[*Opino}– Dinamarca atenta contra la creatividad y la excelencia

12-01-2016

Carlos M. Padrón

Lo que cuenta el artículo que copio abajo ha hecho que mi valoración de Dinamarca, país que he visitado varias veces, haya caído varios puntos, pues eso de que trabajar horas extras es señal de que se es incapaz de realizar el trabajo a tiempo es, no sólo un argumento burocrático y de corte sindicaloide, sino —y esto es grave— contrario a la creatividad y a la búsqueda de la excelencia.

Este argumento presupone que lo que un empleado deba hacer está perfecta y totalmente detallado en su lista de responsabilidades u objetivos, pero, ¿cuántas de tales listas son perfectas y no susceptibles de mejora?

Yo, que por muchos años fui gerente en dos corporaciones multinacionales que, sobre todo una (IBM), se jactaba de saber fijar a sus empleados no sólo lo que se llamaba “job description” (descripción de las responsabilidades del cargo), sino también objetivos claros —yo tuve que hacerlo con quienes estaban bajo mi dirección—, y jamás vi que esos objetivos estuvieran completos o no fuera posible mejorarlos.

Por ejemplo, aún recuerdo que una vez surgió en IBM la necesidad de instalar durante el año entonces en curso 70.000 puntos —medida usada en estos casos— representados por cientos de terminales bancarias 3600 que reposaban “canibalizadas” —o sea, que habían sufrido la sustracción de piezas— en el almacén de la compañía.

Esta tarea no estaba, no al menos como tal, incluida ni en mi job description ni en mis objetivos para ese año. Por tanto, para poder intentar cumplirla —lo cual conseguí— tuve que dedicarle horas extras, y muchas durante muchos meses.

Según el criterio danés, IBM debió haberme despedido por eso, pero no: me premió porque yo había excedido lo que de mí se esperaba.

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11/01/2016

Un estudiante es expulsado de Dinamarca por trabajar 90 minutos de más

Dinamarca ha dado una muestra más de que, en muchos países del norte de Europa, trabajar horas de más no es percibido como algo positivo. Todo lo contrario. Realizar «horas extra» sin previo aviso es una señal de que el empleado es incapaz de realizar su trabajo a tiempo e, incluso, puede ser motivo de despido.

El caso de Marius Youbi, un estudiante de ingeniería camerunés de 30 años que ha perdido su puesto de trabajo y ha sido expulsado del país danés por trabajar noventa minutos de más, representa hasta qué límite puede llegar la rectitud escandinava.

Según publica «The Guardian», Youbi contaba con un empleo temporal de limpiador en el que invertía 15 horas semanales. Estudiaba en la Universidad de Aarhus, había abonado los 4.600 euros que costaba su matrícula y, según afirman en el centro de estudios al medio británico, «era de los mejores de su clase».

La estancia del estudiante africano en Dinamarca se ha interrumpido de forma brusca después de que Youbi fuera despedido y su permiso de residencia cancelado… por trabajar una hora y media más.

Marius Youbi fue despedido al conocerse el hecho. Dado que la política de inmigración danesa es una de las más estrictas de Europa y se ha intensificado desde la llegada de refugiados, el estudiante africano fue deportado la semana pasada. Antes de abandonar el país, Youbi se presentó a tres exámenes planteados por su universidad, los cuales aprobó con nota.

Es por ello que la universidad ha puesto en marcha un proceso para intentar que Youbi vuelva a Dinamarca, y demostrar así que el país danés «tiene un corazón». El centro ha mostrado en varias declaraciones su «rechazo» a la deportación, y se han recogido unas 18.000 firmas para que el estudiante regrese al país escandinavo.

Mientras tanto, según publica «The Guardian» el afectado se ha limitado a lamentar su expulsión: «Es difícil decir adiós a tanto, había construido algo en Dinamarca».

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