La vejez de la mujer.
Ha llegado la vejez
con idea de destruirme
pero yo me he puesto firme
y con ella lucharé.
El pasado que se fue
sacó ida sin regreso
y, no conforme con eso,
se llevó mi juventud
dejándome sin salud,
fea, vieja y sobrepeso,
pero creo que estoy sana.
No soy persona achacosa
aunque tengo varicosas
y un tobillo se me inflama.
A veces cojo la cama
porque me duele un riñón
fatiga en el corazón
mucho dolor en los huesos.
Y, a pesar de todo eso,
ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
Todos tenemos problemas
aunque piensen lo contrario,
y a mí a veces los ovarios
me ponen en un dilema.
Cuando tengo mucha pena
siento una gran presión
que me empieza en un pulmón
y llega hasta el corazón.
Y,a pesar de todo eso,
ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
Yo pienso que estoy entera
y lo voy a demostrar,
aunque para caminar
me moleste la cadera.
Para caminar afuera
yo necesito un bastón,
evitando un resbalón
o en la calle algún tropiezo.
Y, a pesar de todo eso,
ME SIENTO COMO UN CAÑÓN .
Tengo en un brazo bursitis,
dolor en una costilla,
y me falla una rodilla
porque padezco de artrosis.
En la pierna, comezón,
y se me encoge un tendón
que el cuello me pone tieso.
Y, a pesar de todo eso
ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
Si cuenta no quiero darme
de que mi rostro está viejo,
al pasar por un espejo
yo trato de no mirarme
y, aunque trato de engañarme,
parezco un acordeón.
Mi cuerpo es un armazón,
pero lucho por vivir.
Y les quiero repetir:
ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
