[*Opino}– ¿El declive de Europa ha llegado también al fútbol ?

01-07-14

Carlos M. Padrón

Hace poco leí que Guianluigi Buffon, veterano portero de la selección de fútbol de Italia, dijo que en la eliminación que del Mundial 2014 habían sufrido España, Inglaterra e Italia había algo raro.

Desde entonces, a estas tres selecciones se han sumado, hasta hoy, Uruguay, Grecia, Rusia y Portugal, todas eliminadas por selecciones que antes de comenzar el mundial no aparecían sobre el papel ni como lejanas favoritas, pero que han dejado en el camino a algunas que pintaban como tales o como más fuertes.

Como en la lista de las eliminadas hay mayoría absoluta de europeas, sospecho que lo «raro» visto por Buffon es culpa del facilismo, esa lacra que nace del tan cacareado Estado de Bienestar y de lo que esto acarrea: para una de las selecciones eliminadas, engreimiento y arrogancia, y para otras, falta del entusiasmo, de las ganas de ganar y del amor a la camiseta, virtudes que debilita el facilismo que no quiere saber de sacrificios.

Hasta Brasil parece un remedo de lo que antes fue, y tal vez por eso Tostão ha dicho que «Si la Copa no se jugara aquí, Brasil ya estaría eliminada». Opino lo mismo, y por eso Holanda no ganó el Mundial de 1974: porque se jugó en Alemania. Estoy convencido de esto porque estuve en el estadio durante el partido final de eseMundia.

Las selecciones eliminadas me han dejado la impresión de que han jugado para cumplir un trámite, mientras que las «cenicientas», como Colombia, Ecuador y Costa Rica, han puesto en ello alma, corazón y vida. Ante esto, sospecho que el éxito que en Europa han tenido muchos clubes se debe a que en ellos militan muchos jugadores no europeos, o sea, de países donde el facilismo y el Estado de Bienestar no han hecho estragos todavía.

Éste ha sido, hasta ahora, el Mundial más raro que he visto, el que más satisfacciones intensas me ha deparado —entre ellas que Holanda aún sigue con vida—, y también el que más disgustos me ha proporcionado gracias a la FIFA cuyos árbitros parecen empeñados en destruir el espectáculo (¿por su cuenta o por mandato?) por la vía de inventarse faltas inexistentes, e ignorando descaradamente algunas que a todas luces lo han sido. Como ejemplos, la primera y la última: el penal de Brasil a Croacia, y el primer penal de México a Holanda.

Y ya que hablo de la FIFA debo mencionar, aunque no soy experto en la materia, lo de una regla que rige actualmente en el fútbol.

Si mal no recuerdo, y creo que fue allá por 1994 cuando el Mundial se celebró en USA, para que en ese país se intentara dar al fútbol la relevancia que el béisbol le ha sacado, los useños pidieron como condición que la FIFA eliminara el offside. En favor de esto alegaron los useños que en USA no gustan los deportes que, como el fútbol, tienen resultados escuálidos, como 1-0, 0-0, 1-1, 2-1 etc. La FIFA se negó de plano.

Sin embargo, actualmente para que se considere que existe saque de banda, el balón debe rebasar totalmente la línea que demarca el límite del campo. Para que se considere que hay gol, el balón debe rebasar totalmente la línea de meta. Por tanto, ¿no sería lógico, y consistente con esto, que para que haya offside el jugador que esté adelantado debe rebasar totalmente la línea imaginaria que lo separa de sus contrarios? ¿Acaso no es más fácil —y, por tanto, sujeto a menor posibilidad de error— que un juez de línea vea que lo que está adelantado es todo un cuerpo y no apenas parte de un pie, de una mano o de una cabeza?

Sin ir más lejos, en el Alemania-Argelia jugado ayer, a escasos minutos de comenzar el partido le pitaron a Özil un offside que no lo fue, y que posiblemente abortó la posibilidad de que Alemania marcara un gol tempranero.

Si en vez de negarse de plano a eliminar el offside, la FIFA hubiera propuesto a los useños esta solución intermedia, tal vez hoy el fútbol tendría en USA mucha más relevancia de la que tiene.

En resumen, que, al momento, tal parece que el deterioro social de Europa ha afectado también al fútbol, y que en ese continente sigue mandando Alemania… y Merkel, que es aficionada a esos dos «deportes»: al fútbol y a mandar.

[*Opino}– De perros y gatos

18-05-14

Carlos M. Padrón

Desde que leí el título del artículo que copio abajo pensé que el perro no era tal sino una de esas miniaturas que, como los chihuahua, no merecen que se les considere perros.

Son animales a los que en muchos países se les califica como falderos. No ladran sino que chillan: a todo pulmón, como si, los estuvieran matando, y de cualquier cosa; son irascibles, peleones y, muchas veces, hasta maniacos sexuales.

Cuando vi el VÍDEO confirmé mi sospecha: el «perro» de esta historieta es casi del tamaño de la gata; de haber sido un perro de verdad, la gata no se habría arriesgado.

Para mí, los perros de verdad o son grandes o medianos. De tamaños inferiores, o falderos, son, como los dos que tiene mi hija, uno «cuota inicial» (un whippet) y el otro «opción de compra» (un salchicha).

Por otra parte, en casi todos los Estados de USA, los perros y los gatos están esterilizados, y dudo mucho que un gato esterilizado, ya sea hembra o macho, tenga arrestos para atacar a un perro.

En cuanto al vídeo, en éste, como en muchos otros, resulta sospechoso que alguien pudiera hacer una filmación tan oportuna que comienza antes de que aparezca el gato. Con tal de hacerse viral en la Red, todo vale.

El para mí supuesto ataque del gato me hace recordar que mi tío-abuelo —Juan Sosa Sánchez, hermano de mi abuela paterna—, cuya casa compartía patio con la mía natal, tenía para con los animales un don tan especial que entrenó a un gato, de los varios que tuvo, para que enfrentara y pusiera en fuga a un perro que constantemente lo perseguía.

Era algo que había que ver para creerlo, pues el gato, más ágil que el perro —que tampoco era un perrazo, sino uno de tamaño medio— comenzaba a girar en círculos alrededor del can y, cuando lograba colocarse detrás de él, saltaba sobre el lomo de éste, le clavaba las uñas en el cuello, y el perro huía aullando y despavorido con el gato cabalgándolo cual jinete sobre un caballo. Cuando habían recorrido unos 50 metros, el gato se lanzaba al piso y regresaba junto a su dueño.

También mi tío-abuelo hizo lo contrario: entrenar a un perro para acabar de forma efectiva con un gato. El truco consistió en que, cuando el gato se veía acorralado, el perro adelantaba una de sus patas, y el gato, que se abalanzaba de inmediato a morderla, quedaba cabeza gacha muy cerca del perro, posición que éste aprovechaba para rodear con sus fauces el cuello del gato, y con unas cuantas sacudidas muy violentas, y a veces mortales, mandarlo a paseo.

Y no, que no vengan ahora con cuentos: el perro —el de verdad— es el mejor amigo del hombre.

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16/05/2014

Vídeo: una gata salva a un niño del ataque violento de un perro en California

Tara, la gata de una familia de California, ha roto con todos los tópicos sobre los felinos. Estos animales no son interesados ni pasan de los suyos. Al contrario, son unos grandes protectores.

Cuando Tara percibe que el pequeño de la familia, Jeremy Triantafilo, está siendo atacado a mordiscos por un perro, no tarda ni dos segundos en ir a su rescate. Llega incluso antes que la madre. De la nada, la gata salta sobre el can y luego le persigue para darle su merecido.

Tal y como se expresa al comienzo del vídeo, el niño salvó la vida gracias a la rápida intervención de su mascota. La cosa quedó en un susto, un mordisco en la pierna en el que ha tenido que recibir pocos puntos de sutura.

«Es mi heroína», asegura el niño, que quiere más que nunca a su gata. «Yo realmente ni siquiera me di cuenta lo que había sucedido hasta que mi marido no me mostró el video de vigilancia», dice la madre del pequeño, Erica Triantafilo.

«Nunca he visto a un gato a hacer eso», asegura el padre, Roger Triantafilo. «Esto demuestra lo mucho que realmente quiere a esta familia».

El vídeo se ha difundido de forma viral a través de las redes sociales. El perro, propiedad de uno de los vecinos que viven en la zona, se encuentra en estos momentos en observación. Es difícil mantener aquello de que el perro es el mejor amigo del hombre.

Fuente

[*FP}– Mi descubrimiento de la Psicología, y sus consecuencias

18-12-11

Carlos M. Padrón

En esta sección he contado que desde niño me llamaban raro, protestón, etc. porque yo objetaba lo que la gente tomaba por cierto sin preguntarse nada al respecto, como si fuera un dogma de fe.

Tal vez porque yo quería encontrar alguna explicación a esas objeciones, y porque mi inclinación siempre fue por Letras y no por Ciencias, mi encuentro en bachillerato con la asignatura de Psicología fue de amor a primera vista.

También he mencionado más de una vez mi «pasión» por las piernas femeninas, algo que luego, y sin casi darme cuenta, comencé a extender a la relación entre el físico y el carácter de sus propietarias sin entender mucho por qué lo hacía,… hasta que en la biblioteca del médico del pueblo, casado con una tía mía, encontré un libro que, basándose en los rasgos faciales de las personas, las dividía en tres tipos, C, M y F.

Según el autor de ese libro, los tipos C tienen, entre otras características, rasgos redondeados, labios más bien carnosos, nariz ancha y expresión generalmente risueña; son de carácter afable y condescendientes. Como ejemplo, de todos conocido, Juan XXIII.

Los tipos F, en cambio, tienen rasgos alargados, labios delgados, nariz también larga y delgada y expresión adusta; son de carácter más bien frío y autoritarios. Como ejemplo, Pío XII o Abraham Lincoln.

Los M son los que tienen rasgos de ambos. Tipos intermedios que, por cierto, son difíciles de distinguir.

Un C puede hacer buenas migas con otro C, pero no un F con otro F. Un M podría hacer buenas migas con cualquiera de los otros dos.

De ahí pasé a estudiar los rasgos de las parejas de matrimonios que había en el pueblo, y descubrí que las más de las veces uno de los cónyuges era F y el otro C, aunque también había algunos C-C y unos pocos F-F.

Como en un pueblo pequeño se sabe la vida y milagros de todo el mundo, seguí investigando en base a mis observaciones y descubrí que algunas parejas F-F habían llegado a serlo por conveniencia y, lo que es peor, tenían hijos que no destacaban precisamente por su inteligencia.

Me di a la tarea de, entre algunos de mis amigos, adivinar cuáles muchachas les gustaban y cuáles no, y anticipar los problemas que posiblemente tendrían los tipos C que iniciaran una relación con una muchacha F, o viceversa.

Recuerdo que durante la campaña electoral entre John Kennedy y Richard Nixon busqué las fotos de los presidentes anteriores y noté una curiosa alternabilidad entre tipos F y C, lo cual me llevó a pronosticar que ganaría Kennedy, un tipo C, no sólo porque su contrincante, Richard Nixon, era F sino porque su predecesor, Eisenhower, también lo era.

Y así, casi sin darme cuenta, seguí aplicando en mi vida lo que luego descubrí que era una habilidad innata que tengo para la Psicología, aunque mi gusto por esta disciplina casi se había desvanecido cuando en 1958, viviendo yo, ya por mi cuenta, en Santa Cruz de Tenerife, me enfermé seriamente porque no conseguía dormir —pues además de trabajar las horas reglamentarias desde las 9 de la mañana, estudiaba en las noches hasta las 4 de la madrugada—, y mi familia me llevó a consulta con el psiquiatra Carlos Pinto Grote.

Menos mal que, como el psiquiatra es también médico, el Dr. Pinto pudo curarme, como tal, de una alteración de mi sistema neurovegetativo causada por el esfuerzo antes dicho, pero me quedé sin saber por qué me llevaron a él, pues muy pronto descubrí que, aunque el tratamiento dio resultado, la gente creía a pie juntillas que sólo los locos iban a ese doctor.

Por tanto, había que ocultar cualquier visita a un psiquiatra.

Mi «graduación en Psicología» ocurrió cuando en 1984 IBM me asignó la tarea de reclutar personal para marketing (vendedores) y sistemas (ingenieros en informática).

Aquello me gustó tanto que durante 15 días laborables comenzaba yo a las 08:00, interrumpía a mediodía para almorzar, y continuaba luego hasta las 09:00 de la noche, hora en la que, aunque parezca mentira, en la sala de espera fuera de mi oficina había aún candidatos para ser entrevistados.

Diseñé un método de preguntas —algunas muy capciosas ideadas para, además de causar respuesta verbal, causar una reacción gestual que me decía mucho— y, según la alta gerencia de la compañía, mis aciertos fueron tales que, en serio, me asignaron esa tarea cada vez que había que entrevistar gente, y, en broma, me llamaban «El psicólogo».

Por motivos de formación profesional tuve que entrar en relación con varios psicólogos o psiquiatras que trabajaban en o para IBM; y por motivos personales entré en tratos con otros más.

Así supe de los diferentes métodos, como la Gestalt  o el cuándo convenía o no aplicar, por ejemplo, Psicoanálisis, etc., pero lo mejor que de todo eso obtuve fue la comprobación de su innegable utilidad.

Es cierto que una terapia toma tiempo, pero, las más de las veces, funciona.

Eso sí, no todos los terapeutas sirven para un determinado paciente, pues si, por el motivo que fuere, a éste no le gusta el terapeuta, mejor que se busque otro hasta que dé con uno con el que se sienta cómodo.

Ante todo este background no es de extrañar que Elena, la menor de mis hijas, escogiera Psicología como carrera universitaria, que concluyó en Berkeley y culminó en Minnesota con un doctorado (Ph.D.) en Attachment (= apego), rama de la Psicología Infantil que se ocupa de la relación entre un niño y sus padres, sean éstos biológicos o adoptivos.

De hecho, al momento Elena lidera en San Francisco un proyecto de investigación, ideado por ella, enmarcado en el attachment.

Debido a la profesión de mi hija no sólo he tenido contacto con más profesionales de esa disciplina sino que me he beneficiado con las aclaratorias, explicaciones y enseñanzas que la propia Elena me ha dado, todo lo cual viene a ratificar lo ya dicho antes sobre lo equivocado del mal concepto que mucha gente tiene acerca de los terapeutas, y sobre la realidad de los beneficios que ellos pueden brindar.

He comprobado que quien más se niega a ir a terapia es quien más la necesita.

[*Opino}– Al menos en algo acerté con Steve Jobs

18-12-11

En Steve Jobs: Murió el hombre,… y nació el mito ya dije que para este hombre, como para casi todos los de su clase, no encontraba yo un lugar en la lista de los que de verdad me merecen admiración.

El saber ahora, por el artículo que copio más abajo, lo que le hizo a su socio, excede con creces mis motivos para no sólo no ponerlo en esa lista si ponerlo en la de los que se mueven por dinero.

Pero ya sé que lo que le hizo a Steve Wozniak no evitará que bajen a Jobs ni siquiera un escalón del pedestal en que lo han puesto, y sigan llenándolo de loas.

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15/12/2011

Wozniak lloró cuando se enteró de que Jobs le timó con la versión de Pong

Más de dos meses han pasado desde que el cofundador de Apple, Steve Jobs, falleciera tras luchar contra un cáncer que finalmente acabó con su vida a los 56 años.

La biografía oficial que se publicó posteriormente sacó a la luz algunos datos curiosos, como que Steve Jobs engañó a Steve Wozniak cuando éste le ayudó a escribir una versión de Pong. El ingeniero Wozniak ha reconocido que lloró cuando se enteró.

Wozniak y Jobs, cofundadores de Apple y socios desde 1976 —al igual que el ingeniero Ronald Wayne, quién se marchó del proyecto— siempre tuvieron objetivos diferentes en este sector de la tecnología. Por un lado, Wozniak pretendía centrarse más en la ingeniería y, por otro, Jobs en el diseño. Sin embargo, y a pesar de las diferencias que pudieran tener, dieron lugar a productos de éxito.

Un documental sobre Jobs presentado en la televisión en Reino Unido ha ahondado en su imagen «despiadada».

Sin ir más lejos, Jobs engañó a un joven Wozniak en la escritura de un código para una versión de Pong que le encargó Atari.

Le dijo que le habían pagado una cantidad determinada, pero, sin embargo, se embolsó la mayor parte del pago a sí mismo.

En ese sentido, Wozniak admitió que lloró cuando, tras la publicación de su biografía de Jobs, se enteró de esta estafa de su socio.

Del mismo modo, Wozniak ha explicado que Jobs «siempre había querido dirigirse a la gente, ser un pensador importante y desarrollar un camino como el que se ha dado en Apple».

Igualmente, este cofundador ha dicho que «estaba tan cerca de Steve Jobs, que nunca pudo ver esta transición», ya que, «sólo quería dedicarse a la ingeniería, nunca quiso dirigir una compañía».

No obstante, «Jobs muy claramente lo hizo y quiso ser un alto ejecutivo y un importante pensador en el mundo», añadió.

«Jobs siempre se centró en si podía construir cosas y venderlas». De esta forma, tener una compañía era «la manera de hacer dinero», afirma Woznaik.

Aunque Jobs también «levantó un negocio cercano» y lo enlazó con la psicología de «cómo hacer las cosas bien con la gente», porque, aunque no lo parezca, él no «solo quería dinero», explicó Wozniak.

Además, Wozniak afirmó que «cualquier empresa, cuando se hace pública y llega a ser más grande, se hace diferente».

Primero, «el objetivo de Apple no era cambiar el mundo, sino incrementar el valor de las acciones», tal y cómo señalan en el documental.

Sin embargo, este cofundador también ha reconocido que Apple tiene «muchas cosas conservadoras» y la compañía tiene «muy poca tolerancia».

Fuente: ABC

[*Opino}– Más sobre el doblaje de películas

11-12-11

Carlos M. Padrón

Me temo que el Sr. Lucea Deltoro, autor del artículo que copio más abajo, podrá mondarse todo lo que quiera, pero creo no ha visto muchas películas subtituladas, pues ¿de dónde saca él —por sólo mencionar uno de sus ejemplos— que el beneficio de ver versiones originales subtituladas es que los niños, al alcanzar la mayoría de edad, hablan varios idiomas?

No, señor, en referencia a los niños, el beneficio está en que no sólo aprenden a leer rápido, sino que hacen el oído a pronunciaciones para las cuales, según dicen algunos, no está preparado el aparato fonador de los españoles y, en consecuencia, esos niños tienen luego mucha más facilidad para aprender un idioma extranjero.

Lo del aparato fonador da vergüenza ajena.

En un programa de «Españoles en el mundo» cuya mayor parte trascurrió en San Petersburgo (Rusia) entrevistaron a varios españoles que habían residido allí entre 4 y 17 años.

Es increíble, pero ni uno solo de ellos logró pronunciar bien el nombre de esa ciudad en la que por tanto tiempo habían vivido.

Unos decían «peteSburgo» y otros «peteRburgo», pero ninguno «peteRSburgo». Por lo visto su aparato fonador —¿o su oído?— no puede con el sonido RS, como no puede con la P de Mapfre.

Es muy cierto que parte importante de la actuación es la declamación; se le atribuye nada menos que el 60% de importancia, de aquí que el solo hecho de doblar la voz es una flagrante adulteración, cuando no una arrogancia.

En 1994 ó 95 vi en la TV española una película protagonizada por Maribel Verdú (española) y Orlando Urdaneta (venezolano), y me quedé de piedra al comprobar que allá, en España, habían doblado la voz de Orlando para que éste hablara castizo. ¿No es esto algo arrogante y peyorativo?

Y los dobladores podrán ser todo lo actores que quieran, pero sólo logran engañar a quienes no han probado las bondades de las versiones originales.

Sus risas, lloros, gemidos y gritos son, las más de las veces, patéticos por lo poco convincentes. Y no digamos cuando tratan de imitar un acento de Brooklyn, caribeño, etc. Sólo engañan a quienes no hayan tenido contacto real con gentes de esos lugares.

Precisamente porque los subtítulos son un extracto es por lo que el espectador termina complementándolos con lo hablado en el otro idioma y, aunque alguien no lo crea, así se aprende también la que es tal vez la parte más importante de ese otro idioma: la básica, la del habla de la calle, la más común.

Cuando tuve que entrevistar a jóvenes, varones y hembras, que aspiraban a un puesto de trabajo en el que hablar inglés era requisito obligatorio, me sorprendí al dar con varios que lo hablaban bien porque, según me dijeron, esa parte básica e inicial la habían aprendido escuchando canciones en ese idioma.

Confieso que al primero que me lo dijo no le creí, aunque no había motivos para que me diera tal explicación. Pero cuando fueron varios los que, sin conocerse entre ellos, me dijeron lo mismo, tuve que cambiar mi opinión, que luego validé con profesores de inglés.

A veces sospecho que el motivo por el que en España se doblan las películas y series de TV es porque el doblaje resulta tremendo negocio para alguien o para muchos.

Artículos relacionados:

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11/12/2011

Víctor Lucea Deltoro

El doblaje

El doblaje de las películas es un asunto recurrente. Me refiero a las opiniones a favor y en contra. Tarde o temprano aparece en algún debate.

El pasado día 5 de diciembre del 2011, La Contra de este diario, recogía la opinión del señor Augusto M. Torres que recomienda la visión de películas en versión original subtitulada.

No es nuevo. Le doy toda la razón cuando dice que nos perdemos las voces de los actores. Es una parte importantísima de su actuación. Los dobladores también son actores. No son traductores. Ríen, lloran, gimen, gritan de pánico si toca…

Pero creo yo que hay un problema. Las críticas al doblaje incluyen indefectiblemente un argumento que me llama la atención. Es el de la cultura. El de que en otros países europeos, en los que los niños se acostumbran a las versiones originales subtituladas, resulta que al alcanzar la mayoría de edad hablan no se sabe cuantos idiomas.

Y perdónenme pero eso no me lo trago. Los subtítulos son un extracto, una síntesis de las conversaciones que cruzan los actores en la escena de turno. A lo largo de una película subtitulada se pierden cientos de palabras del idioma original. Es imposible asociar una palabra traducida a otra pronunciada, puesto que no sabemos dónde encajan.

Si se tradujeran todas las frases sería imposible seguir el hilo de la narración; no nos daría tiempo a acabar de leer; la escena ya sería otra.

Dice el señor Augusto M. Torres que los jóvenes, con los subtítulos, aparte de mejorar la ortografía, también aprenderían idiomas, como por ejemplo el inglés.

Y aquí, con todos mis respetos, me mondo. ¿Alguna alma cándida puede creer que tras ver quinientas películas suecas subtituladas acabará hablando sueco?

Fuente: La Vanguardia

[*Opino– De la anatomía femenina: labios, piernas, glúteos y parajes adyacentes

¡Por fin doy con una opinión autorizada que ratifica la mía!: el paralelismo entre los labios de la boca y los de la vulva. ¡A ver qué dicen ahora quienes por esto se han reído de mí!

Ahora aumenta mi asombro ante la boca de Julia Roberts y mi curiosidad por saber si la de Angelina Jolie es natural.

Falta que Desmond Morris, u otro de igual o mayor autoridad, me dé la razón —siempre en lo tocante a la anatomía femenina— en lo del paralelismo entre el vello de la axila y el púbico, entre los brazos y las piernas, y entre los antebrazos y los muslos.

Tal vez porque, como me han dicho desde mi adolescencia, heredé de mi abuelo paterno una gran debilidad por las piernas femeninas, es por lo que me he pasado años analizándolas. Me fascinan las bonitas, y no logro que me guste nada de las dueñas de unas feas.

Por ejemplo, se dice que la australina Keeley Hazell tiene los senos más bellos del mundo; tan bellos que les sacaron un molde en bronce.

Pero con las piernas que en la foto de arriba se le ven, queda descalificada para mí.

Carlos M. Padrón

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11-08-10

¿Por qué tenemos el culo redondo?

Existen varias explicaciones a esa redondez tan atractiva, pero hay dos que son más aceptadas por la Ciencia, una erótica y otra más prosaica.

Esta última procede de la proctología —la rama de la Medicina que se ocupa de las enfermedades del recto—, según la cual los glúteos son la tapadera del ano. Su forma redonda serviría para impedir literalmente la salida de malos olores.

Otro par de senos

Por su parte, el zoólogo británico Desmond Morris sugiere en su obra «El hombre al desnudo» que los mamíferos repiten ciertas formas en varias zonas de su cuerpo para aumentar las posibilidades de atracción erótica desde perspectivas diferentes.

Así, en el caso de nuestra especie, los labios carnosos femeninos reproducen la forma de la vulva para atraer al hombre, y las nalgas imitarían con el mismo fin los redondos senos, más irresistibles cuanto más prominentes.

MUY