El licenciado en leyes, poeta de alto vuelo, periodista y escritor publico, Andrés Avelino de Orihuela, nació en la ciudad de Las Palmas y vino a Cuba muy joven, donde cultivo sus estudios con notable inteligencia y abnegación.
De ideas eminentemente liberales, fue proscripto a España hacia los años de 1842 a 1844 en unión de Francisco Orgaz, Bernal y otros.
Poco tiempo después de estar en Madrid, escribió, en unión de estos amigos y otros jóvenes republicanos, un libro de poesías titulado Los proscriptos y encarcelados que fue denunciado por el Gobierno, y brillantemente defendido por los nunca bien llorados jurisconsultos Jose Ordán de Avecilla y el general republicano Antonio del Riego y Riego, sobrino del inmortal general de este apellido.
Más tarde, Orihuela regresó a Cuba dedicándose a su profesión. Escribió en el periódico canario El Mencey en unión de Ignacio de Negrín, Fernán Pérez, La Pizarro, Sansón, Carrión y otros hijos de las Afortunadas. Pero los acontecimientos políticos de 1868, que sobrevinieron a Cuba, lo arrojaron por segunda vez a Europa.
Ya en Madrid, y llevado de sus sentimientos eminentemente democráticos, colocose desde luego al lado de Pi Margall y de su paisano Nicolás Estévanez hasta que, vencido el gobierno republicano, emigró a París, donde falleció, colaborando en los principales periódicos políticos y literarios de esa ciudad eminentemente ilustradísima.