Carlos M. Padrón
Creo que lo que denuncia este artículo, que copio más abajo, tiene mucho que ver con lo que ya dije acerca del funcionariato y de la aversión al trabajo.
Me llama mucho la atención, sin embargo, que de los españoles que he conocido en Venezuela, un porcentaje mucho más alto que el 5.1% son emprendedores, o sea, tienen negocio propio. ¿Será porque, en su mayoría, salieron de España durante la dictadura de franquista?
El origen de la tendencia actual apunta al bendito «estado de bienestar» o a la «cultura del maná«.
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28/10/2011
Almudena Martínez-Fornés
Los españoles no han sido educados para emprender
Además, si un emprendedor fracasa en un primer intento, se le estigmatiza, y si a pesar de todo persiste y tiene éxito, no se le valora más que a un funcionario, pues los que de verdad están reconocidos en nuestro país son los profesionales independientes, los científicos y los artistas.
Esto es lo que se desprende del Libro Blanco de la Iniciativa Emprendedora en España, un trabajo que la Fundación Príncipe de Girona encargó en mayo de 2010 a expertos de Esade y que sus autores entregaron ayer en persona a los Príncipes de Asturias.
Con este panorama, no es de extrañar que sólo el 5,1% de los españoles sean emprendedores, en comparación con el 8,5% de los noruegos o el 8% de los estadounidenses. Además, la crisis está haciendo que la cifra disminuya.
El libro, que recoge una encuesta en la que han participado más de 7.000 jóvenes españoles, hace una radiografía del emprendimiento en nuestro país, cuyos resultados dejan bastante que desear.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que los principales partidos políticos haciendo énfasis por la emprendeduría para ayudar a salir de la crisis.
Una juventud «acomodada»
Uno de los datos más inquietantes es que los jóvenes españoles no emprenden porque están «acomodados» y prefieren la estabilidad (77%) y los ingresos fijos (70%) del trabajo asalariado, antes que crear su propia empresa.
El otro dato inquietante del Libro Blanco indica que el 10,9% de los jóvenes españoles que tienen entre 15 y 19 años son «ni-ni», es decir, que ni estudian ni trabajan. Esta cifra sitúa a España a la cabeza de otros países europeos y de Estados Unidos, incluso por delante de Portugal, en porcentaje de jóvenes ociosos.
Además, la situación no se corrige a medida que van cumpliendo años, sino todo lo contrario, pues los «ni-ni» aumentan al 17,2% entre los jóvenes de 20 a 24 años, tramo de edad en el que sólo nos supera Italia, con el 22,6%.
Pero el Libro Blanco no se limita a describir la lamentable situación de la iniciativa emprendedora en España, sino que también aporta recomendaciones para ayudarla a despegar.
Entre otras, afirma que la iniciativa emprendedora puede aprenderse en la escuela y debería potenciarse para que los jóvenes desarrollen competencias, como la autonomía, la confianza en uno mismo y la toma de decisiones en entornos de riesgo.
También recomienda mejorar la financiación de los nuevos proyectos empresariales, especialmente en forma de capital riesgo en sus primeras etapas.
Fuente: ABC
