23-03-13
A. de Miguel
José María Navia-Osorio ha descubierto que popurrí es la castellanización de pot-pourri, de la que se deriva nuestra olla podrida.
Tengo que decirte que es más bien al revés. En el castellano clásico existía la expresión olla poderida, es decir, con mucho poder calorífico, diríamos hoy. Se lo daban fundamentalmente el tocino y la manteca de cerdo.
Los franceses entendieron que era una olla podrida y así lo tradujeron. En efecto, en la época del Quijote es ya olla podrida, pero la gente entendía que no se trataba de que los ingredientes estaban podridos sino que tenían poder.
Lo contrario sería casi como decir que algunos insuperables quesos asturianos están podridos por el aspecto agusanado que presentan. Por lo mismo habría que rechazar la levadura natural.
Fuente: Libertad Digital
