[*MiIT}– Otra mala pasada de mis ciberbrujas,… o tal vez sólo mala suerte.

Carlos M. Padrón

En el envío del último resumen semanal dije que el próximo envío de resumen diario de titulares lo haría, si todo iba según lo planeado, desde Canarias.

Pero como las cosas no fueron según lo planeado sino que mis archiconocidas ciberbrujas se han cebado conmigo creándome inconvenientes a placer, no he podido cumplir con lo ofrecido.

Desde 2006, cada vez que viajo llevo conmigo una laptop del año 2005 a la que —y creo haberlo dicho antes— detesto profundamente, como a todas las de su estirpe, por lo pequeño del teclado, el apiñamiento de componentes, la fragilidad, los problemas de sus baterías, etc.; de hecho, la llamo Mierdaptop. Además, no me gustan las miniaturas.

Como su disco duro interno es apenas de 40 GB, desde 2006 uso para esa laptop un disco externo de 100 GB en el que llevo los archivos de Outlook, Mis Documentos, etc., dejando el interno, el de 40 GB, sólo para el Windows XP y los programas en él instalados.

El primero de tales inconvenientes fue que al llegar a mi casa natal, en El Paso, encontré que MocoStar (antes Telefónica) no había entregado aún el router ADSL que mi familia les había pedido desde el pasado día 11.

Lo entregaron el martes 22, pero cuando lo instalé descubrí que, aunque mi laptop lo “veía”, no había conexión a Internet.

En mi reclamo a MocoStar me dijeron que el motivo era que, por parte de ellos, ese router no estaba totalmente instalado todavía, y que el plazo máximo para que lo estuviera era el 31 de marzo. ¡Que viva el sentido de la urgencia en la era de las comunicaciones instantáneas!

Ante esto, en la familia me prestaron un módem USB, también de MocoStar, que luego de casi una hora de cortes y reconexiones me permitió postear en el blog la «cosecha» del lunes, y luego no trabajó más por, según dijo, no había cobertura.

Probé después con otro módem de ese tipo, esta vez de Vodafone, y el resultado fue igualmente negativo y frustrante: no cobertura.

Pero el mayor de tales inconvenientes ocurrió cuando traté de irme a otro rincón de la casa a ver si alguno de esos módems lograba conexión,…. y el disco duro externo cayó al suelo y pasó a mejor vida,… a menos que yo pudiera recurrir a los expertos de CSI o NCSI para que recuperaran los datos en él guardados.

Desde entonces no he podido abrir mi correo ni hacer nada que requiera contraseña (password) porque las contraseñas estaban también en el disco difunto. Ergo: no he podido postear en el blog nada nuevo, ni siquiera dar curso a los comentarios, y tampoco he podido, ni puedo aún, enviar el Resumen Diario de Titulares a las personas a quienes acostumbraba enviárselos yo, no FeedBlitz, cada día.

Como mejor opción pedí a un técnico que hiciera una imagen del disco interno —o sea, del Windows XP con sus programas, tal y como estaba—, instalara en la laptop un disco interno de mayor capacidad (resultó que, dada la edad de esa maquinita, su BIOS sólo aceptó uno de 160 GB, y de ése sólo reconoce 128 provecha), lo particionara y pusiera en la primera de esas particiones el Windows XP y sus programas.

En las otras particiones irán los datos antes mencionados que, por vía de un courier, me llegarán de Caracas —si todo va según lo planeado— la semana que viene, pues, por supuesto, en Caracas dejé respaldo de todos ellos.

Pero como hoy me entregaron la laptop arreglada en la forma ya dicha, y también hoy funcionó por fin el router ADSL de la “bendita” MocoStar, ya pude conectarme a Internet, manejar correo desde los servidores, entrar a las entrañas del blog, dar curso a los comentarios, y publicar algo en ciertas secciones, pues lo que corresponde a otras lo tengo en las carpetas de Outlook.

Mis disculpas por los nefastos efectos de esta última maldición de mis conocidas ciberbrujas, y espero volver a la normalidad la semana que viene. Qué día, no lo sé.