[*Opino}– Un derecho al olvido muy útil para esconder… en parte

19-05-14

Carlos M. Padrón

Muy de acuerdo con lo que expone el artículo que copio abajo.

Creo que esta sentencia europea del «Derecho a esconder» fue promulgada por políticos, movidos por dos motivos:

  1. Reducir la exposición pública de sus tropelías pasadas, presentes o futuras.
  2. Jactarse de haber impuesto su voluntad a una compañía gringa.

Pero, como bien dice doña Cristina, los datos no desaparecen de la Red, sólo han sido escondidos y, por tanto, son accesible desde cualquier otra parte del mundo, y hasta desde dentro de Europa, pues cada día son más las herramientas que permiten burlar la censura en internet.

Pero con razón se ha dicho que los políticos prefieren que se hable mal de ellos antes de que de ellos no se diga nada.

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2014-05-15

Cristina Losada

¿Derecho al olvido o derecho a esconder?

Es incontestable que la vida privada ha de estar protegida de exposiciones no deseadas en internet. Cualquiera debe poder eliminar de la Red datos personales que no quiera que estén accesibles al público; cualquiera, salvo las figuras públicas, que ése es otro vidrioso asunto.

Sea como fuere, lo antes dicho parece de cajón, pero ahí se acaban las certezas y empiezan las dudas, dudas que no resuelve la sentencia del Tribunal Europeo que consagra el denominado Derecho al Olvido.

Ya es discutible que la decisión del tribunal se limite a la protección de la vida privada de las personas. De hecho, el dictamen surge a raíz de un caso, el del abogado Mario Costeja, relacionado con su actividad profesional.

En los años noventa fue objeto de un embargo por deudas a la Seguridad Social, que se anunció, como suele hacerse, en un periódico: La Vanguardia. Cuando tecleaba en Google su nombre, aparecía de forma destacada aquel anuncio, y eso le perjudicaba profesionalmente. Consideró que, al ser un asunto antiguo y solventado, aquel fantasma del pasado no debía continuar reapareciendo y manchando su reputación.

Se entiende bien que uno desee borrar de su historial profesional viejos errores o incidentes, pero ¿forma parte de la esfera privada y ha de permanecer oculto que un abogado sufriera un embargo, que un médico hubiera de pagar una indemnización a un paciente, o que un promotor inmobiliario fuera condenado por fraude?

En el Financial Times, John Gapper, en un comentario muy crítico con la sentencia, ponía ese último caso como ejemplo. Tenía intención de comprarle una casa a un promotor y empezó a sentir desconfianza, así que lo buscó en Google y encontró que había sido condenado por fraude diez años antes. La sentencia europea ampararía al promotor a la hora de impedir que ese dato saliera en la búsqueda, y, de paso, le hurtaría una información relevante a la persona que va a firmar un contrato con él.

En el New York Times, Jonathan Zittrain, profesor en Harvard y autor de «The Future of the Internet. And How to Stop It», sostenía que la sentencia era, a la vez, demasiado amplia y extrañamente estrecha.

De un lado, permite vetar el acceso a datos que figuran en documentos públicos, lo que equivale a una forma de censura. Del otro, admite que esos datos no desaparezcan de la Red. Es decir — y éste es tal vez el punto más absurdo del dictamen—, que la información no deseada permanece en internet, pero el acceso a ella se dificulta. Información, subrayemos, es información: ni falsa ni incorrecta. Por eso no se requiere su borrado en origen o su rectificación.

En puridad, con esta sentencia europea no estamos ante un derecho al olvido sino ante un derecho a esconder mejor ciertos datos. Habrá que hilar muy fino, ¡caso por caso!, para establecer hasta qué punto esa protección es legítima y no desprotege a otros.

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Artículo relacionado:

[*Opino}– Acerca del ‘Derecho al olvido en internet’

14-05-14

Carlos M. Padrón

Por supuesto que, como dice el artículo que copio abajo: «Este derecho puede en ocasiones colisionar con la libertad de expresión». Sobre todo cuando lo de «libertad de expresión» es ya algo que resulta muy difícil definir.

Para muestra, lo ocurrido recientemente con el dueño de un equipo de béisbol que dijo algo contra los negros. Si a ese señor no le GUSTAN los negros, y así lo declara, ¿no está haciendo uso de libertad de expresión? ¿O es que una persona no tiene derecho a expresar sus gustos? Los gustos no son controlables. Podrá ser controlable, y sólo hasta cierto punto, el no expresarlos, pero corriendo el riesgo de caer en la hipocresía, que no es precisamente una virtud.

En cuanto al tal «Derecho al olvido en internet» se ha dicho también que los buscadores deben retirar los enlaces a informaciones publicadas en el pasado si perjudican al ciudadano y no son pertinentes. ¿Y quién va a determinar si son o no pertinentes?

En otra publicación dicen «El Tribunal de la Unión Europea ha fallado en contra de Google y le obliga eliminar de información lícita que afecte a un ciudadano y que ya no sea de interés». ¿Y quién va a decidir si la información es ilícita carente de interés? ¿De interés para quién?

Además —y entrando ya en terreno filosófico—, ¿puede forzarse el olvido? No, no se puede. Por tanto, eso de «derecho al olvido» no resulta precisamente muy apropiado.

Algo que sí deberían evitar en los buscadores —y hasta penalizar— es la existencia de páginas que aparecen cuando uno busca algo, y que no tienen relación alguna con ese algo sino con cualquiera otra cosa, en especial con la sugerencia o venta de programas que, por supuesto, contienen malware. Eso es, simplemente, fraude.

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14/05/2014

Pero ¿qué es el «derecho al olvido» en la Red?

La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que ampara el «derecho al olvido» en la Red, y que es fruto de un litigio entre la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y Google, supone una revolución a la hora de garantizar la intimidad y privacidad de los ciudadanos, según expertos legales.

Pero, ¿qué es eso a lo que nos referimos cuando hablamos de «derecho al olvido» en internet?

El derecho al olvido es un derecho relacionado con el Habeas Data y la protección de datos personales. Se puede definir como el derecho que tiene el titular de un dato personal a borrar, bloquear o suprimir información personal que se considera obsoleta por el transcurso del tiempo, o que, de alguna manera, afecta el libre desarrollo de alguno de sus derechos fundamentales.

Como cabe apreciar, este derecho puede en ocasiones colisionar con la libertad de expresión.

Según la AEPD, «El «derecho al olvido» hace referencia al derecho que tiene un ciudadano a impedir la difusión de información personal a través de internet cuando su publicación no cumple los requisitos de adecuación y pertinencia previstos en la normativa».

La AEPD señala que este derecho incluye limitar la difusión de información de datos de personas, incluso cuando la publicación original sea legítima. «La difusión, hecha a través de los buscadores y de forma universal e ilimitada, de información que ya no tiene relevancia ni interés público, causa una lesión a los derechos de las personas».

El abogado Joaquín Muñoz, representante del español Mario Costeja —convertido, quizás sin proponérselo, en impulsor del llamado «derecho al olvido» en internet, al desencadenar el caso que ha concluido con esta sentencia—, ha destacado su alcance porque confirma el derecho del ciudadano a la privacidad y a decidir quien trata o no sus datos personales.

Fuente

[*MiIT}– Google cambia otra vez la cara de Gmail

29-05-13

Carlos M. Padrón

Ante anuncios como el del artículo que copio abajo, me pregunto si Google no toma en cuenta que los usuarios de cierta edad.

Me refiero a ésos que, luego de bastante esfuerzo, lograron acostumbrarse a operar con un cierto formato de correo, se molestarán, y con toda razón, cuando les cambian ese formato, lo que me hace recordar la frase, creo que de Mafalda, «Cuando me sabía todas las respuestas, me cambiaron las preguntas».

Igual hace Google con el navegador Chrome, que se actualiza automáticamente pero no así los instructivos correspondientes, lo cual causa que, después de una actualización de Chrome, el usuario no sepa dónde está ahora cierta función, y al guglear para averiguarlo se tope con un instructivo cuyos pasos ya no coinciden con lo que la nueva versión de Chrome muestra. Esto es de verdad frustrante.

Volviendo al cambio de formato en Gmail, cierto es que Google da la opción de quedarse con el formato anterior, pero ¿hasta cuándo?

Por eso, y como he dicho muchas veces en este blog, lo mejor es manejar desde un solo programa todas las cuentas, y así esos cambios no afectarán en absoluto. Yo seguiré haciéndolo así porque, como también he dicho en este blog, me interesa más el viaje que el vehículo en el que lo hago, más el contenido que el contenedor.

Si yo no me apegara a estos principios no tendría tiempo para publicar en el blog, pues me lo pasaría probando plataformas nuevas, o implementando los cambios en la que tenga instalada.

En resumen: Si funciona, no lo «arregles».

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29-05-13

Ángel Jiménez de Luis

En noviembre del pasado año Gmail se convirtió en el proveedor de correo electrónico más grande del mundo.

El servicio que Google comenzó a ofrecer en fase beta y con invitación privada hace nueve años, atesora hoy más de 425 millones de usuarios registrados, y más de 290 millones de usuarios activos, según cifras de ComScore.

Para Google el servicio se ha convertido también en una pieza clave a la hora de promocionar su red social, Google+, y sus herramientas de chat.

Gmail comenzó como un correo electrónico convencional, pero con más espacio que las soluciones que existían hasta el momento. Con el tiempo, sin embargo, ha ido integrando elementos propios, como la posibilidad de etiquetado y la integración de mensajería y calendarios.

Hoy Google ha presentado una nueva versión de la bandeja de entrada que añade diferentes pestañas para organizar los mensajes y que es capaz de filtrar los correos según su procedencia y contenido.

Cuando el usuario recibe la actualización, su bandeja de entrada queda dividida en cuatro pestañas:

  1. Principal, que guarda los mensajes de familiares, amigos y aquéllos que se consideran «importantes»
  2. Social, que guarda los avisos de redes sociales
  3. Promociones, con ofertas y descuentos; y
  4. Notificaciones, donde van los mensajes con confirmaciones, facturas y recibos.

Existe la posibilidad de añadir también una pestaña extra con mensajes provenientes de foros.

Los mensajes se organizan de forma automática, pero es posible reorganizarlos arrastrando simplemente los encabezados entre las diferentes pestañas.

Gmail «aprende» las preferencias del usuario y se ajusta a su forma de organizar los correos de forma que, con el tiempo, se vuelve más preciso.

Durante esta semana, por ejemplo, mi experiencia fue mixta. Algunos correos de confirmación de vuelos llegaban a Promociones -probablemente porque en el interior del mensaje tenían ofertas asociadas de la línea aérea-, mientras que otros acababan Notificaciones.

Los usuarios, que recibirán la actualización durante las próximas semanas, podrán volver a la versión clásica de Gmail si así lo desean.

Google implantará también la nueva bandeja de entrada dentro de sus aplicaciones móviles, tanto las de Android como la de iOS.

La app sólo mostrará los mensajes de Principal al abrirse, pero se podrá navegar entre el resto de las pestañas. En los programas de correo de terceras compañías, con las cuentas sincronizadas mediante SMTP o POP3, la organización sigue siendo la misma, y los correos se muestran en orden cronológico.

Fuente: El Mundo

[*Opino}– Google trabaja para dotar a Chrome de un generador de contraseñas seguras

19-02-12

Carlos M. Padrón

Tal vez esta tarea a la que, según el artículo que copio más abajo, se está dedicando el equipo de Google Chrome, haya nacido del hecho de que, al menos en mi caso, desde que hace ya mucho tiempo instalé Chrome por primera vez, este navegador no me ofrezca si quiero guardar las passwords (contraseñas).

Ha guardado sólo una: la de Adsense, un sitio que pertenece a Google. De ahí en adelante, y a pesar de que tengo debidamente activada la opción de que me haga ese ofrecimiento, no hay forma de que lo cumpla.

En los foros he visto que este problema lo tienen otros usuarios, y que las respuestas que ellos han recibido, algunas de gente que trabaja para Google, no han aportado ninguna solución —como tampoco me la han aportado a mí—, y la administración del foro ha cerrado esos casos, aunque no resueltos.

Las varias consultas que yo he puesto sólo han recibido la respuesta de que active la opción de que Chrome me ofrezca guardar las contraseñas, algo que, al formular mi pregunta, dije que ya había hecho yo desde el principio.

Además de haber pedido ayuda varias veces, usando REVO Unistaller—que elimina casi totalmente los rastros que deja una desinstalación hecha por vía normal— he desinstalado Chrome, limpiado luego la PC, buscado con la función search (buscar) cualquier otro rastro de Chrome, y no he encontrado ninguno.

He reiniciado la PC, bajado e instalado la última versión de Chrome, y me he asegurado de que ésta tenga activada la opción de ofrecerme guardar las contraseñas,… pero ni modo: no quiere.

Me temo que mientras Chrome,

  1. No arregle esto de las contraseñas
  2. No permita mantener desplegada una columna con los bookmarks que el usuario quiera poner en ella; y,
  3. No permita poner separadores en esa columna, de forma que el usuario pueda agrupar los bookmarks de índole similar,

Firefox seguirá siendo mi buscador preferido.

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17-02-12

El equipo de Google Chrome está trabajando en un sistema para generar contraseñas, que se incluirá en ese navegador.

De esta forma, el navegador de Google se convertirá en un auténtico administrador de contraseñas para que los usuarios cuenten, por un lado con una clave segura y, por otro, la recuerden siempre.

Uno de los inconvenientes al navegar por Internet es la posibilidad de que los usuarios no puedan acceder a sus cuentas de correo, o a cualquier web, con su nombre de usuario y contraseña, bien porque han sido víctimas de una ataque de malware que se ha apoderado de sus claves, o bien porque, simplemente, no se acuerdan de cuáles eran.

Por ello, el equipo de Google Chrome quiere ayudar a sus usuarios a solventar estos posibles inconvenientes, y está desarrollando un generador de contraseñas seguras para aquellos usuarios que utilicen cuentas de Google, según asegura la compañía en la web The Chromium Project.

En primer lugar, Chrome debe detectar cuando el usuario está ante un formulario de registro que solicite introducir el nombre de usuario y la contraseña.

Una vez detectado, los usuarios podrán ver una ventana emergente (pop up) que les preguntará si quiere que Chrome le gestione la contraseña a través del navegador.

Si es así, a través de un generador de contraseñas el sistema sugerirá algunas opciones aleatorias, basándose en los criterios de una contraseña segura (utilizando letras, números, y signos de puntuación).

Las contraseñas que Chrome genera suelen ser bastante complicadas de recordar, por lo que será el propio navegador el que se encargue de guardarlas para volver a utilizarlas en el resto de cuentas de Google.

Además, si en un determinado momento el usuario no quiere, o no puede, acceder a Internet desde Chrome, el equipo de Google trabaja en un sitio web donde quedarían almacenadas todas las contraseñas generadas.

El objetivo de esta iniciativa es que el sistema autentifique la identidad del usuario a través del inicio de sesión.

Por último, Google recuerda que, por el momento, no todos los sitios actuales pueden ser protegidos. «A juzgar por los ataques de phishing actuales, esto significa que entre el 40 y el 70% de las páginas no pueden ser protegidas contra el phising, asegura la compañía.

Una vez que esta función se extienda —continúan—, probablemente verán si es posible solucionar este problema. «Tal vez podamos conseguir que los usuarios tengan que volver a identificarse en el navegador antes de ingresar a dichos sitios», concluyen.

Fuente: Yahoo Noticias