[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Ldo. Juan Camacho de Armas

Este ilustre hijo de las Canarias, que fue alcalde de Pinar del Río, es merecedor por más de un concepto a ocupar una de las páginas de nuestro libro.

Es natural de la muy noble ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Desde muy joven se dedicó al estudio, adquiriendo la práctica necesaria de la farmacia de nuestro inolvidable compañero, y muy querido y respetable amigo y correligionario político, Ldo. Jose Suárez Guerra, coronando sus esfuerzos al recibir el grado de licenciado, obteniendo antes honrosas notas en los exámenes de prueba de la Universidad de La Habana.

 

Por los años de 1877 llegó a Cuba, instalándose en Pinar del Río, donde pudo, a fuerza de trabajo y constancia, labrarse una buena posición social.

En sus deseos de adelanto y de ser útil a este país, fundó en Pinar del Río sociedades literarias, como la denominada «La Aurora». A la vez, nuestro querido biografiado fue capitán de voluntarios y vocal de varias corporaciones.

Concluimos estas líneas con lo siguiente que tomamos del semanario «Eco de Canarias» y que hacemos nuestro:

«Juan Camacho de Armas es digno de todo cuanto en su obsequio se diga. Hombre que ha sabido hacerse solo, con muy poca ayuda en los comienzos de su vida; hombre laborioso y expansivo en todas las manifestaciones del ser humano y del cariño a sus semejantes; hombre respetable, que por fuerza de su voluntad admirable se ha hecho respetar y querer; hombres así vienen bien a la historia Canaria, vienen bien a las páginas de este periódico en las cuales tienen siempre cabida generosa todos los hombres de valor.

Bien han hecho los laboriosos pobladores de Pinar del Río en elegir como su alcalde al noble hijo de Santa Cruz de Tenerife; pocas veces se hacen elecciones tan buenas. Pinar del Río está de enhorabuena. Allí, donde existen tan valiosos elementos Canarios, no cabía más que un alcalde como Juan Camacho, porque, aparte de su honradez intachable, reúne las condiciones del gran patriota desinteresado, y del generoso amigo del pueblo donde ha sabido labrarse su bienestar».

Con tan singular motivo, el periódico «El Pueblo» ha escrito los versos que reproducimos a continuación:

Tuvieron buena fortuna
las Islas Afortunadas
al contar entre sus hijos
a don Juan Camacho de Armas,
Canario que justifica
con su honradez y constancia
la fama bien merecida
de los hijos de Canarias,
que honran tanto a su tierra
como enaltecen a España.

Santa Cruz de Tenerife,
del Teide airoso en la falda,
vio nacer a Juan Camacho
y vio deslizar su infancia,
ya consagrada al trabajo
y al estudio consagrada,
en la farmacia de Suárez
—acreditada farmacia—
donde Camacho aprendiera
lo que, después, en las aulas,
que bien había estudiado
brillantemente probara.

Veinte años ha que, animado
de fundadas esperanzas,
buscando mayor espacio
a su aspiración honrada,
vino Camacho a esta tierra,
echando en Pinar el ancla,
donde todos le conocen
y le respetan y ensalzan,
como conocen su historia
de honradez inmaculada,
su vida tan laboriosa
y limpia de toda mancha
y su titánico esfuerzo,
su imponderable constancia
para lograr, paso a paso,
la posición desahogada que,
premiando sus afanes,
la suerte, al fin, le otorgara.
¡Bien sabe Pinar del Río
que don Juan Camacho de Armas
merece las distinciones
que allí le son prodigadas!

Los piñeros hanle visto
librando rudas batallas
con las armas del trabajo
y noble perseverancia,
atendiendo a sus estudios
de la segunda enseñanza;
fundando allí, sociedades
de no pequeña importancia;
iniciando con «La Aurora»
honrosa lid literaria;

atento a los intereses
que, aquí, representa España,
sirviendo de voluntario
con gran celo y más constancia,
defendiendo generoso
la integridad de la patria.

Hoy, de Pinar, es alcalde,
es licenciado en Farmacia,
capitán de voluntarios
y vocal de juntas varias,
dando en todas ocasiones
pruebas de su amor a España,
de su honradez y su celo }
y sus virtudes, tan altas
que la baba de la envidia
no ha conseguido mancharlas.

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