[*UA}– Recuperación de imágenes de Padronel, tarea muy tediosa pero necesaria

19-09-2017

Carlos M. Padrón

Como oportunamente avisé en un artículo que por mucho tiempo permaneció anclado, como éste, al inicio de este blog, en julio pasado moví parte de mi blog Padronel desde los servidores de HostGator, donde su dirección era padronel.net, a los de WordPress.com, donde su dirección es padronel.blog.

Moví sólo la mayor parte del capítulo “DE MI COSECHA, o del terruño” y un par de secciones del capítulo “OTRAS FUENTES”. Para el movimiento usé las opciones de exportar/importar que ofrece WordPress y, una vez completada la importación a padronel.blog, hice un respaldo completo de padronel.net —que resultó en un archivo de 3.6 GB que guardé en mi PC— y, sin más, borré de HostGator todo lo relativo a padronel.net.

Grave error, pues un lector de Padronel me hizo notar tiempo después que en muchos artículos faltaban las imágenes que antes estuvieron en ellos (por ejemplo, en los de “Necrología IBM” faltaban las fotos de los difuntos; ya eso fue reparado), y entonces caí en cuenta de que las imágenes no llegaron a padronel.blog porque las operaciones de exportar/importar manejan textos pero no imágenes; éstas las guarda WordPress en un archivo especial que yo, por ignorancia, debí salvar antes de borrar padronel.net, pero que no salvé.

Una solución sería usar el respaldo para subirlo a un host, abrirlo y rescatar el archivo de las imágenes, pero ocurre que no hay ningún host con plataforma WordPress —o al menos no sé de ninguno— que acepte subir a ella un archivo tan pesado.

Ante esto me he dedicado, desde hace un par de semanas, a abrir uno por uno todos los artículos importados a padronel.blog e insertar donde falten las imágenes que en ellos deban ir, pues tengo copia completa (texto e imágenes) del 99% de los artículos que del capítulo “DE MI COSECHA, o del terruño” he publicado. Además, en esa revisión uno por uno de cada artículo importado, estoy corrigiendo también los hiperenlaces o hipervínculos que haya en ellos y que estén apuntando todavía a padronel.net.

En algunos de esos artículos son tantas las imágenes que faltan que ir poniéndolas de una en una me tomaría tanto tiempo que, de cada artículo importado en el que falten imágenes, decidí rescatar los comentarios que pueda tener, añadirlos como texto a la copia que de él guardo en mi PC, publicar ésta con la misma fecha en que fue publicado el artículo importado, y borrar después éste de padronel.blog.

Por tal motivo es posible que los subscriptores de Padronel hayan recibido —o reciban en los próximos días— como recién publicados artículos que tienen fecha vieja.

Mis disculpas por las posibles molestias, y si algún encontrare alguna de estas fallas, agradeceré que me lo haga saber.

[LE}– 40 % de descuento, mejor que 40 % off

17-08-2017

La expresión española 40 % de descuento es preferible a la forma inglesa 40 % off.

Es habitual encontrar en la prensa y en paneles publicitarios frases como

  • «Promo del 40 % off: furor y caos»,
  • «Fusionó la música con la mejor gastronomía con un 30% OFF para los clientes» o
  • «Hasta un 60% off».

Según el diccionario de Oxford, la partícula off se emplea con el significado de ‘quitar, apartar (del precio, en este caso)’ en expresiones inglesas como «40 % off (the price)». En español existen alternativas como descuento o rebaja.

De esta manera, habría sido preferible escribir los ejemplos anteriores de la siguiente forma:

  • «Promo del 40 % 40% de descuento: furor y caos»,
  • «Fusionó la música con la mejor gastronomía con un descuento del 30 % 30% para clientes» y
  • «Rebajas de hasta un 60 % 60%».

Además, se recuerda que lo adecuado es dejar un espacio entre la cifra y el símbolo del porcentaje (%) como indica la Ortografía de la Lengua Española.

NotaCMP.- Pues la Ortografía predica en el desierto en este caso porque nadie deja un espacio entre la cifra y el símbolo %. Por eso lo corregí. Cuestión de costumbre y economía de espacio.

Fuente

[Hum}– Sexo macabro

Una pareja que va de paseo, decide, en plena calentura, meterse en un cementerio a hacer el amor. Él pone a la chica sobre una lápida y empiezan la faena. Después de unos veinte minutos, concluido ya el acto, deciden irse.

Al día siguiente, la muchacha tiene unos dolores terribles en la cintura y las caderas, pero no les hace mucho caso, hasta el tercer día, en que no aguanta los dolores y decide ir a visitar al médico.

Ya en el consultorio, el doctor le pide que se desvista y se voltee para examinarla. Al terminar la revisión, el médico le pregunta, algo inquieto:

—Y dígame, señorita, ¿cuántos años tiene usted?

—Tengo 26, ¿por qué? ¿es algo grave?

—No lo sé, pero en sus nalgas dice que usted murió en 1812.