con muestras de alegría y peticiones de que los evangelizase.

Comprobó la presencia de los mamelucos, porque desde los taucas se oían los tiros de sus escopetas, y logró que los indios se retirasen, escogiendo el Capoco, donde poco después se fundó la reducción de San Rafael de los Chiquitos. Volvió el Padre Arce a la reducción de San Francisco Javier de los Pinocas, distante unos 300 kilómetros de estos parajes, y luego fue a dar lo ocurrido al Gobernador de Santa Cruz de la Sierra, quien despachó un cabo y doce soldados para que reconocieran la tierra y certificasen el número de fuerzas del enemigo, y con su noticia despachó 130 soldados, con su caudillo. Al llegar a San Francisco Javier de los Pinocas se ie juntaron 500 indios chiquitos flecheros. El padre Arce dispuso que la reducción de San Francisco Javier de los Pinocas se trasladara a un lugar más cómodo y abierto, y que era a su vez más seguro y fuerte, sobre el río que los indios llamaban Apere y los españoles San Miguel. Así quedó desamparado el antiguo emplazamiento de la reducción [3].

En este tiempo fue nombrado Provincial el R. P. Lauro Núñez, por lo que el padre Arce se vio precisado a volver a Tarija con el fin de consultarle. De paso por los chiriguanás, encomendó el pueblo de Presentación al cuidado del padre Zea, y el de San Ignacio a los padres José Tolu y Felipe Suárez.

Una vez en Tarija, el nuevo Padre Provincial ordenó que el padre Zea le sucediese en el oficio de Superior, y él se quedase en Presentación, y que los padres Diego Centeno y Francisco Hervás pasasen a los chiquitos.

Con motivo de haber sido descubierto lo que ellos pensaron que era el río Paraguay por la banda de los chiquitos, y que era en realidad un lago, el Padre Superior, R. P. Jose Tolu, determinó que pasasen a dar la noticia al Padre Provincial que lo era, por segunda vez, el R. P. Lauro Núñez. Éste se llenó de gozo y dispuso que los cinco misioneros antiguos de los guaraníes, con un padre coadjutor, fueran en busca del camino que ya se juzgaba descubierto por la otra banda del río Paraguay; fueron éstos los padres Bartolomé Ximénez, Juan Bautista Neuman, además de los padres Zea, Arce, Hervás y e] hermano Silvestre González. Salieron de Candelaria el 10 de mayo de 1703 y regresaron el 7 de enero de 1704, después de infructuosa búsqueda. El 9 de enero salieron de Asunción para volver a los guaraníes, dando fin a tan larga navegación el 4 de febrero.

A fines de enero de 1715 salieron de la Asunción el padre Arce y el padre Bartolomé de Blende en busca de los chiquitos. El primer contratiempo que tuvieron en esta larga peregrinación file con los payaguas, que fingiendo desear la evangelización los entretuvieron, intentando luego quitarles la vida, tanto a ellos como a los indios, que los acompañaban, y darle fuego al barco y robarlo. Luego tropezaron también con los guaycurús, que también intentaron molestarlos. A mediados de agosto de 1715, el padre Arce decide dejar el barco en unión del padre Blende y con sólo doce indios que lo acompañaron sigue por tierra la búsqueda de los chiquitos. Después de cruento y largo viaje, de hambre, desnudeces y enfermedades, halló la misión de San Rafael de los Chiquitos, donde se hallaba el padre Zea.

Siguió camino para volver hasta donde había dejado al padre Blende y los suyos. Recibió carta del padre Vice-Provincial, pidiéndole que le esperase. El padre Arce le respondió que se detuviese en San Rafael de los Chiquitos, que él en una canoa iría a los payaguas, de quienes afirmaba que lo conducirían a Asunción, donde en abril del año siguiente volvería para llevarle. Después de que el padre Arce se separó del padre Blende para hallar a los chiquitos, éste se quedó esperando su regreso, pero soliviantados los ánimos de sus compañeros de esta demora hubo de regresar.

***

[3] Esta misión tuvo otra mudanza más para librarse de las invasiones de los mamelucos. En 1702 tenía más de 600 almas.

[*Otros}– Canarias y las malas compañías / EDITORIAL

18/07/07

Cuatro años después de descalificar al PIL como una especie de “cartel de Medellín», el ex ministro socialista de Justicia, López Aguilar, no ha tenido reparos en tenerlo como principal aliado político en Lanzarote.

Los socialistas canarios están ofreciendo en Lanzarote una nueva muestra de lo que el partido de Zapatero entiende por “regeneración democrática” y “tolerancia cero contra la corrupción». Cuatro años después de que Juan Fernando López Aguilar descalificara —no sin fundamento— al Partido Independiente de Lanzarote como una especie de “cartel de Medellín», este partido-familia, que dirige desde la cárcel el preboste José Dimas Martín, se ha convertido en el principal aliado de gobierno de los socialistas en la isla.

Gracias al acuerdo, el PSOE se ha hecho con la presidencia del Cabildo de la isla, y las alcaldías de Arrecife, Tías y San Bartolomé. A cambio, el PSOE ha apoyado al hijo de “Don Dimas” como alcalde de Teguise, municipio turístico de la isla donde los socialistas tendrán la cartera de Economía y Hacienda, Cultura, Servicios sociales y Juventud y Deportes, entre otras.

Si tenemos en cuenta que el PIL es un partido que fundara y controla quien hace escasos siete meses volvía a prisión —por tercera o cuarta vez— para cumplir una pena de ocho años de prisión y quince de inhabilitación por un delito continuado de malversación de caudales, fraude de subvenciones y delito contra la Seguridad Social, nos podemos hacer una idea de lo poco que le ha importado al partido socialista aquello del “dime con quién vas…».

Más aún cuando es un secreto a voces que el principal objetivo del PIL, más aun que situar al hijo de “Don Dimas” en la alcaldía que ostentara su padre, es poner a éste de nuevo en libertad. Y qué mejor para un presidiario y sus esperanzas de indulto que tener como aliado político a quien, como Juan Fernando López Aguilar, hasta hace nada era ministro de Justicia…

LD

[*Otros}– El autor canario de ‘bestsellers’, Alberto Vázquez-Figueroa, se venga de Hacienda y regala su última novela

18/07/07

Cree que se debe ‘presionar a los editores’ para que los libros estén al alcance de todos, y ofrece su novela por Internet, aunque habrá que pagar si se prefiere en lujo o en formato de bolsillo.

Si hay alguien que puede presumir de jugosos derechos de autor, ése es Alberto Vázquez-Figueroa. Pero al prolífico escritor canario, auténtico ‘bestseller’ nacional, no le hace ninguna gracia ni el sistema editorial ni pagar a Hacienda la mitad de sus beneficios. Así que ha decidido ofrecer su nueva novela, ‘Por mil millones de dólares’, sin costo alguno para el lector.

A través de Internet, cualquier persona podrá bajar el libro, e incluso los periódicos y revistas que lo deseen podrán ofrecerlo este verano al estilo de las antiguas novelas por entregas.

Si el lector prefiere la edición de lujo (publicada por El Andén), tendrá que ir a la librería y pagar los pertinentes 20,5 euros. Pero si se decanta por la de bolsillo, que como novedad se ha colocado en los estantes al mismo tiempo, se gastará la mitad.

En una carta abierta, el autor explica que su decisión se debe a que, ante una compra, el consumidor opta si se queda con el “traje a medida” o con el del “rastrillo dominguero». Pero no pasa lo mismo con los libros, ya que es la editorial la que fija el precio y la que saca una edición más económica varios años más tarde, cuando la novela ya no es una novedad.

“La cultura es tan importante como comer o vestirse, y desde luego mucho más importante que adquirir un coche donde se ofrecen cien gamas de precios donde elegir», continúa Vázquez-Figueroa, pero “los lectores tienen que resignarse a pagar el precio que marca el editor que ha adquirido en exclusiva o aguardar años hasta que se edite en bolsillo».

Los estudiantes, las secretarias y los ejecutivos

El escritor añade en su misiva que “los editores no tienen derecho a quejarse de que se lee poco” ni el Gobierno “debería promover absurdas campañas publicitarias que no conducen más que a gastar dinero». Su receta es que debe “presionar a los editores a la hora de poner los libros al alcance de todos los bolsillos».

“Personalmente», continúa, “prefiero que me lean dos estudiantes, obreros o secretarias, en el autobús por siete euros, que un alto ejecutivo en su cómodo despacho por 20, porque, aunque yo gane menos, esos dos lectores se convertirán en cuatro y luego en ocho, y resulta evidente que existen mucho más obreros, estudiantes y secretarias que altos ejecutivos».

En cuanto a quien obtenga su libro por la Red, “tal vez la próxima vez se decida a comprar un libro aunque no sea mío». “Algo es cierto», prosigue, “he vendido casi 25 millones de libros, y todo el dinero que me han pagado me lo he gastado, pero una gran parte de los lectores que he conseguido, aún los conservo».

Y arremete contra la Agencia Tributaria y hasta insinúa un posible embargo: “Y de todo el dinero que gané, la mitad se lo llevó Hacienda», mientras que en Inglaterra “los escritores no pagan impuestos». “Para nuestra voraz, inculta y derrochadora administración tan sólo somos europeos cuando conviene” por lo que “prefiero regalarle la mitad de mis ganancias a unos lectores anónimos” que a “un Gobierno que no sólo no lo agradece […] y amenaza quedarse con mi casa».

¿Y la historia de ‘Por mil millones de dólares’? Política-ficción al más puro estilo Larry Collins para mezclar con una cerveza fresquita bajo la sombrilla. Un directivo de una multinacional estadounidense aparece muerto. Su empresa, llamada Dall & Houston —pero que recuerda mucho a la Halliburton de Dick Cheney—, se hace de oro con las contratas de reconstrucción de Irak. La Justicia investiga sus prácticas corruptas, la viuda del ejecutivo rastrea con un detective las pistas sobre el asesinato, y hasta se descubre una conspiración para asesinar al mismísimo presidente de EEUU.

Con la playa de fondo, perfecto.

El Mundo