Un gallego entra en un bar y pide una cerveza. El camarero pone frente a él el posavasos, el vaso y la cerveza.
Al rato, el gallego vuelve a pedir otra cerveza, y el camarero se la sirve de igual manera, con otro posavasos.
Momentos después, el gallego pide la tercera cerveza, pero advierte:
—Camarero, otra cerveza. Pero, por favor, esta vez sin galleta, que están un poco rancias.
