[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Federico D’Escubet

El canónigo, licenciado en Teología y Jurisprudencia, Federico D’Escubet, nació en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna.

Desempeñó por algún tiempo este ilustrado hijo de las Canarias la fiscalía eclesiástica del Cabildo de la Catedral de La Habana, hasta que, habiéndose enfermado, en busca de algún alivio a su quebrantada salud tuvo que regresar a su pueblo natal, donde falleció.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: La muerte de Jesús

LA MUERTE DE JESÚS

                          Esta página para mi distinguido paisano, el venerable
                                                    sacerdote don Juan Suárez Herrera
.

¡Tiembla el Orbe en el cóncavo vacio
y Febo oculta su brillante luz!
¡Es que muere el Dios-Hombre en una cruz,
por deseo cruel de un pueblo impío!

Todo es desolación¡ ¡Todo es sombrío!
La Maldad abandona su capuz…
y grita el pueblo infiel: ¡«Muera Jesús»!
Y Éste diz: «¡Perdonadles, padre mío!».

María mora ante su cuerpo inerte
y el ave en triste y especial canción,
mientras el pueblo, esclavo de su suerte,
va cantando su eterna maldición…
¡Sí! Todo llora de Jesús la muerte,
menos el hombre. ¡¡Ingrato corazón!!

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Andrés Stanislas

Nació en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Hombre de inteligencia y de una vasta instrucción, fue uno de los fundadores de El Diario de la Marina de La Habana y de otras publicaciones de merito.

Llegó Stanislas a La Habana hacia el año de 1837, aún muy joven, desde cuya fecha vino colaborando con grande inteligencia en los principales periódicos políticos y literarios de esta ciudad, al lado de los jóvenes más eminentes de aquella época, como eran los Zambranas, Mendive, Fornaris, Costales, Palma, Romay, etc.

Era miembro de varias sociedades científicas y literarias, falleció siendo querido y respetado de sus numerosos amigos y admiradores en la redacción del referido diario, donde había prestado importantísimos servicios durante esa larga serie de años.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: A mi tierra

A MI TIERRA

Si en los tiempos quo triste ves pasar,
algún hijo te vende y te aniquila,
en cambio alguno tienes que vigila
por tu suelo bendito sin cesar.

Aquél busca tu apoyo en su anhelar;
pero tu nombre en el olvido oscila,
después que le has servido y que tranquila
confiabas no te fuera a traicionar.

Mas tú, cual buena madre, has de querer
a aquél que tiene afán por encumbrarte,
compadeciendo al vil que rebajarte
ha querido, faltando a su deber.

Aquél que de su madre es enemigo,
¡en el pecado encontrara el castigo!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: En pleno siglo XX

EN PLENO SIGLO XX

                         A la memoria de la guerra europea.

El hombre en sus ensueños de egoísmo,
vive en continua guerra fratricida:
recíproca hecatombe de la vida,
que disfraza un fingido patriotismo.

Incógnito problema, negro abismo,
do al poderoso en lucha decidida,
sucumbe el débil en mortal caída,
imitando al antiguo barbarismo.

El derecho lo arrollan los cañones:
sentencia del temible tribunal
de la fuerza despótica y brutal,
imperante en las bárbaras naciones
que a la Tierra pretenden dominar.
¡Y esto es en siglo veinte el progresar!

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Andrés Avelino de Orihuela

El licenciado en leyes, poeta de alto vuelo, periodista y escritor publico, Andrés Avelino de Orihuela, nació en la ciudad de Las Palmas y vino a Cuba muy joven, donde cultivo sus estudios con notable inteligencia y abnegación.

De ideas eminentemente liberales, fue proscripto a España hacia los años de 1842 a 1844 en unión de Francisco Orgaz, Bernal y otros.

Poco tiempo después de estar en Madrid, escribió, en unión de estos amigos y otros jóvenes republicanos, un libro de poesías titulado Los proscriptos y encarcelados que fue denunciado por el Gobierno, y brillantemente defendido por los nunca bien llorados jurisconsultos Jose Ordán de Avecilla y el general republicano Antonio del Riego y Riego, sobrino del inmortal general de este apellido.

Más tarde, Orihuela regresó a Cuba dedicándose a su profesión. Escribió en el periódico canario El Mencey en unión de Ignacio de Negrín, Fernán Pérez, La Pizarro, Sansón, Carrión y otros hijos de las Afortunadas. Pero los acontecimientos políticos de 1868, que sobrevinieron a Cuba, lo arrojaron por segunda vez a Europa.

Ya en Madrid, y llevado de sus sentimientos eminentemente democráticos, colocose desde luego al lado de Pi Margall y de su paisano Nicolás Estévanez hasta que, vencido el gobierno republicano, emigró a París, donde falleció, colaborando en los principales periódicos políticos y literarios de esa ciudad eminentemente ilustradísima.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: A la Luna

A LA LUNA

Cuando en la noche triste y silenciosa,
tras los lejanos mares de Levante,
asomas mayestática y radiante,
te llamo reina de la esfera umbrosa.

Entonces me pareces una diosa,
con un diáfano tul de luz brillante:
una ninfa de idílico semblante,
que en la azulina bóveda reposa.

Mas, con estar tan próxima a la Tierra,
y ser de este planeta compañera,
jamás sabrán los hombres lo que encierra,
en el espacio, tu esplendente esfera;
pues aunque sueñen hasta ti subir,
¡en la Tierra, cual siempre, han de morir!

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Gabriel y Tomás, ambos apellidados ‘de Cubas y Fernández’

Gabriel de Cubas y Fernández

El doctor en medicina, Gabriel de Cubas y Fernández, nació en la villa de San Sebastián de La Gomera, de las primeras familias del país por su posición social y honrosísimos antecedentes.

Fue nombrado diputado a cortes por La Habana en las elecciones generales. Como orador parlamentario, distinguiose siempre en el Congreso a favor de los derechos de Cuba, conforme a su criterio político, sin presunción ni odios personales.

Estaba afiliado de buena fe al partido Unión Constitucional, pero fue a las Cortes con carácter de diputado independiente.

Falleció en Madrid desempeñando su elevado cargo.

Tomás de Cuba y Fernández

Ingeniero civil, hermano del anterior, fue muy querido y respetado de cuantos tuvieron la honra de tratarle.

Falleció muy joven en Sagua la Grande, a consecuencia de graves dolencias adquiridas en el desempeño de su noble profesión.