[LE}> «Mutatis mutandis», no «mutatis mutandi»

La escritura adecuada de la locución mutatis mutandis es con ‘-s’ al final de ambos elementos, no ‘mutatis mutandi’, sin ‘-s’ en la segunda palabra.

Uso inadecuado

  • Ese argumento fue el que, mutatis mutandi, dio lugar a la famosa película.
  • El caso de Unamuno es, mutatis mutandi, similar.
  • El anexo establece la aplicación, mutatis mutandi, de las reglas

Uso adecuado

  • Ese argumento fue el que, mutatis mutandis, dio lugar a la famosa película.
  • El caso de Unamuno es, mutatis mutandis, similar.
  • El anexo establece la aplicación, mutatis mutandis, de las reglas.

Tal y como recogen el ‘Diccionario de la lengua española’ y el ‘Diccionario panhispánico de dudas’, la locución latina que significa ‘cambiando lo que se deba cambiar’ es mutatis mutandis, con una ‘s’ en ambos términos, por lo que no es apropiado escribir mutatis mutandi. ’ Tampoco lo son mutatis mutantis ni mutatis mutanti, con una ‘t’ en lugar de una ‘d’, variantes que pueden encontrarse ocasionalmente en algunos textos.

Además, se recuerda que lo adecuado es que las locuciones latinas se escriban en cursiva o, si no es posible, entre comillas.

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[Canarias}> Los balcones que prohibió Felipe II y que en La Palma no se destruyeron

28/08/2024

J. F. Alonso

Los balcones que prohibió Felipe II y que en La Palma no se destruyeron

Las balconadas, las ventanas y las celosías se han convertido en una seña de identidad de la arquitectura tradicional de la isla canaria

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Vista desde el Mirador de la Concepción, por ejemplo, se entiende un poco la historia de Santa Cruz de la Palma. Los barcos de los conquistadores, que llegaron allí empujados por los alisios, los vientos que soplan del noroeste, la dificultad de la ciudad para crecer (tiene unos 15.000 habitantes), encajonada entre barrancos, a menudo cubierta de nubes que chocan con lo que los palmeros llaman ‘la cumbre’, la cordillera (a más de 1.500 m ) que separa la isla en dos.

Ahí abajo pronto comprobaremos que Santa Cruz de La Palma conserva una arquitectura tradicional poco ‘manchada’ por las construcciones modernas, por el aluminio o los rascacielos. Un paseo entre sus casas de colores vivos (ese azul añil, esos ocres), con paradas en el Mercado Municipal, el Ayuntamiento o en el Museo Insular, transmite calma e historia.

En ese casco histórico destacan las balconadas de madera construidas a partir de la llegada de castellanos, andaluces y portugueses, aunque hay quien también habla de una influencia mudéjar. Entre el XVI y el XVIII había múltiples balcones, asegura Manuel Poggio Capote, cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, a pesar de que en aquellos años Felipe II quiso prohibirlos con una orden real.

En las descripciones de las bodas de Carlos V en el alcázar de Sevilla, en 1526, se hace referencia a los balcones de madera como incómodos miradores cubiertos de celosías que invadían las estrechas calles, razón por la cual durante los reinados de Carlos V y Felipe II se dictaron normas, de acuerdo con los nuevos criterios del urbanismo y la arquitectura renacentista, que ordenaban su derribo, según recoge el documento ‘La ventana tradicional, signo de identidad de la arquitectura canaria’, editado en 2020 por Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel.

«En Málaga se prohibieron desde 1492, en Granada en 1498, y de nuevo en 1532 y 1538, y en Córdoba y Toledo en 1550. En Sevilla constan derribos en 1410 y 1576, aunque todavía en 1587 se menciona la presencia de múltiples ventanajes «con rejas y celosías de mil maneras». En el Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma se conserva una real cédula de Felipe II de 1585 que legisla en el mismo sentido, sin que en la práctica surtiera ningún efecto», se constata en ese estudio.

Poggio Capote, en conversación con ABC, destaca la importancia de las celosías en las ventanas y en los balcones, seña de identidad de La Palma. «Hay más de trescientas ventanas y una decena de balcones con celosías, más que en ningún otro sitio de España. Sólo quedan unas pocas en Córdoba, Sevilla y Écija».

«Las carpinterías exteriores en madera son el elemento más expresivo y el que más personalidad le confiere a la arquitectura tradicional canaria. En este conjunto, sobresalen, por su excepcional rareza, los balcones, miradores y ventanas de celosías. Es muy probable que la serie de celosías de Canarias y, especialmente, la de la isla de La Palma sea la más numerosa y variada de las que se conservan en el mundo hispánico», continúa el documento citado.

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Las balconadas que hoy vemos no son de la época de la prohibición. Al cabo, son edificios civiles, reformados o reconstruidos muchas veces a lo largo de los siglos. Sí hay algunas del último tercio del XVIII y principios del XIX, pero su valor como símbolo en Santa Cruz de la Palma sigue intacto. Los turistas avisados, también los de los cruceros, se acercan a fotografiar las de la Avenida Marítima, por ejemplo la Casa Ferrer, de finales del XVIII; las de la Calle Real o las de Pérez de Brito.

Santa Cruz de La Palma siempre ha tenido una estrecha relación con América, como se refleja en la tradición de los indianos que venían de Cuba (en Carnaval se celebra el Día de Los Indianos, una fiesta en la que participan decenas de miles de personas) y en su arquitectura, precisamente en esos balcones de madera. Aquí, en 1558, Felipe II creó el primer Juzgado de Indias. Poggio Capote añade en este punto una curiosidad sobre esas balconadas: «En un extremo no visible solían tener un retrete o una bajante de aguas sucias», eliminados en algunos casos en alguna de las reformas.

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[El Paso}> La danza con arcos, ofrenda a la Virgen del Pino

28-08-2024

María Victoria Hernández*

La danza con arcos, ofrenda a la Virgen del Pino

La Palma atesora un amplio repertorio de ejemplo de las conocidas “danzas coreadas con arcos de flores”. Desde el siglo XIX se van repitiendo en el calendario festivo insular

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La isla canaria de La Palma atesora un amplio repertorio de ejemplo de las conocidas “danzas coreadas con arcos de flores”. Desde el siglo XIX se van repitiendo en el calendario festivo insular. Las fuentes de información las encontramos en la prensa, programas de fiestas, partituras musicales y el rico legado fotográfico.

El viernes 30 de agosto, a las 19.00 h, entre las múltiples ofrendas que la ciudad de El Paso ofrece y rinde a la Virgen del Pino, se encuentra la interesante y peculiar Danza, con arcos y cintas, ofrenda del profundo devoto de la advocación mariana el pacense Manuel González Díaz (1885-1958).

Llega el momento íntimo de la despedida de la venerada imagen en su Bajada Trienal hasta el casco urbano de la ciudad y el retorno, el domingo 1 de septiembre, por el barrio de Tenerra hasta su santuario a los pies del longevo pino canario del cual “María madre” tomó el nombre y advocación.

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Danza de Manuel Gozález, El Paso. Foto: Archivo Municipal.

En el programa de los festejos trienales de la Virgen del Pino del año 1997 el erudito investigador Carlos Valentín Lorenzo Hernández pone de manifiesto y por primera vez por escrito lo que la memoria del pueblo con cariño atesoraba: La danza de don Manuel González Díaz (1885-1958).

Esta publicación removió la conciencia de algunos entusiastas pacenses y de lo que en 1997 era una caja de cartón llena de fotografías de la “danza de don Manuel” y los recuerdos vagos de los intérpretes de canto y danza cabe la satisfacción de se ha recuperado, no sin esfuerzo y trabajo, para gloria del patrimonio etnográfico de La Palma y testimonio único y peculiar para nuevas generaciones.

Relata Carlos Valentín Lorenzo que la danza se debe a la ofrenda-promesa que el emigrante pacense en Cuba, Manuel González Díaz, le profesaba a la Virgen del Pino de El Paso, su municipio natal.

Lorenzo sitúa en 1945 como la primera representación conocida, aunque pudiera existir con anterioridad. Durante los años 50 y 60, del pasado siglo, se representó hasta que se fue perdiendo del repertorio de actos de los festejos trienales.

Esta manifestación festiva debió ser conocida y valorada y es llevada a otros lugares como es el caso de Tazacorte, lo testimonia una fotografía en las escaleras de la plaza de esta localidad. Al parecer también estuvo en San Andrés y Sauces.

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Danza con arcos, Bajada de la Virgen, 1961. Foto: Archivo Grupo Etnográfico Baile Bueno

La danza desarrolla una coreografía en parejas ataviadas de color blanco y verde, colores de la Virgen del Pino, configurando diferentes momentos con los arcos florales danzando y cantando, apoyados de un coro y música externo.

En un momento determinado surge en el centro de la rueda de danzantes un gran palo con cintas de color verde y blanco sujeto por una persona y rematado por una cruz. Cada uno de los miembros de la danza van entrecruzando las cintas de seda, mientras siguen portando los arcos y un pequeño banderín.

La música, y posiblemente los versos de la letra del canto, se debe el maestro de primeras letras, músico y poeta pacense el erudito, y no suficientemente estudiando y reconocido como se merece, Pedro Martín Hernández y Castillo (1885-1963), quien fuera de director de Bandas de Música en El Paso y posiblemente en 1920 de la de Los Llanos de Aridane. Su amplia obra se encuentra dispersa y aún hoy se recuerda en la Isla las Loas a la Santa Cruz, con libretos teatrales de las “aparecidas” del santo madero.

Parte de la letra, recopilada por Lorenzo Hernández dice:

El Paso de arriba
henchido de amor
ofrece a la Virgen
su fiesta mayor.

Al son de la Danza
queremos bailar.
La Virgen del Pino
La estrella del mar.

Hoy el pueblo pregona por doquier
la grandeza y el célico valor
que atesora la Rosa Inmaculada
la que es Madre de nuestro Redentor.

El recordado artista pacense Rodrigo González de Paez, fallecido en 2018, comentando una foto de Manuel González en redes sociales diciendo: “Mi querido abuelo Manuel González Díaz, autor del único número que posee la Bajada de nuestra señora del Pino, la danza que lleva su nombre”.

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Danza de Manuel González, El Paso, Bajada de 1961. Foto: archivo Grupo Etnográfico Baile Bueno

Los antecedentes de danzas con arcos la ciudad de El Paso es importante y a destacar. A finales del siglo XIX El Paso participa con una danza de niños con arcos en la Bajada de la Virgen en Santa Cruz de La Palma, siendo aplaudida en la prensa de esos años. En la localidad de El Paso, en fotografías anteriores a la danza de Manuel González, se conservan varias muestras de danzas con arcos y niños vestidos de marineros. Otros municipios, como son Santa Cruz de La Palma, Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Puntallana, que sepamos, también las tuvieron.

Esta manifestación festiva fue un número recurrente y generalizado en la isla de La Palma. Lo cierto es que entró en desuso y, que sepamos, se conserva sólo dos muestras de ellas. En Puntallana, danza con arcos de marinos de la festividad de Santa Lucia, y en El Paso, danza de don Manuel González Díaz en honor a la Virgen del Pino.

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Manuel González Diaz. Foto: Archivo familiar

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Pedro Martín Hernandez y Castillo, y familia. Foto: Archivo familiar.

(*) María Victoria Hernández, cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

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[El Paso}> Humor en casos verídicos. Amante frustrado

28-08-2024

Carlos M. Padrón

Ocurrieron tal y cómo los cuento. Los nombres, cuando los hay, son ficticios.

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Además de bajo de estatura, Genaro tenía un hablar defectuoso que le llevaba a alterar o suprimir la primera letra de las más de las palabras. Gustaba mucho del sexo, pero Benita, su mujer, no compartía tanto ese gusto.

Vivían en una cuasi chabola que compartían, tabique de cartón por medio, con otra familia, uno de cuyos hijos cuenta que cuando Genaro llegaba tarde en la noche y Benita estaba ya acostada, él trataba de hacerle el amor, pero ella, por toda respuesta, le daba la espalda y se encogía como un ovillo, ante lo cual Genaro, suplicante, le decía “Enerésate, Enita, e areces el arco e la ira”.

[LE}> «Muy muy pronto» se escribe sin comas

Las construcciones en las que se duplica una palabra para enfatizar un mensaje, como en «Llegará muy muy pronto», se escriben sin coma entre las palabras repetidas.

Uso inadecuado

  • Acaba la ola de calor, pero mucho, mucho cuidado con lo que viene.
  • Un empate que sabe a muy, muy poco.
  • El primer vestido tendencia del otoño es raro, raro y bonito, bonito.

Uso adecuado

  • Acaba la ola de calor, pero mucho mucho cuidado con lo que viene.
  • Un empate que sabe a muy muy poco.
  • El primer vestido tendencia del otoño es raro raro y bonito bonito.

De acuerdo con la’ Ortografía de la lengua española’, es posible repetir una palabra (ya sea una o más veces) con valor intensivo, para enfatizarla. Así, la repetición en «Echo de menos el café café» equivaldría aproximadamente a ‘café auténtico’, y en «Fue un viaje largo largo largo», a ‘muy largo’.

En estos casos de reduplicación enfática, se considera que un elemento modifica a los demás, por lo que no resulta apropiado escribir coma entre ellos.

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[Canarias}> El islote canario que producía un bien de lujo para los dioses y emperadores de Roma

25/08/2024

Rafael Balbás

El islote canario que producía un bien de lujo para los dioses y emperadores de Roma

Entre los siglos I a.C. y I d.C. los romanos establecieron un taller de púrpura en el islote de Lobos en el que quizá trabajasen esclavos

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A principios del siglo XV, varias colonias de leones marinos observaron la llegada de extrañas naves normandas a aquel islote de no más de 6 kilómetros cuadrados cuajado de dunas al noreste de Fuerteventura. Los hombres del explorador y conquistador Jean de Béthencourt no se calentaron la cabeza cuando nombraron como isla de Lobos a aquel paraje que creían virgen de presencia humana. Algo similar ocurrió en el siglo I a.C. cuando el rey númida Juba II y sus marineros alcanzaron las mismas latitudes.

En aquel archipiélago africano no vieron rastros de vida más allá de enigmáticos templos y poblados abandonados donde moraban jaurías de perros. Estas bestias no se separaron de los marinos que acabaron llamando Canarias al archipiélago. Según el historiador romano Plinio el Viejo, aquellas islas Afortunadas del poeta Ovidio estaban a cinco días de navegación desde Gades (Cádiz). Aquella antigua ciudad estaba poblada por comerciantes de origen fenicio y cartaginés, pueblos orientales que dominaron uno de los productos de lujo más preciados de la Antigüedad y equiparable al oro y las joyas: el color púrpura.

En el año 2012 un grupo de turistas descubrió junto a una de las playas del islote de Lobos una extraña colección de cerámica que resultó proceder de la vieja Hispania. Junto a aquellos fragmentos se ocultaban decenas de miles de restos de conchas que escondían el secreto de la púrpura, un bien tan selecto y simbólico que llegó a estar reservado a dioses y emperadores. Además, el islote de Lobos es hasta el momento el yacimiento romano más al sur del mundo.

El uso de la púrpura es conocido desde la Edad del Bronce, y se han documentado talleres de púrpura por todo el Mediterráneo. Helena de Troya aparece en la Ilíada de Homero tejiendo una tela de ese color, y un mito cuenta que Hércules descubrió el secreto al ver a su perro masticar unos moluscos en la playa mientras se le formaba una mancha rojiza. Esta mancha era producida por las glándulas branquiales del molusco murex brandaris que tenía que ser triturado en masa para conseguir aquel color. En las fuentes clásicas se afirma que se necesitaban cerca de 100.000 de estos bichitos para teñir un solo kilo de lana.

Las telas teñidas de púrpura sólo podían ser pagadas por nobles, reyes y ricos personajes y senadores que, además, solían reservarlas para momentos especiales o realizar ofrendas. Sobre el siglo I d.C. quedó muy asociado a los emperadores de Urbs que para gobernar debían “tomar la púrpura”. En el año 313, cuando Constantino el Grande permitió el cristianismo en Roma, la Iglesia, que tanto había criticado aquel color por su ostentación, lujo y depravación, no tardó en sacralizarlo y vestir con él a sus obispos y cardenales.

Moluscos en los confines del Imperio

Durante cerca de cien años, entre los siglos I a.C. y I d.C., varias naves cargadas con suministros, comida, materiales y trabajadores desembarcaban en el islote de Lobos. Enseguida procedían a ir a la caza de los moluscos Stramonita haemastoma (de los que también se extraía la glándula), usando mejillones como anzuelo y cuando la marea lo permitía.

Actualmente se han excavado dos concheros de los seis documentados y se conocen el mismo número de edificios en forma de L. Su finalidad aún no está del todo clara aunque se piensa que podrían servir como almacén y para guardar herramientas. Por el momento se han documentado 184.507 ejemplares de moluscos machacados, suficientes para teñir 26 kilogramos de tela.

Tras su pesca manual o con nasas, se colocaban en una roca para machacarlos y, mediante pinzas y herramientas metálicas, se extraían las glándulas que, durante una semana, se dejaban macerar en piscinas con agua salada y alcalina hasta que alcanzaban aquel color reservado al poder y los dioses. Se trataba de un taller pequeño, uno de los tantos que contó el Imperio romano, pero sí que era el más alejado que controlaban.

“Los registros materiales de Lobos muestran una diversidad inusual para lo que es habitual en los talleres de púrpura, aspecto que sólo se explica por su lejanía respecto al origen de la empresa, probablemente Gades”, explica María del Carmen del Arco Aguilar, del departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna y autora principal del estudio ‘Romanos en Canarias, una visión del taller de púrpura del Islote de Lobos publicado en el volumen ‘Actualidad de la Investigación Arqueológica en España’ publicado por el Museo Arqueológico Nacional.

Entre este material inusual destacan gran cantidad de cerámica y ánforas para el transporte de aceite bético, salazones gaditanos, vino y salsamentas para abastecer a los trabajadores en los confines del Imperio que comían con vajilla de cocina común. En la excavación de unos de los basureros del taller se encontraron también restos de ovicápridos y cerdos, transportados vivos junto a la tripulación y dejados sueltos por el islote.

“Ésta es una parcela de gran interés, pues las hipótesis sobre su aprovisionamiento abarcan una gama que va desde su integración en la carga de los barcos en el punto de origen, en cualquiera de las escalas africanas o ya en tierras canarias”, explican las autoras.

Ballenas, lobos y ¿esclavos?

¿Cómo se justifica este despliegue de medios para abastecer un taller de púrpura pequeño, lejano y no muy productivo? Quizá porque, además de fabricar el pigmento, también se dedicaban a la pesca y caza de ballenas y lobos marinos, tal como demuestran los restos de redes, anzuelos, arpones, osamentas y espinas localizadas en los basureros. Sin embargo, aún no se han encontrado restos de piscinas de salazones y conservas, por lo que quizá pescasen y cazasen para mejorar su dieta.

Pero aún hay otra forma de abaratar costes en aquellas costosas expediciones estivales que regresaban a tierra firme: la mano de obra esclava. La última investigación sobre ADN antiguo de Canarias publicada por la revista Scientific Reports y realizada por Vicente Cabrera, del grupo de Bioquímica, Microbiología y Genética de la Universidad de La Laguna, apunta esta hipótesis.

Los comerciantes gaditanos que manejaron el yacimiento quizá comprasen o capturasen esta mano de obra en las costas del actual Marruecos, donde existían talleres de púrpura dirigidos por Juba II, el mismo rey númida que Plinio el Viejo afirmó que descubrió las Islas Afortunadas. De una forma u otra, los romanos se fueron a finales del siglo I d.C. y las poblaciones bereberes colonizaron el archipiélago poco después.

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[IBM †}> Necrología IBM: Xiomara Roa (q.e.p.d.)

XIOMARA ROA

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  • Fecha: 25-08-2024
  • Lugar: Lima (Perú)
  • Causa: Cáncer de páncreas
  • Edad: 66
  • Posición en IBM: Asistentes ejecutiva a directores de marketing
  • Nació en: Caracas el 05-10-1957
  • Destino de sus restos: Fue incinerada en Lima

Información adicional

El aviso me llegó por medio del exIBMista Freddy Winckelmana, y los datos por medio de Janet Roa, hermana de Xiomara.

Por favor, agradeceré que si alguien detecta errores en los datos que he puesto, me haga llegar esa información.

[El Paso}> Personas y personajes. Cuatro amigos. Uno que moriría en el Fausto

  • Cuándo: Primer quinquenio de los años 50
  • Motivo: Reunión de amigos
  • Dónde: Posiblemente en la terraza de Monterrey

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De izquierda a derecha. 1. Francisco Palomares Hernández (Frafico); 2. Miguel Díaz Díaz; 3. Julio García Pino † (Julio Bujero. El pasense cuyo cadáver fue el único encontrado en la tragedia del Fausto); 4. Francisco Hernández Pérez † (Quelequele)

Nota.- Para más información y sin ánimo de ofender, además de alguna explicación pongo entre paréntesis el apodo o sobrenombre, si lo tienen, por el que estas personas eran coloquialmente conocidas. Si no sé el nombre o primer apellido, pongo en su lugar XX. Y si sé que a fecha de hoy alguna ha fallecido, junto a su nombre pongo el símbolo †. Si no lo pongo donde debería ponerlo o si hay algún otro error, agradeceré aviso al respecto, como también agradeceré que me digan qué nombre o apellido es el que va en vez de las XX.

Foto, cortesía de Roberto Perera Díaz.