A MI TIERRA
Si en los tiempos quo triste ves pasar,
algún hijo te vende y te aniquila,
en cambio alguno tienes que vigila
por tu suelo bendito sin cesar.
Aquél busca tu apoyo en su anhelar;
pero tu nombre en el olvido oscila,
después que le has servido y que tranquila
confiabas no te fuera a traicionar.
Mas tú, cual buena madre, has de querer
a aquél que tiene afán por encumbrarte,
compadeciendo al vil que rebajarte
ha querido, faltando a su deber.
Aquél que de su madre es enemigo,
¡en el pecado encontrara el castigo!
