Para Tyson, la explicación de lo que ocurre tras la muerte comienza en cómo vivimos: “Pasamos la vida comiendo alimentos con calorías, que son unidades de energía. Usamos esa energía para mantener la temperatura corporal y movernos”. Esa actividad se interrumpe con la muerte, y el cuerpo deja de generar calor. “Tocas la mano de un cadáver y dices que está fría. No lo está: simplemente está a temperatura ambiente. Ya no quema energía”.