02-07-2025
Canarias tiene razón: la explicación que deja claro por qué decir “papa” es la forma correcta
Un vídeo ha reabierto el debate sobre cómo se debe llamar realmente al tubérculo más consumido en el mundo
Papas arrugadas y mojo verde o rojo. Plato típicamente canario
Un vídeo divulgativo de Turismo de Sanlúcar de Barrameda, publicado en TikTok y con más de 1,2 millones de visualizaciones y 56.000 ‘me gusta‘, ha reabierto el debate sobre cómo se debe llamar realmente al tubérculo más consumido en el mundo: ¿papa o patata?
En la publicación se explica que, tras el descubrimiento de América, Sanlúcar de Barrameda —puerto clave en las rutas transatlánticas— fue uno de los primeros lugares donde llegaron productos del nuevo continente. El primer tubérculo en introducirse fue la batata, que se adaptó rápidamente al clima de la zona. Años más tarde llegaría la papa, inicialmente una variedad morada, similar en apariencia a la batata.
El error, según se explica, surge cuando la papa comenzó a confundirse con la batata ya conocida. Como consecuencia, en gran parte de la península se popularizó el término patata, una deformación que mezcla ambos nombres: “papa” (de origen quechua) y “batata” (del taíno).
Este fenómeno lingüístico está documentado por diversas fuentes etimológicas. La Real Academia Española reconoce que el vocablo “patata” resulta de una fusión de ambas palabras, y que “papa” es el nombre original del tubérculo andino.
Durante el siglo XVI, se usaban indistintamente ambos términos, pero a partir del siglo XVII, “patata” se impuso en muchas regiones peninsulares, mientras “papa” se mantuvo en zonas más conectadas con América, como Canarias y Andalucía Occidental.
En Canarias, el uso de “papa” sigue vigente y nunca se ha perdido. Este hecho coincide con lo que ocurre en la mayor parte de Hispanoamérica, donde el término “papa” es el único empleado. Países como Perú, Colombia, Argentina o México utilizan exclusivamente esta denominación, alineándose con el origen indígena del nombre.
A diferencia de la Península, donde se generalizó el término deformado, en Canarias se ha conservado el nombre original, lo que convierte al archipiélago en uno de los pocos territorios europeos donde se mantiene viva la raíz histórica y cultural de este alimento.
Al principio, el término «papa» se mantiene, pero, una vez que se va extendiendo por España y Europa, se va deformando la palabra ya que se confunde con el otro tubérculo y se mezcla el nombre de «papa» y «batata» resultando en «patata».
Este legado lingüístico y cultural nos recuerda el enorme intercambio de saberes, alimentos y costumbres que se produjo a raíz del encuentro entre continentes.
