A LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL BE LA LAGUNA
Ciudad de La Laguna, mansión do los vergeles
y valle exuberante de ubérrimos follajes:
en éxtasis contemplo tus montes de laureles,
tus fértiles campiñas, tus límpidos paisajes.
Y así como el jilguero se inspira en tu belleza,
también mi humilde lira se siente transportada
del Arte a lo divino, de Dios a la grandeza,
y surgen estos versos de un alma enamorada.
Ciudad de La Laguna, romántica mansión
y valle que a los vates les das inspiración:
del arpa de tu suelo la lírica armonía,
unida de tus hijos al noble sentimiento,
es cántico sublime que eleva al firmamento
un himno de alabanzas, de amor y poesía.
