[*Opino}– Linux vs. Windows y Mac

07-04-2016

Carlos M. Padrón

Llevo 20 años usando Windows: desde el Windows 98 hasta el Windows 7, pasando por todos los intermedios pensados para uso doméstico.

Y las varias veces que he probado Linux —o Ubuntu, que es un Linux light— para explorar las posibilidades de migrar a él, he tirado la toalla, entre otras cosas por lo feo de su interfaz.

Y esto es raro en mí porque siempre doy a lo estético la última prioridad, pero el hombre es un animal de costumbres, y no me resulta en nada agradable pasarme como diez horas al día viendo algo que no me gusta.

Otro motivo pesado es que el 90% de ese tiempo lo paso usando Office Outlook, y los programas gratuitos que para sustituirlo tiene Ubuntu son, además de feos, no muy ricos en opciones ni muy fáciles de configurar.

Por otra parte, no tengo necesidad de ninguna de las cinco ventajas que, según el artículo que copio abajo, tiene Linux sobre Windows o Mac. Lo de software gratis podría ser interesante, pero los gustos tienen su precio.

En mi caso, y como ya he dicho aquí varias veces, aplico la norma de que “Si hace lo que quieres y lo hace bien, no lo toques”. Y el Windows 7 Professional me ha resultado, y muy de lejos, el mejor de los Windows que he usado hasta ahora. Por tanto —y hasta ahora, repito— no quiero saber nada de Windows 10, no sólo por la norma en cuestión sino porque

Varios usuarios me han dicho que lo han instalado gratis en reemplazo de otro Windows anterior, y el resultado ha sido un desastre que, en algunos casos y en contra de lo que Microsoft ofrece en casos de reemplazos como éste, no les ha permito regresar al Windows que antes tenían.

Los usuarios que sí lograron que Windows 10 funcionara bien, me han dicho que sólo es un Windows 7 mejorado.

Ante esto, hay que desenterrar otra norma: “Más vale malo conocido que nuevo por conocer”.

Que por qué no he mencionado el SO de Mac: porque Apple no me gusta. Entre Bill Gates y Steve Jobs, me quedo con el primero.

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06.04.16

Esther Paniagua

Cinco cosas de Linux que envidian los PC y los Mac

Linux es un sistema operativo (SO) de código abierto, es decir, que se conoce su fuente y se puede usar, modificar y distribuir libremente, ya que está publicado bajo una licencia de software libre.

Este SO es el preferido por muchos informáticos (gracias a su capacidad de personalización) y también por administraciones e instituciones públicas. Aun así, entre los usuarios españoles apenas lo usan un 1,78 % —según datos de la empresa de estadísticas NetMarketShare— frente a una aplastante mayoría de Windows.

Para entender qué hace especial a este sistema operativo en comparación con el de Mac o con Windows, hemos acudido a Victoriano Giralt, director del servicio de Informática de la Universidad de Málaga, que lleva usando este SO desde 1993 para fines profesionales y personales. Éstas son las cinco características que Giralt destaca de Linux.

1. Reciclar equipos viejos

Linux puede instalarse sin necesidad de muchos recursos. Esto hace especialmente interesante su uso en computadores que aún funcionan, pero que no pueden ejecutar las versiones modernas de Windows o Mac. Esta capacidad, combinada con su gratuidad, hace de Linux un entorno perfecto para acercar la tecnología a regiones con pocos recursos económicos.

Giralt destaca también la posibilidad de “optimizar gastos reutilizando equipos que, de otra manera, acabarían en el vertedero”. Además, el hecho de que Linux no necesite muchos recursos hace que sea un “excelente candidato” para hacer funcionar todo tipo de dispositivos inteligentes que todos tenemos en casa, desde una tostadoras hasta un reloj inteligente.

2. Soporte multiplataforma

“El mercado de procesadores, o CPU —corazón de todo equipo informático—, está dominado por un fabricante (Intel), especialmente en computadores de mesa [desktops] y portátiles [laptops]. Windows y Mac están escritos en exclusiva para estos procesadores. Pero Linux dispone de versiones para procesadores de fabricantes diversos, actuales y pasados, lo que le permite ejecutarse en entornos donde Windows o Mac no pueden.

Esto no se traduce sólo en viejos computadores que se mantienen vivos gracias a Linux, sino que permite que haya gran variedad de teléfonos y otros dispositivos basados en Android, que es una variante de Linux, y también se usa en supercomputadores y en minúsculos procesadores que se instalan en todo tipo de aparatos para conferirles inteligencia.

3. ‘Software’ gratis

La filosofía del código libre hace posible disponer de un importante catálogo de aplicaciones para Linux que se pueden instalar de forma sencilla. Esta es la filosofía que subyace a las tiendas de aplicaciones y programas que han aparecido en otros entornos, como Google Pay o Apple Store.

La diferencia es que en Linux todo está disponible de forma gratuita, ya sean paquetes de ofimática, juegos educativos, programas de retoque de imágenes…

4. Para aprender y enseñar

La disponibilidad de software sin licencia, o de código libre, hace que, sin pagar, podamos disponer de software muy avanzado. Esto es muy útil a la hora de enseñar cómo usar alguna herramienta, ya que muy probablemente ésta estará disponible en el catálogo de Linux.

Algunos ejemplos: enseñar conceptos de retoque fotográfico, edición de vídeo, edición de texto con paquetes básicos…Si  bien hay muchas opciones de este tipo disponibles en Windows y Mac, suele ser más complejo utilizarlas. Se trata de aprender a conducir, no de tener el mejor coche.

Por otra parte, el experto señala que con Linux es posible montar toda un aula con un computador central de menos de 800 euros y unos cuantos monitores, y Raspberry Pi o viejos PC sin disco. También añade que Linux es muy útil para enseñar a programar.

5. Potencia como ‘router’

Asegura Giralt que la mayoría de los routers —ese aparato con antenas que sirve para conectarnos a internet por ADSL o fibra—constan de un SO Linux, “por su facilidad para funcionar en entornos de poca potencia”. Además, resulta ser “el más versátil”, ya que su capacidad de conexión de redes “permite que un solo router Linux pueda comportarse como 255 de los comerciales”.

En un entorno casero, esto nos permitiría, por ejemplo, combinar dos proveedores de internet.

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[LE}– ‘La primera vez’, no ‘la primer vez’

19/04/2016

Primer y tercer, formas apocopadas de los numerales ordinales primero y tercero, se emplean preferentemente sólo ante sustantivos masculinos.

En la prensa, sin embargo, es frecuente encontrar ejemplos como:

  • «Fue ayer cuando se produjo la primer reacción de uno de los gremios más afectados por la llegada de este nuevo servicio»,
  • «No es la primer vez que el portero muestra su apoyo al conjunto inglés» o
  • «Es la primer vez que el presidente en funciones acude a un Pleno de la cámara para dar explicaciones sobre su gestión política».

Según indica la Gramática Académica, los numerales ordinales primero y tercero sólo adoptan sus variantes apocopadas ante sustantivos masculinos, mientras que se recomienda mantener la forma plena ante los femeninos. Se habla así de el primer piso o el tercer balcón, pero no de la primer planta o la tercer terraza.

Por este motivo, en los ejemplos anteriores lo más adecuado CORRECTO habría sido escribir la primera reacción y la primera o tercera vez: 

  • «Fue ayer cuando se produjo la primera reacción de uno de los gremios más afectados por la llegada de este nuevo servicio»,
  • «No es la primera vez que el portero muestra su apoyo al conjunto inglés» y
  • «Es la primera vez que el presidente en funciones acude a un Pleno de la cámara para dar explicaciones sobre su gestión política».

Se recuerda además que primer y tercer también se usan si hay otras palabras entre el ordinal y el nombre («mi primer gran amor»), aunque es opcional si tras ellos hay otro adjetivo similar unido con y («el primer y último día» o bien «el primero y último día»), tal como explica el Diccionario Panhispánico de Dudas.

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