[*Otros}– Palmeros en América / David W. Fernández – Gaspar de Frías Van de Walle

David W. Fernández

Gaspar de Frías Van de Walle
(1647-1711)

Un palmero de importancia por su actuación militar en el territorio de la actual Venezuela, en la segunda mitad del sigio XVII, fue don Gaspar de Frías Van de Walle.

Nació en Santa Cruz de La Palma el 24 de mayo de 1647, siendo hijo del Lic. don Simón de Frías Coello —abogado de la Real Audiencia de Canarias, capitán de Infantería de las Milicias de La Palma, regidor perpetuo y alcalde mayor del Cabildo de La Palma, y teniente de gobernador y corregidor de Tenerife—, y de doña Esperanza Van de Walle de Cervellón y Camacho.

Nieto por línea paterna del maestre de campo don Bartolomé de Frías Salazar y Nuñez —natural de Palencia (Extremadura), quien después de haber servido en Flandes pasó a establecerse en La Palma, y en esta isla fue gobernador de las arnas—, y de doña Isabel Cordero y Coello. Y nieto por línea materna de don Caspar Van de Walle de Cervellón y Fernández de Aguiar —XIV° Señor de Lembecke, en Flandes, y 11° poseedor del mayorazgo de Van de Walle, en Canarias, maestre de campo de la Infantería española del Tercio de La Palma, gobernador de las Arnas, regidor perpetuo y depositario general del Cabildo de La Palma, y ministro calificado y familiar del Santo Oficio de la Inquisición—, y de doña María Camacho Prot y Franco, sucesora del mayorazgo de González Prot, de la noble familia Camacho de Trigueros, del condado de Niebla, conquistadores de Tenerife y La Palma.

Como vemos, pertenecía a la nobleza canaria y estaba emparentado con las más distinguidas familias del archipiélago.

Como su padre, fue capitán de Infantería de las Milicias de La Palma, así como sargento mayor de la misma isla, y castellano del principal de Santa Catalina, en la ciudad de su nacimiento.

Pasó a la Provincia de Cumaná, en la hoy República de Venezuela, y allí se estableció y tuvo interesante participación militar en la conquista y colonización del actual Oriente venezolano.

Se le nombró maestre de campo y cabo principal del pie de ejército con plaza de armas en San Baltasar de los Arias de Cumanacoa, formado para la reducción de los indios caribes sublevados en el valle del Guarapiche, que atacaban la misión de los capuchinos de Santa María de los Ángeles del Guácharo, en 1690.

Cumanacoa es hoy la capital del distrito Montes (Sucre), y era entonces la tercera población en importancia de entre los cuatro pueblos de españoles que componían la Provincia de Cumaná. Y Santa María es, en nuestros días, la capital del municipio homónimo en el Distrito Ribero (Sucre).

Fundamental fue la acción de Frías Van de Walle en ayuda de los capuchinos que pacificaban aquella región, y para cuyo nombramiento debió contar con el gobernador y capitán general, don Caspar Mateo de Acosta, su coterráneo y aún probablemente pariente, por los Van de Walle, quien cuatro años después fue trasladado a la Provincia de Maracaibo.

No tenemos información de otras actuaciones de Frías Van de Walle, ni del tiempo de su permanencia en Cumanacoa. Sabemos que regresó a su ciudad natal, donde testó ante el escribano Antonio de Acosta, el 15 de diciembre de 1711, y allí falleció cuatro días después, es decir, el 19 de diciembre de 1711.

Se había casado con doña Úrsula de Urtusáustegui Lordelo y Molina, natural de La Laguna de Tenerife, hija de don Juan de Urtusáustegui Villanueva y Acuña —caballero cofrade de la Noble Esclavitud de San Juan Evangelista, capitán de Caballos Corazas, y tesorero general de las Rentas Reales—, y de su segunda esposa doña Luisa Antonia de Lordelo y Molina. Nieta por línea paterna de don Juan de Urtusáustegui Villanueva y Salazar —caballero de la Orden de Santiago, tesorero de las Rentas Reales con voz y voto de regidor, y maestre de campo de las Milicias Provinciales de Canarias—, y de doña Maria Gómez de Acuña y Soler Cabrera. Y nieta por linea materna del maestre de campo don Cristóbal de Lordelo Fonte y Ponte —regidor perpetuo del Cabildo de Tenerife y alguacil mayor del Santo Oficio de la Inquisición—, y de doña Magdalena Lordelo y Lasso de la Guerra. Al parecer no hubo sucesión.

Éste fue un militar de la nobleza de la isla de La Palma, que desde la hoy ciudad de Cumanacoa contribuyó, en la segunda mitad del siglo XVII, a la pacificación del actual Oriente de Venezuela.

Deja un comentario