[*IBM}— IBM en el recuerdo: ExIBMistas presentes en Reencuentro de 2010 que nos han dejado en apenas 7 años

Fajado con el “trabajito” que expliqué en Recuperación de imágenes de Padronel, tarea muy tediosa pero necesaria, acabo de recuperar las fotos correspondientes al post Marzo 19, 2010: Segundo reencuentro en Caracas de exIBMistas de IBM de Venezuela.

He terminado con el ánimo abatido al comprobar que de 2010 a la fecha —o sea, en el espacio de siete años, que por la percepción que del tiempo tiene alguien de mi edad es apenas un suspiro— se nos han ido, que yo recuerde, SEIS (6) compañeros exIBMistas de los que en ese reencuentro de 2010 aparecen en las fotos.

Son ellos Alberto López, Philippe Montagutelli, Eladio Oliva, Miguel Urbina, Jorge González, y José Antonio González.

Que en paz descansen.

[LE}—‘Mucha más libertad’, no ‘mucho más libertad’

18-10-2017

En la estructura mucho más + sustantivo, la palabra mucho es adjetivo, por lo que lo apropiado correcto es que concuerde en género y número: mucha más libertad o muchas más cosas, no mucho más libertad ni mucho más cosas.

En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como

  • «Tenemos una sociedad que le da mucho más libertad a las mujeres»,
  • «La sobrina del inculpado, pese a contar con 11 años, aparentaba mucho más edad»,
  • «Anteriormente corría en una moto de mucho más potencia» o
  • «Los accidentes de tránsito están matando mucho más personas que el dengue».

Tal como indica el Diccionario Panhispánico de Dudas, en la estructura mucho más/menos + sustantivo, lo adecuado es respetar la concordancia de género y número, puesto que en este caso mucho es adjetivo. Este mismo criterio es refrendado por la Nueva Gramática de la Lengua Española en el punto 20.5j.

Por tanto, en los ejemplos iniciales lo apropiado correcto habría sido escribir

  • «Tenemos una sociedad que le da mucha más libertad a las mujeres»,
  • «La sobrina del inculpado, pese a contar con 11 años, aparentaba mucha más edad»,
  • «Anteriormente corría en una moto de mucha más potencia» y
  • «Los accidentes de tránsito están matando muchas más personas que el dengue».  

Fuente

[Hum}– Diario de una mujer "conductora"

05 de Enero. Aprobé el examen de conducir! Ya puedo conducir mi propio coche sin tener que oir las recomendaciones de los profesores, siempre diciendo «¡por ahí es sentido prohibido!», «¡Vamos a salir en sentido contrario!» “¡Cuidado con la viejita! ¡Frena! ¡Frena!» y otras cosas parecidas. No sé como les aguanté durante estos últimos dos años y medio.

08 de Enero. La autoescuela me hizo una fiesta de despedida. Los profesores ni siquiera dieron clase. Uno de ellos dijo que iba a misa. Juro que vi a otro con lágrimas en los ojos, y todos dijeron que iban a emborracharse para celebrarlo. Encontré simpática la despedida, pero creo que mi cartera no merecía tanta exageración.

12 de Enero. Me compré el coche, y por desgracia tuve que dejarlo en el concesionario para cambiarle el parachoques trasero, pues cuando intenté salir confundí la marcha atrás con la primera. Debe ser la falta de práctica. Hace una semana que no conduzco.

14 de Enero. Ya tengo el coche. Estaba tan feliz al salir del concesionario que decidí dar un paseo. Parece que otros muchos tuvieron la misma idea pues me siguieron muchos coches, todos tocando la bocina como si fuese una boda. Para no parecer antipática entré en la broma y reduje la velocidad de 10 a 5 Km/h. A los demás les gustó y,.. ¡tocaron la bocina aún más!.

22 de Enero. Mis vecinos son intachables. Colocaron carteles avisando en letras grandes «ATENCIÓN A LAS MANIOBRAS», marcaron con pintura blanca un sitio bien grande para aparcar, y prohibieron a sus hijos salir a la calle mientras durasen las maniobras. Creo que todo es para no molestarme. Aún hay gente buena en este mundo…

31 de Enero. Los otros conductores siempre están tocándome el claxon y haciendo gestos. Creo que es algo simpático pero un poco peligroso. Ayer uno apuntó al cielo con el dedo del medio. Cuando me asomé para ver a qué estaba señalando casi me doy un golpe. Menos mal que iba a la velocidad acostumbrada de 10 Km/h.

10 de Febrero. Los otros conductores tienen hábitos extraños. Además de hacer muchos gestos con la mano están siempre gritando. No escucho nada porque llevo los cristales subidos pero parece que quieren darme información. Lo digo porque creo haber oido decir a uno «Vete a casa». Creo que es algo espantoso. No sé cómo adivinó para dónde iba yo. De cualquier forma, cuando averigüe dónde está el botón que baja los cristales saldré de dudas.

19 de Febrero. La ciudad está muy mal iluminada. Hoy di mi primer paseo nocturno y tuve que ir con las luces largas para ver bien. Todos los conductores con los que me crucé parecían estar de acuerdo conmigo porque también daban las luces largas y algunos incluso encendían otros faros que llevaban. Quizá fuera para espantar algún bicho.

26 de Febrero. Hoy tuve un accidente. Entré en una rotonda y como había muchos coches (no quiero exagerar, pero como mínimo debían ser unos cuatro), no pude salir. Fui dando vueltas bien cerquita del centro a la espera de una oportunidad, de forma que acabé por marearme y me di contra el monumento que había en el centro de la rotonda. Creo que deberían limitar la circulación por las rotondas a sólo un coche de cada vez.

03 de Marzo. Estoy en mala racha. Fui a buscar el coche al taller y luego al salir me confundí de pie acelerando a fondo en vez de frenar. Me di contra un coche que pasaba aplastándole todo el lateral derecho. El conductor era, por casualidad, el profesor que me aprobó el examen. Un buen hombre sin duda. Insistí en que había sido culpa mía pero él, educadamente, no paraba de repetirse «¡Que Dios me perdone! ¡Que Dios me perdone!»