¡Porque era soltero!
Imaginemos algunos comentarios de una supuesta esposa suya, si la hubiera tenido:
- Pero no seas ridículo, ¡seguro que justamente tú vas a descubrir esa ruta!
- Cristóbal, ¡si sigues diciendo que el mundo es redondo te van a tratar de loco!
- ¿¡Y por qué tienes que estar tanto tiempo fuera de casa!?
- ¿Quieres hacerme creer que van a ser todos hombres?
- ¿Y por qué no puedo ir yo?
- Tú inventas cualquier cosa para no estar en casa
- Por lo que pueda ocurrir, la llave queda debajo de la maceta
- ¿Quién es esa tal María que se hace la santa? ¿Y la niña? ¿Quién es esa niña?
- A mí no me engañas: ¡esto lo tenías planeado!
- No vuelvas borracho porque duermes afuera, ¿eh?
- ¿Vas ir con esa ropa? ¡Pareces la sota de copas!
- Cristóbal, ¡déjame dinero!
