[*Opino}– De perros y gatos

18-05-14

Carlos M. Padrón

Desde que leí el título del artículo que copio abajo pensé que el perro no era tal sino una de esas miniaturas que, como los chihuahua, no merecen que se les considere perros.

Son animales a los que en muchos países se les califica como falderos. No ladran sino que chillan: a todo pulmón, como si, los estuvieran matando, y de cualquier cosa; son irascibles, peleones y, muchas veces, hasta maniacos sexuales.

Cuando vi el VÍDEO confirmé mi sospecha: el «perro» de esta historieta es casi del tamaño de la gata; de haber sido un perro de verdad, la gata no se habría arriesgado.

Para mí, los perros de verdad o son grandes o medianos. De tamaños inferiores, o falderos, son, como los dos que tiene mi hija, uno «cuota inicial» (un whippet) y el otro «opción de compra» (un salchicha).

Por otra parte, en casi todos los Estados de USA, los perros y los gatos están esterilizados, y dudo mucho que un gato esterilizado, ya sea hembra o macho, tenga arrestos para atacar a un perro.

En cuanto al vídeo, en éste, como en muchos otros, resulta sospechoso que alguien pudiera hacer una filmación tan oportuna que comienza antes de que aparezca el gato. Con tal de hacerse viral en la Red, todo vale.

El para mí supuesto ataque del gato me hace recordar que mi tío-abuelo —Juan Sosa Sánchez, hermano de mi abuela paterna—, cuya casa compartía patio con la mía natal, tenía para con los animales un don tan especial que entrenó a un gato, de los varios que tuvo, para que enfrentara y pusiera en fuga a un perro que constantemente lo perseguía.

Era algo que había que ver para creerlo, pues el gato, más ágil que el perro —que tampoco era un perrazo, sino uno de tamaño medio— comenzaba a girar en círculos alrededor del can y, cuando lograba colocarse detrás de él, saltaba sobre el lomo de éste, le clavaba las uñas en el cuello, y el perro huía aullando y despavorido con el gato cabalgándolo cual jinete sobre un caballo. Cuando habían recorrido unos 50 metros, el gato se lanzaba al piso y regresaba junto a su dueño.

También mi tío-abuelo hizo lo contrario: entrenar a un perro para acabar de forma efectiva con un gato. El truco consistió en que, cuando el gato se veía acorralado, el perro adelantaba una de sus patas, y el gato, que se abalanzaba de inmediato a morderla, quedaba cabeza gacha muy cerca del perro, posición que éste aprovechaba para rodear con sus fauces el cuello del gato, y con unas cuantas sacudidas muy violentas, y a veces mortales, mandarlo a paseo.

Y no, que no vengan ahora con cuentos: el perro —el de verdad— es el mejor amigo del hombre.

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16/05/2014

Vídeo: una gata salva a un niño del ataque violento de un perro en California

Tara, la gata de una familia de California, ha roto con todos los tópicos sobre los felinos. Estos animales no son interesados ni pasan de los suyos. Al contrario, son unos grandes protectores.

Cuando Tara percibe que el pequeño de la familia, Jeremy Triantafilo, está siendo atacado a mordiscos por un perro, no tarda ni dos segundos en ir a su rescate. Llega incluso antes que la madre. De la nada, la gata salta sobre el can y luego le persigue para darle su merecido.

Tal y como se expresa al comienzo del vídeo, el niño salvó la vida gracias a la rápida intervención de su mascota. La cosa quedó en un susto, un mordisco en la pierna en el que ha tenido que recibir pocos puntos de sutura.

«Es mi heroína», asegura el niño, que quiere más que nunca a su gata. «Yo realmente ni siquiera me di cuenta lo que había sucedido hasta que mi marido no me mostró el video de vigilancia», dice la madre del pequeño, Erica Triantafilo.

«Nunca he visto a un gato a hacer eso», asegura el padre, Roger Triantafilo. «Esto demuestra lo mucho que realmente quiere a esta familia».

El vídeo se ha difundido de forma viral a través de las redes sociales. El perro, propiedad de uno de los vecinos que viven en la zona, se encuentra en estos momentos en observación. Es difícil mantener aquello de que el perro es el mejor amigo del hombre.

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