100 años de TABACOS CAPOTE
30-11-2023
Carlos Valentín Lorenzo
Tal día como hoy, hace exactamente 100 años, el 30 de noviembre de 1923, inició, en nuestro municipio, su andadura empresarial de comercialización de cigarros puros elaborados a mano, el joven emprendedor Pedro Capote Lorenzo, con apenas 24 años de edad.
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Pedro Capote Lorenzo (1899-1971)
Pedro Capote Lorenzo, natural de El Paso, había estudiado Administrador de Correos en Madrid y, en 1923, fue trasladado a Los Llanos como jefe de la oficina de Correos. Ese mismo año decidió iniciarse en el negocio tabacalero como fabricante de tabacos y cigarrillos.
Pedro Capote fundó su propia empresa con una plantilla de seis personas, según se recoge en el primer libro de matrícula.
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Nº MATRÍCULA
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NOMBRE
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ENTRADA AL TRABAJO
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CATEGORÍA
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1
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Tomás Capote Lorenzo
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30/11/1923
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Oficina
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2
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María Luisa Acosta Pérez
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“
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Auxiliar
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3
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Ana Pérez Pino
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Auxiliar
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4
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Juana Sosa González
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“
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Auxiliar
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5
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Simón Sanluis Sánchez
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“
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Torcedor
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6
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Francisco Alfonso Sosa
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“
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Torcedor
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La empresa, que posteriormente sería Tabacos Capote S. A., contó en sus inicios con un director de oficina, que era Tomás Capote, joven hermano del propietario, tres auxiliares y dos torcedores o pureros.
Unos cinco años más tarde introdujo la primera máquina de liar cigarrillos, lo que supuso un avance considerable en las labores de producción. Al lado de su casa familiar, en un edificio en construcción, en la primera planta se instaló esa máquina.
La fábrica de Pedro Capote inicialmente se denominó “Fábrica de tabacos y cigarrillos Helios”. A lo largo de los años, los cigarrillos fueron comercializados a través de distintas marcas: Vulcano, Alas, Norte, Mencey…
El Paso, pueblo agrícola por excelencia, contó con una industria tabacalera que supuso la principal fuente de trabajo estable de muchas familias. Llegó a contar con unos doscientos empleados. Con el transcurso del tiempo se situó como una de las industrias más importantes del ramo en Canarias. Pedro Capote contribuyó con su empresa al resurgimiento socio-económico del municipio de El Paso. Con sus obreros mantenía una especie de montepío que aventajaba en mucho las disposiciones del Estado en materia social.
Fue reestructurando sus medios de producción, e incluso cambió de emplazamiento, en 1967, a unas instalaciones más modernas. Se cambia el proceso productivo de un taller artesanal a una fábrica mecanizada. En ese nuevo lugar —donde hoy día se establece una superficie comercial— se emplazaba la serrería y carpintería para elaborar los envases de los puros y las cajas de embalaje.
A la muerte de Pedro Capote, en 1971, sus herederos constituyeron una sociedad anónima y, en 1973, adquirió la propiedad la multinacional RJ Reynolds Tobacco Company. Nuevas máquinas y tecnología, así como nuevos sistemas de trabajo.
Japan Tobacco International (JTI), que había comprado a RJ Reynolds, cierra la planta establecida desde 1986 en la zona industrial de Fátima, definitivamente en 2001, trasladándose a Alemania.
Con esta efeméride del centenario, queremos recordar que Tabacos Capote ha sido una de las principales industrias propias que ha tenido la isla de La Palma en el siglo XX. Su impacto económico y social fue digno de destacar, tanto a nivel local, como insular.