[*Opino}– España y su ‘cultura del almuerzo’

20-04-14

Carlos M. Padrón

Nótese que en el extracto que copio abajo se reproducen las declaraciones de alguien que trabaja en un restaurante ubicado en un importante edificio de oficinas de Madrid.

De esas declaraciones cabe deducir que los más de los comensales que acuden a ese restaurante trabajan en las oficinas del tal edificio o de otros cercanos y, por tanto, deberían cumplir con el horario laboral.

Pero, si hay que ‘echarles de la mesa’, ¿no será que están alargando mucho el tiempo que la empresa en que trabajan les para almorzar y, por tanto, están reduciendo —o, cuando menos, alterando— su jornada laboral y su rendimiento en el trabajo?

Mi respuesta, basada en el tiempo que residí en Madrid, es que así es, y que esa alteración no sólo ocurre por causa del almuerzo sino que también por causa del desayuno, pues en vez de desayunar en sus casas, como seguramente hicieron los más de los latinoamericanos y asiáticos abajo mencionados, llegan al trabajo sin desayunar —y muchas veces después de la hora establecida—, a las 10:00 salen a desayunar, y en eso tal vez se tomen una hora.

Luego, entre las 14:00 y 15:00 salen a almorzar —aunque al almuerzo lo llaman ‘comida’, yo insisto en llamarlo ‘almuerzo’ porque ‘comida’ es todo: desayuno, almuerzo, merienda y cena—, y cuando regresan pronto lo hacen sobre las 16:00, cuando ya está próxima la hora de salir, hora que sí respetan mucho mejor que la de entrar.

Éste es uno de los varios motivos por lo que en otros países —y hasta en España, como lo ha hecho César Vidal— se critica la posición que con respeto al trabajo tienen los españoles; posición que se menciona en estos artículos:

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17 ABR 2014

Extracto del artículo «¿Nos conviene almorzar fuerte?»

Thiago Ferrer Morini

La hora de comer es uno de los momentos en los que las diferencias culturales son más notables.

En un restaurante al pie de un importante edificio de oficinas de Madrid, los camareros aprestan el local para recibir a los primeros clientes del día. Es la una de la tarde, y en muchos países del mundo el local estaría lleno a esta hora.

Detrás de la barra, José comenta las diferencias entre los comensales extranjeros y españoles.

«Los del norte de Europa y muchos latinoamericanos no hacen tertulia: llegan a primera hora, picotean, comen un segundo plato, se levantan y se van. Los asiáticos también terminan enseguida y ni siquiera piden postre. Y los españoles comen, toman postre, copa, café, puro, y hay que echarles de la mesa».

Mientras que en algunos países un bocadillo de queso y un jugo de naranja son un almuerzo más que razonable, en otros el comensal no se levanta de la mesa hasta terminar con dos platos, postre, y una copa de vino.

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