13 de febrero de 2014
Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
Una devoción tradicional en El Valle de Caracas y en toda Venezuela.
Caracas es la ciudad más antigua en Venezuela donde se venera la imagen de La Candelaria; ya desde 1708 contó con una iglesia dedicada a ella, hoy Parroquia de La Candelaria.
La Candelaria es patrona de muchas ciudades de Venezuela, tales como Turmero, Valle de La Pascua, Cantaura; además de muchos pueblos como Las Salinas en el Estado Vargas; parroquias y caseríos; incluso dentro de una misma parroquia donde hay más de una iglesia, a veces La Candelaria es patrona de una de ellas.
Luego de la Independencia, desde el primer gobierno de Páez, creador de la República de Venezuela, se incentivó la inmigración especialmente de Canarios, la cual se prolongó hasta comienzo de la nefasta Guerra Federal. Luego de esto, durante el gobierno de Guzmán se reactivo la inmigración, llegando a superar a la inmigración de todos los demás países latinoamericanos, y desplazando a Cuba que hasta inicio del siglo XIX era una de las que más Canarios tenía.
Por tal motivo a Venezuela se le llamó «La octava isla», algo que es incorrecto porque el Archipiélago Canario está formado por trece islas: siete mayores (La Palma, La Gomera, El Hierro, Tenerife, Las Palmas, Lanzarote, y Fuerteventura), y los territorios insulares del Archipiélago Chinijo: La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste e Isla de Lobos, todos ellos pertenecientes a la provincia de Las Palmas. La Graciosa es la única de las Chinijo que está habitada.
La Graciosa
Esta mal llamada Octava Isla se encuentra al norte de Lanzarote, y administrativamente pertenece al municipio de Teguise, en Lanzarote. Tiene una superficie de 27 km cuadrados, y dos montañas: Montaña Mojón y Las Agujas, esta última de una altitud de 266 sobre el nivel del mar. Tiene dos pueblos —Caleta del Sebo, que es la capital, y Pueblo Barba—, y sus habitantes se hacen llamar «Hijos de la isla», y no «graciosos», como algunos se atreven a comentar.
Oración de la Candelaria
En cuanto a la oración original de La Candelaria, fue traída por los descendientes de los guanches, nombre genérico que se da a los aborígenes de las Canarias. No se sabe con precisión la fecha, pero sí que se difundió en Caracas y en toda Venezuela en el siglo XIX. Existen diferentes variantes de la misma oración, tanto en Las Islas Canarias como en Latinoamérica.
Recuérdese que la Virgen se le apareció a un príncipe guanche antes que el archipiélago fuera descubierto por vez primera por los portugueses, y fue un esclavo guanche (los guanches fueron todos esclavizados por los españoles) que fue llevado a España quién se dio cuenta de que la imagen que originalmente había visto en el archipiélago era similar a las que pudo observar en España, y al regresar a las Canarias informó a los nativos sobre este hallazgo, por lo cual La Virgen de la Candelaria es auténticamente Canaria, sin influencia española.
La oración más aceptada y adecuada a la original se supone que es la siguiente:
¡Oh, Virgen de la Candelaria!
Ya supimos que pariste
y a todos nos recogiste.
Recógeme a mí, Señora,
que soy alma pecadora.Arca eres de los cielos,
puerta de La Trinidad,
donde se consagra el cáliz,
y la hostia en el altar.Pregunta cómo se llama.
Se llama el Niño Jesús,
que está clavado en la Cruz.Quién la sabe y la reza,
quién la oye y la aprende,
el día del Juicio Final
sabrá lo que esta oración contiene.Y quién esta oración rezare
todos los viernes del año,
sacará un ánima de pena
y la suya de pecados.Y, por grandes que sean sus pecados,
como arenas en el mar,
luego de su arrepentimiento,
todos serán perdonados,
delante de su Majestad.Amén, Jesús.
Originalmente, esta oración guanche se trasmitía por tradición oral de familia en familia en las Islas Canarias, y preferentemente se debía aprender oyéndola y sin escribirla; por lo menos, así era la costumbre en varios sectores del Archipiélago: «¡Quién la oye y la aprende…!». Y de esta manera se trasmitió a Hispanoamérica.
En Hispanoamérica, la devoción por la Candelaria data prácticamente desde la llegada de los españoles. Realmente se desconoce desde cuándo se reza esta oración en Las Canarias y en los diferentes países latinoamericanos, pues falta documentación precisa. Pero, luego de la emigración masiva de Canarios a América a mediados del siglo XIX, sobre todo a Venezuela, Cuba y Colombia, la oración se difundió por toda Hispanoamérica.
Los devotos la rezaban religiosamente todos los viernes del año, sin excepción, tal como lo hacían en Las Canarias, y así transmitieron la costumbre a sus descendientes.
También es costumbre que, ante un enfermo en agonía, se le prenda una vela a la Candelaria, preferiblemente una que haya sido bendita el dos de febrero; se dice que así el enfermo se mantiene iluminado espiritualmente y no le teme a la “obscuridad”.
De esta oración se han editado varias versiones en Roma, pero la auténtica oración guanche es la que hemos expuesto.
¿Por qué estaa Virgen es negra? y ¿por qué se reza los viernes?
Por mandato de la religión judía, todo primogénito varón debe ser presentado al Templo a los cuarenta días de nacido. Como la entrada al Templo se hace caminando entre candelabros colocados a ambos lados, se supone que el humo de ellos desprendido dio a la Virgen esa tez morena. De ahí la leyenda del por qué la Virgen de Candelaria es negra.
Recuérdese que si el nacimiento de Jesús Nuestro Señor fue un día 24 de diciembre, en el año del nacimiento, cuarenta días después —o sea, el dos de febrero del siguiente año— fue viernes, de ahí el por qué es el día viernes preferentemente cuando se reza esta oración.
Cortesía de Hiram Pérez
NotaCMP.- Durante los 22 años que viví en Canarias —cuatro en Tenerife, donde está la Basílica de La Candelaria—, aunque tuve frecuente contacto con los medios religiosos, jamás supe de esta oración, ni la he escuchado en Venezuela, ni siquiera en las festividades que en honor de esa Virgen se han hecho en clubes sociales de Canarios. No entiendo qué relación pueda tener con La Graciosa, ni tampoco la relación entre el color oscuro de la imagen de La Candelaria y la religión judía. Pero se dice que cada día se aprende algo.
