Está un tipo está en la barra de un bar, conversando con un amigo, y le dice:
—Las ventas andan muy mal. Si no vendo más autos este mes voy a perder hasta las nalgas.
Al darse cuenta de que cerca de ellos está sentada una hermosa rubia, y que escuchó lo que se había dicho, el tipo se disculpó así con ella:
—Señorita, ¡perdóneme la expresión!
Respondió la rubia:
—No se preocupe, pues yo estoy en un problema similar.
—¿Y cómo es eso?—, preguntó, extrañado, el tipo.
Y la dama dio la explicación:
—Que si este mes no vendo más mis nalgas, ¡voy a perder el auto!
Cortesía de Esteban Zajía
