17/09/2011
Teresa Guerrero
Un paisaje desértico, zonas con escasa vegetación, llanuras, áreas montañosas y rocosas, hundimientos similares a cráteres, y un clima que garantiza muchas horas de sol y poca lluvia.
Las particulares características del Parque Nacional del Teide lo convierten en un lugar muy adecuado para simular las condiciones que se darían en inhóspitos destinos como Marte o la Luna.
Por ello, la isla canaria ha sido la elegida para probar durante diez días la tecnología de los vehículos robóticos europeos rover que en los próximos años serán enviados para explorar Marte y la Luna.
Un equipo de veinte científicos del Programa PRoVIsG (Planetary Robotics Vision Ground Processing) han tomado desde el pasado lunes el Teide para probar el sistema de cámaras y de navegación de Bridget, nombre con el que han bautizado al prototipo de vehículo robótico desarrollado por la empresa Astrium para preparar la misión europea ‘ExoMars’.
Aunque el objetivo es enviar al planeta rojo, hacia el año 2018, el primer rover europeo, el proyecto ha sufrido retrasos en varias ocasiones.
Pruebas de campo
«Enviar un rover al espacio cuesta mucho dinero, así que antes de mandar una misión hay que estar seguros de que todo funciona perfectamente. Por ello, necesitamos ir a sitios representativos. Puedes probar la tecnología en un laboratorio, pero no es lo mismo que hacerlo en un lugar como El Teide», explica Jorgina Busquets, una de las ingenieras de Astrium que lideran este proyecto internacional en el que participan científicos de varias universidades y centros de Reino Unido, Alemania, Austria, EEUU, Francia y República Checa.
Bridge ya visitó Tenerife hace cinco años. En aquella ocasión se probó con éxito el funcionamiento del vehículo robótico. «En febrero de 2006 vine a Tenerife por primera vez buscando un lugar para probar el prototipo de vehículo que iría a Marte. Lo que realmente me sorprendió fue la belleza del paisaje. Es uno de los lugares más bonitos en los que he estado, así que estuve encantado de que las autoridades nos dieran permiso para realizar los ensayos», afirma Lester Waugh, el jefe del proyecto de Astrium.
Aunque en zonas del Reino Unido, como Clarach Bay, se han realizado ya varias pruebas de campo de Bridget, el mal tiempo impide con frecuencia realizar los ensayos, pues los rover no son resistentes al agua (en Marte y la Luna no llueve).
«Tenerife es un lugar perfecto. Además de que el tiempo acompaña, hay rocas, zonas montañosas, llanos, como los de Ucanca, …El paisaje es muy rico y podemos tomar imágenes en tres dimensiones», explica el ingeniero británico.
Los ‘ojos’ del rover
Ante la sorpresa de los turistas que visitan estos días el parque nacional, Bridget explora los bellos paisajes del Teide.
Avanza lenta pero segura por la zona conocida como Minas de San José. Y es que, aunque sólo puede recorrer 150 metros por hora, los instrumentos que están siendo probados le permiten tener un amplio conocimiento del suelo que pisa.
Una de las cámaras dota al rover de un campo de visión de 360º. La Pan Camp le proporciona pares de imágenes estéreo (como los ojos) que se utilizan para conseguir capturas en tres dimensiones.
Las imágenes, grabadas durante una prueba de campo en Clarach Bay (Reino Unido), muestran lo que los científicos observan gracias al rover.
La cámara denominada 3D-Tiempo de Vuelo le permite obtener una imagen en tres dimensiones mediante una única cámara. Por último, cuenta con una cámara hiperespectral, que capta imágenes en diferentes bandas de frecuencia para determinar la composición de los materiales.
Las cámaras están integradas en un mástil, que puede desplegarse hasta una altura de dos metros, de modo que la visión que ofrece es parecida a la que tendría un ser humano que caminara por la Luna o Marte.
El vehículo robótico cuenta, además, con un instrumento con el que podrá tomar muestras del subsuelo.
Es un taladro ultrasónico que, con vibraciones de alta frecuencia, pulveriza rocas sin necesidad de aplicar mucha fuerza. Por lo que respecta al sistema de navegación, el rover traza la trayectoria para alcanzar un objetivo que le haya sido asignado.
Control remoto
El ingeniero Andrew Ratcliffe controla a Bridget desde una furgoneta situada a unos cien metros del robot.
Este fin de semana se realizará un ensayo para controlar remotamente al vehículo desde Inglaterra, donde tiene su sede la compañía Astrium, que coordina las pruebas de campo e integra en su rover los equipos ópticos desarrollados por sus socios de PRoVIsG.
Además, como comprobó esta periodista, el vehículo puede ser controlado fácilmente mediante un joystick. En pocos segundos, el rover realiza, con sus seis ruedas (puede girar las dos delanteras y las dos traseras), los movimientos requeridos. Este sábado, los científicos permitirán que algunos de los visitantes que se acerquen al parque puedan controlar remotamente al rover y comprobar lo que puede hacer.
Fuente: El Mundo