13-08-13
Carlos M. Padrón
Por muchos años la Ciencia ha dicho que eso del túnel y la luz blanca eran alucinaciones de moribundos asustados, o casos excepcionales que por lo escasos no merecían atención. Pero ahora no sólo existen sino que son “lógicos”. ¿Y era lógica la posición antes asumida por la Ciencia?
Lo que esa “lógica” no explica es el por qué del túnel y no otra cosa, el por qué de haber visto a seres queridos ya difuntos y ahora en actitud de espera, etc. En fin, que el halo místico —para usar la palabra usada en el estudio— no ha sido explicado.
Además, a las ratas no se les puede preguntar en qué se tradujo para ellas esa alta actividad cerebral.
Me permito suponer que el próximo anuncio que la respecto haga la Ciencia dirá que lo de común en los humanos es porque el cerebro tiene un área donde guarda “los recuerdos más relevantes” que marcaron al moribundo durante su vida, y que, dada la importancia de esa área, es la última en morir.
Además de este caso aparece ahora el de la combustión humana espontánea, acerca del cual la Ciencia ha dicho es imposible que ocurra más allá de los relatos de ciencia ficción y de las leyendas urbanas. Pero ha ocurrido.
En fin, que en estos casos, como en muchos otros que hasta ahora trascienden el alcance de la Ciencia y ésta las trata como ficción, las explicaciones “científicas” son más enrevesadas, rebuscadas y difíciles de creer que la tal ficción.
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13/08/2013
Ana Mellado
La explicación lógica de ver la vida pasar en un instante al filo de la muerte
Los científicos encuentran una explicación lógica a la experiencia de vislumbrar una luz al final del túnel, o ver la vida pasar en un instante, tras sufrir un paro cardiaco.
Las experiencias cercanas a la muerte, tal y como las definen personas que han sufrido un paro cardiaco o han estado a punto de morir, engloban una serie de intensas sensaciones, como el vislumbrar una potente luz al final de un túnel o recordar, como si se tratara de una película, los hechos más relevantes que marcaron a alguien durante su vida.
Hasta ahora se desconocía el origen que motiva este tipo de fenómenos, pero una investigación desarrollada por la Universidad de Michigan acaba de revelar que estas experiencias tienen una base científica, ya que el cerebro sigue funcionando hasta 30 segundos después de que el flujo sanguíneo se detiene, según concluyen los estudios.
Los científicos de la Universidad de Michigan realizaron su investigación con nueve ratas de laboratorio que fueron anestesiadas y luego sometidas a un paro cardíaco, para examinar sus reacciones.
Durante los 30 primeros segundos después de que sus corazones se detuvieran, todas ellas mostraron un aumento de la actividad cerebral, que fue observada en un electroencefalogramas (EEDs) que mostró estados de alta excitación mental.
Este estudio, llevado a cabo en animales, es el primero que enfoca qué ocurre en el estado neurofisiológico del cerebro agonizante, según la autora autor principal del estudio JimoBorjigin, profesora asociada de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.
Aunque los científicos sospechaban que las experiencias cercanas a la muerte procedían de la actividad cerebral, en ningún caso esperaban encontrar unos niveles de actividad cerebral tan altos, incluso superiores a los del estado de consciencia.
«En la cercanía de la muerte muchas señales eléctricas conocidas de la consciencia excedieron los niveles encontrados en el estado de vigilia, lo cual indica que el cerebro es capaz de generar una actividad eléctrica bien organizada durante la etapa inicial de la muerte clínica»,
afirmó uno de los autores, George Mashour, profesor de anestesiología y neurocirugía en la Universidad de Michigan.
El cerebro se supone que es inactivo durante el paro cardíaco, pero el estado neurofisiológico del cerebro inmediatamente después de una parada no había sido investigado sistemáticamente hasta ahora.
«Este estudio nos dice que la reducción de oxígeno, o de oxígeno y glucosa, durante el paro cardiaco puede estimular la actividad cerebral que es característica del procesamiento consciente. También proporciona el primer marco científico de experiencias cercanas a la muerte reportadas por muchos sobrevivientes de un paro cardiaco»,
concluye Borjigin.
Aproximadamente el 20% de los supervivientes de un paro cardiaco dan cuenta de haber tenido durante la muerte clínica una experiencia cercana a la muerte, según las cifras que maneja la universidad estadounidense.
Hasta ahora parte de este relato había sido interpretado desde un punto de vista místico, religioso o paranormal pasando a engrosar más bien la leyenda y los guiones de cine que la realidad. Sin embargo ahora ya se puede afirmar con rotundidad que esas visiones y percepciones resultan perfectamente lógicas atendiendo a que la actividad continúa en el cerebro después de un paro cardiaco.
Fuente: ABC
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12/08/2013
El extraño fenómeno del bebé que se prende fuego
Los médicos están sorprendidos. No saben muy bien cuál es el verdadero motivo que ha hecho que el pequeño Rahul ha comenzado a arder cuatro veces desde nació, hace dos años y medio. En este tiempo, sus padres han tenido que llevarle al hospital en cuatro ocasiones al ver cómo el menor estaba rodeado de llamas sin conocer el origen del fuego.
Los médicos del Hospital Kilpauk de la ciudad de Madrás están investigando el caso y sospechan que se puede tratar de un fenómeno de combustión espontánea humana.
Uno de los pediatras que le atienden piensa que el pequeño puede estar emitiendo, a través de sus poros, un gas que entra en combustión al contacto con la atmósfera, según recoge el Times de India.
Esta extraña enfermedad es muy debatida dentro de la comunidad científica. Para la mayoría de médicos, un caso así es imposible que ocurra más allá de los relatos de ciencia ficción y de las leyendas urbanas, y así lo piensa otro de los investigadores que participan en el estudio:
«Un bebé que sale ardiendo de forma espontánea no es posible», y desmonta la teoría de sus colegas con un ejemplo muy visual: «Los alcohólicos segregan un pequeño porcentaje de alcohol en su sudor y aún así no generan fuego».
A la vista de las diferentes teorías, se impone una versión más terrenal y más triste, el posible maltrato. Así lo cree el jefe de pediatría del hospital, el doctor Babu:
«Estamos explorando todas las posibilidades, incluyendo un caso de maltrato».
En los próximos días presentarán los resultados de las distintas pruebas que le están haciendo. Estas pruebas incluyen desde análisis de las muestras de sudor, orina y sangren hasta analizar sus órganos para ver si ha habido maltrato, aunque en una primera exploración se ha determinado que su funcionamiento es correcto.
«Los órganos del bebé están funcionando normalmente y es estable»,
explica el doctor.
El pequeño Rahul continúa ingresado, aunque sus quemaduras ya han sanado y sólo le queda el recuerdo en forma de cicatrices en cabeza, torso y extremidades. Sorprendentemente no hay quemaduras en su espalda.
«Esto podría deberse a que estaba de espaldas y su parte posterior no estaba en contacto con el aire»,
ha explicado uno de los doctores que investiga este extraño fenómeno de combustión espontánea humana.
«Combustión espontánea humana», un fenómeno discutido
La mayoría de los médicos y científicos creen que este fenómeno es falso, que se debe más a mitos y leyendas urbanas que a la realidad. Es por esto que la mayoría de estos casos han sido estudiados más por seguidores de los fenómenos paranormales que por la comunidad científica.
El caso de este niño indio podría suponer una luz para esta curiosa enfermedad, pues en los últimos 300 años apenas se han registrado 200 casos de combustión espontánea humana, algo que ha complicado un correcto estudio del fenómeno.
El caso más conocido quizá sea el de la Condesa de Cesena, citado por Charles Dickens en uno de sus relatos, y en el que la condesa fue hallada reducida a cenizas mientras en su habitación, que estaba intacta.
Fuente: ABC

Excelentes artículos. Lo importante que sí se confirma lo del túnel de luz, resultaría que es un fenómeno totalmente dentro de los parámetros físicos y que en absoluto demostraría que hay vida luego de la muerte.
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