04/10/2016 – NotaCMP.- Habida cuenta de la grave dolencia que afecta a Fernando Lacoste, no es de extrañar que su memoria falle, y por ese motivo es frecuente que me dé nuevos datos, a veces adicionales y a veces correctivos, que yo incorporo a este artículo. Por tanto, el lector que esté interesado en él conviene que lo revise de vez en cuando.
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01-10-2016
Carlos M. Padrón
El teleproceso (TP) comenzó en Venezuela con el dúo entre el terminal bancario 1060 manejado por el control de comunicaciones 2701.
Hoy, cuando se cumplen 47 años de mi entrada en IBM de Venezuela, he hablado largo por teléfono con el querido amigo exIBMista Fernando Lacoste quien, víctima de una enfermedad muy rara —conocida como Síndrome de la Nariz Vacía (Empty Nouse Syndrome) y sin cura conocida; si alguien sabe de cura, que me lo diga— vive postrado en cama 20 horas cada día, y las otra cuatro en silla de ruedas, con asistencia externa y sin ni siquiera poder manejar decentemente el teclado de la computadora.
Dadas esas críticas condiciones de salud, lo que en esta larga conversación me contó Fernando, y que transcribo abajo en tercera persona, tiene el indudable valor de las declaraciones de quienes saben que disponen de poco tiempo de vida.
Y por eso, y porque se trata de una verdadera hazaña en la prehistoria de la informática tal y como la conocemos hoy, he decidido publicar lo que Fernando me explicó, con lúcido lujo de detalles, acerca de los orígenes del TP en Venezuela, una historia que seguramente no creerán los entendidos que hoy se dedican a eso.
«A finales de los años 60 del siglo pasado, IBM patentó, e hizo marca registrada, lo que llamó el teleproceso (TP). Lo hizo introduciendo en el mercado el terminal 1050, que era poco más que un teletipo que podía perforar tarjetas, y recibía y mandaba datos por línea telefónica.
A Rafael Mora (†), entonces vendedor de la Sucursal Finanzas de IBM de Venezuela, se le ocurrió ofrecer ese aún inexistente sistema al Banco de Venezuela (BV) diciéndole que con él podrían gestionar las cuentas de ahorro sin que —para hacer depósitos, retiros o actualizar su libreta— el cliente tuviera que ir necesariamente a la sucursal en la que habían abierto esa cuenta.
El BV compró la idea, e IBM de Venezuela mandó a New York a Fernando Lacoste para queen una oficina de IBM USA, ubicada entre Park Avenue y la calle 40 de esa ciudad, asistiera a un seminario en el que se enseñaría la 1050, más una parte que trataba de transmisión de datos por línea de voz.
Los instructores de ese seminario eran ingenieros de la Bell , Western y otras compañías que IBM había contratado y que, creyéndose superiores, demostraban su desprecio por IBM porque la creían en la prehistoria del tema en el que ellos eran muy versados. Comoquiera que en ese seminario sobre la 1050 se habló también de transmisión de datos, el temario incluía la explicación sobre cómo funcionaban y cómo se usaban los módems (aparato modulador y demodulador de la señal de TP).
A medida que avanza el seminario, a Lacoste se le hizo claro que a la 1050 no se le podría poner una libreta de ahorros. Para asegurarse, le contó a uno de los jefazos del curso cuál era la idea de Mora, y éste le respondió que no, que no era posible que la 1050 hiciera eso.
Cuando, de vuelta en Caracas, Lacoste informó a la gerencia que la 1050 no serviría para hacer lo que Mora había ofrecido al BV, decidieron mandarlo a Endicott, lugar donde IBM fabricaba esa máquina, y cuando a los ingenieros de allí les contó para qué se la quería en Venezuela, éstos lo mandaron a pedir un RPQ que hiciera que la 1050 pudiera procesar (alimentar, leer e imprimir) una libreta de ahorros. Pero la conclusión de los técnicos a los que Lacoste fue a hacer esta petición fue para la 1050 no había ningún posible RPQ posible que lograr que esa máquina manejara libretas de ahorro.
Cuando Lacoste llamó a la IBM-Caracas y contó esto, se armó la de San Quintín porque se hizo claro que a un cliente —uno que, además, era muy importante para IBM de Venezuela— se le había ofrecido un imposible.
Ante tal noticia, a Salvador Covelo (†), entonces gerente de ventas y que el momento tenía programado al respecto un viaje a USA, el presidente de IBM de Venezuela lo bajó literalmente del avión, y Lacoste regresó a Caracas.
Después de cierto tiempo, IBM anunció el terminal 1060, que sí podía manejar libretas de ahorro. Ante esto, Rafael Mora volvió al ataque y reactivó el interés del BV. Como Lacoste era la única persona en IBM de Venezuela que sabía de teleproceso, lo mandaron de nuevo a New York para que comprobara si para el 1060 había aplicaciones que le permitieran hacer lo que al BV se le había ofrecido. Sin embargo, el gerente de IBM de la Sucursal Finanzas de New York le dijo que no, que ellos no tenían nada de eso, pero que sabía que en la Sucursal Finanzas de IBM de Los Angeles (California) estaban haciendo algo al respecto.
Sin pedir permiso a nadie, Lacoste tomó un avión y voló a Los Angeles. Allí, en la Sucursal Finanzas de IBM había cuatro cerebros que se habían dedicado a eso: al paquete de ahorros online, y ya habían adelantado mucho en manejo de datos y de discos.
Lacoste pasó unos tres días con estas cuatro personas que, muy amables, le entregaron sin más lo que al respecto habían hecho, que se limitaba a recepción y reenvío de datos con la 1060.
De vuelta en Caracas, Lacoste recibió el encargo de revisar a fondo el 1060 y terminar lo que la gente de Los Angeles había iniciado. A tal fin, se fue al laboratorio de IBM en Lagaude (Francia) donde estaban desarrollando la 2701 un controlador de comunicaciones. De regreso, y sabiendo ya lo que era la 1060, la 2701 y el paquete de Los Angeles, se abocó, ayudado por Jorge Outeda y por Luis Barbero, que reportaban a él, al desarrollo del llamado «Paquete en línea para Ahorros», que quedó operativo después de unos 18 meses de arduo trabajo.
Por fin se instalaron las 1060 en el BV, que tenía una IBM/360 de 64K —sí, he dicho bien: 64 kilobytes, lo que hoy ocupa una fotografía mala— en la que había que ejecutar todo el paquete en línea para ahorros. Pero la 2701 tenía una falla grave que, después de mucho trabajo, arregló Antonio Gatti. Y, a partir de ahí, ya trabajó la primera 1060.
Este increíble logro fue presentado como tal a la división de IBM de USA de la que dependía IBM de Venezuela, y, como a veces suele ocurrir, quien hizo esa presentación —alguien que, con la anuencia de la gerencia, quiso ganar indulgencia con escapulario ajeno, pero cuyo background técnico jamás le habría permitido hacer, ni de lejos, algo así—, se adjudicó para sí todo el mérito, sin mencionar para nada la increíble participación de Fernando Lacoste. Y, para colmo, por este descarado plagio sin base ni fundamento, este tipo fue ascendido a gerente. Pero, claro, Lacoste nunca rindió culto a la personalidad ni fue lameculos (como se dice en España) ni jalabolas (como se dice en Venezuela)».
El resto es una ciberhazaña que ya he contado con detalles en este blog, pero una que pone de manifiesto el esfuerzo sobrehumano hecho por Fernando Lacoste para lograr ésta su opera prima, y que los técnicos de hoy no entienden cómo pudo hacerse realidad; por ejemplo, es casi imposible que entiendan cómo en una computadora que apenas tenía 64.000 bytes de memoria —los celulares de hoy tienen entre 3.000.000 y 6.000.000 de bytes— pudiera funcionar un exitoso conjunto de programas posteriormente bautizado como “Paquete en línea para Bancos” y que, gracias a Fernando Lacoste, nos benefició a todos los que en esa época fuimos vendedores en la Sucursal Finanzas.
Posteriormente, y por sugerencias que de cambios y mejoras al paquete recogió del BV Julián Mejías, miembro también del equipo, éste aumentó con la incorporaración de Claudio Fisinessi y Enrique Novella, y entre todos dieron vida al módulo de cuentas corrientes, de forma que el «Paquete en línea para Bancos» quedó listo para manejar, además de cuentas de ahorro, también cuentas corrientes.
Las IBM de muchos otros países habrían pagado lo que fuera por contar con ese paquete, pero tenían un “pequeño” inconveniente: no disponían de un genio que, como Fernando Lacoste, pudiera adaptarlo a cada Banco y dirigir las operaciones de de mantenimiento.
Creo que vale la pena contar aquí la historia de cómo, por suerte para muchos, llegó Fernando Lacoste a IBM de Venezuela.
«Estimado Carlos: como te había prometido, trataré de contarte cómo fui a dar de obrero en Buenos Aires a «genio» en Caracas.
Nací en Roma, y allí viví las vicisitudes de la Segunda Guerra Mundial. Trasegando granadas para colaborar con los aliados, perdí dos falanges de dedos de mi mano derecha, y por eso cuando, como emigrante, llegué a Argentina con apenas 19 años de edad, no conseguí trabajo porque ninguna empresa daba empleo a personas handicapped.
Apenas llegado de Roma, yo había buscado empleo como office boy, pero, en cuanto me veían la mano, me rechazaban, así que tuve que meterme a ebanista en el taller donde trabajaba mi papá.
Cuando me aceptaron en IBM de Argentina, por un buen tiempo logré disimular mi defecto, hasta que se dieron cuenta y me dijeron que no podía quedarme. Sin embargo, como yo iba de primero en el curso para técnicos de hardware en que estaba enrolado, no querían perderme, y me propusieron que me fuera a IBM de Venezuela donde necesitaban buenos técnicos y no se fijaban en dedos mochos.
Yo no tenía ningunas ganas de mudarme de Buenos Aires a Caracas, pero no me quedaba otro remedio si es que quería seguir en IBM.
Después resultó que Argentina cayó en picada en todos los sentidos, mientras que Venezuela mantenía buen poder adquisitivo, etc. Además, para entrar a Sistemas, que era mi meta, en IBM de Argentina había que tener título universitario. ¡Yo me hubiera quedado de técnico! Pero, ya ves: la pérdida de un par de falanges unos años antes, me permitió llevar un nivel superior por el resto de mi vida».
Ante esto hay que reconocer que, al menos en casos así, el genio nace, no se hace, pues Fernando creó el “Paquete en línea para Bancos” partiendo desde
cero y ejerciendo como autodidacta, lo cual fue siempre desde que, por causa de la II Guerra Mundial, apenas pudo llegar a segundo de Bachillerato y, ya en IBM, sin supervisión ni escuela —sólo con los manuales que le daban en los cursos internos, pues las explicaciones de los instructores poco o nada le aportaban— , pudo hacer lo arriba ya dicho y, entre otras hazañas ya contadas en «El rincón de Fernando Lacoste«, logró armar y poner en operación por sí solo la primera RAMAC 305 que llegó a Venezuela y se instaló en Tamayo y Cía.

Gracias, Carlos, por compartir esta interesante historia.
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Excelente crónica y extraordinario aporte histórico. Gracias por compartir. Un abrazo.
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Muy interesante. Creo que debemos tener más historias como ésta en IBM-V, y no sólo en Finanzas, pionera en muchas aplicaciones.
Saludos para Fernando.
Gracias, Carlos.
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Una verdad absoluta, creada por Fernando Lacoste y su grupo. Éxito para toda América, inicalmente utilizada por Bancos y financieras. Aparte del hardware, el software creado por el grupo de Fernando Lacoste fue único, y ¡únicamente con 64K! En la Sucursal Finanzas de IBM de Venezuela nos ayudó a lograr cumplimiento de cuotas y ventas sobresalientes para Venezuela, inicialmente, dado que fue adoptada por otras IBMs de América.
Recuedo las visitas de IBM Worldwide para ver y creer… conocido como el «gonorrhea package».
Gracias, estimado y apreciado Fernando: eres benemérito de la historia de IBM de Venezuela y, por qué no, tambien de IBM WorldWide.
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Interesante historia. Fernando Lacoste fue mi jefe por varios años en el Field Support Center (creo que se llamaba así) y compartí mucho tiempo con su esposa, Delia Lacoste. Creo que fue hace 3 años cuando lo vi en un reencuentro de exIBMistas en Miami.
Saludos, Carlos, e igual a Chepina.
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Gracias, Elsa. La fecha de ese reencuentro en Miami en el que, entre otros muchos exIBMistas, estuvimos Fernando Lacoste, Chepina, tú y yo fue el 13 de febrero de 2010, o sea, ¡hace SEIS AÑOS!
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Excelente la historia de Fernando Lacoste y el TP. Te felicito, Carlos. Recibe un abrazo y muchos saludos.
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Graccias, Ángel, pero es a Fernando a quien hay que felicitar.
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Carlos, no estoy seguro de que Novella y Fisinessi trabajaran en el desarrollo inicial del paquete. De lo que sí estoy seguro es de que tomaron el testigo con honores.
La 2702 la instalo Gatti.
Era famoso que, cuando se caía el sistema, la gallega de ahorros presionaba el intercomunicador y gritaba «¡No hay polling!» y ahí empezaban las carreras.
¡Qué de recuerdos de esa fabulosa IBM! Trabajábamos muy duro, pero éramos felices.
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Carlos, qué interesantes estas historias de la IBM de Venezuela que nos formó y desarrolló profesionalmente. Son tan increíbles y meritorias que deben ser contadas para que se sepa quiénes fueron sus creadores y los innovadores de lo que para aquella época eran sólo deseos de los clientes que alimentaban los vendedores intrépidos, como el Chato Mora (QEPD), mas no imposibles para Fernando y su grupo que conocí en el FSO en PB de IBM Chuao, por allá por mediados de los 70s.
Sé que hay más historias de esos milestones de IBM de Venezuela, a ver si nos animamos a soltarlas en estos foros. Ejemplo: la evolución de las TWs con tarjetas Magnéticas de Archivos a los sistemas de Oficina en Red (colaborativos) desde el PROFS, OfficeVision, hasta la llegada del Lotus Notes, para estaciones inteligentes PCs, por nombrar algunos, que los viví muy de cerca.
La copia en cinta del PROFS, un PRPQ bajo VM/CMS, la traje en la maleta, entregada bajo cuerda por el gerente DP de las instalaciones A/FE en Mount Plesant, NY, allá por los años 82-83, si mal no recuerdo, para el cliente vecino, que la propagó luego en toda la industria.
Cerrando, sólo quiero desear que la condición tan delicada de Fernando mejore y así lo pediré a Dios, por que lo merece en esta etapa del «EOL» del genio.
Abrazos, Alberto.
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Estimado Carlos: la primera transmisión de datos hecha entre Venezuela y el área del Caribe, la hice yo mediante las líneas muertas que se usaban con el TREND TESTER. La 065 transmitía tarjetas perforadas a una velocidad de 1 kilobit más o menos.
Un cordial saludo.
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Estimado Carlos: teniendo, como tengo, una gran admiración por el amigo y excelentísimo técnico Ramón López, aclaro que cuando dije que “el teleproceso (TP) comenzó en Venezuela…” me refería a transmisión de datos ejecutada «específicamente» con dispositivos que la IBM mercadeaba bajo la marca registrada Teleproceso (TP), palabra que eventualmente se hizo pública, pero que no lo era entonces.
Un gran saludo para los interesados, y muchísimas gracias a don Carlos Padrón, quien hace posible estos intercambios por el espacio que me dedica en su prodigioso blog.
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Carlos, muchas gracias por llevar esta tan interesante recolección de «historia IBM» y de personas que marcaron hitos/pauta en IBM de Venezuela. Obviamente, ellas impactaron el avance de una tecnología y de un país: nuestra querida, bien ponderada Venezuela de antaño. Me alegro de que haber tenido el placer de conocer a Fernando y a muchas de las personas que este artículo mencionas. ¡Tremendos empleados en FSO & IBM-V!
Fernando, un abrazo y rezamos por tu salud.
Ese relato y los comentarios que él han puesto me hicieron recordar muchas épocas y etapas de mis apenas 12 años en IBM.
De entre las hazañas de vanguardia, de las que otros pueden hablar con igual detalle, se me ocurren tres (aunque seguramente hay otras):
1) El grupo —Large Installation Support Group— formado en Sucursal Petróleo bajo Alex Kato y Gianni Marzoratti, que logró el paso de S/360 a S/370 y MVS en Lagovén y Maravén (y Electricidad de Caracas también, de manera «directa»), incluyendo la tremenda instalación del software de todos los sistemas mayores de la Refinería de Amuay (Cecilio Lecusay), lo que la puso en el mapa de las mejores mundialmente.
2) Sin duda, otra obra magistral y mundialmente reconocida, fue la de Enrique Novella, y su combo de la Sucursal Finanzas, con el SAFE/3600 y banca online a nivel nacional, algo que ni en USA estaba aún operativo.
3) Instalación de la primera red nacional de ATMs (cajeros automáticos) IBM en línea, con retiros sobre saldos reales, lo cual tampoco no se hacía en USA en ese memento.
¡Qué épocas y cómo se trabajaba! ¡Con mística, en equipo, y con una visión hacia la felicidad y la prosperidad!
Saludos, y mis mejores deseos para todos los excompañeros/ras de IBM. Que seamos felices en nuestros caminos.
Gracias, David.
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David, creo que en el caso 2 olvidaste mencionar el valioso aporte de Julián Mejías.
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Conocí a Fernando Lacoste cuando ambos ingresamos en IBM Argentina en 1957. En 1958 hicimos el curso técnico en Lima y nos afincamos en Venezuela, y desde entonces somos amigos.
Respecto al «teleproceso» con terminales 1050, siendo yo vendedor de IBM de Venezuela, y habiéndome creído el contenido del anuncio, preparé de inmediato una propuesta para el Banco Miranda para manejar las cuentas de ahorro de todo el país. Afortunadamente no tuve éxito, por lo que la gaffe de vender algo que no servía quedó para Rafael Mora un tiempo después.
Naturalmente, conozco y admiro el rol de Fernando en este tema.
Afectuosos saludos a todos los old timers.
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¡Por Dios, tocayo, ¿Banco Miranda?! Eso es Paleolítico; hasta el nombre lo había yo olvidado, y ni siquiera recuerdo dónde estaba. Tengo una vaga idea de que era por El Marqués.
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Carlos, la sede del paleolítico Miranda en la zona metropolitana efectivamente estaba en el este; se distinguía por tener un gran «cohete interplanetario» en el frente del edificio; cuando yo lo visitaba tenía que vigilar que no anduvieran volando los pterodáctilos.
Dice Wikipedia: «Fue fundado en 1954 con el nombre de Banco Miranda, luego en 1969 se concreta la fusión entre los Bancos regionales Miranda, Carabobo y Aragua dando origen al Banco del Centro Consolidado transformándose en uno de los Bancos más grandes a nivel nacional».
Saludos, Carlos.
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Cierto, tocayo; todo eso me lo recordó mi mujer, pero apenas me dijo lo del cohete se activaron mis neuronas. También el Consolidado desapareció ya.
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