A DIOS
¡Salve, oh Dios Omnipotente, salve, salve! Tu grandeza
atestigua el Universo con sus obras admirables,
que del caos de la nada, con arcanos insondables,
esparciste en el espacio, al formar Naturaleza.
iSalve, oh sí, Dios mío, salve! Absoluta es tu belleza,
que destella el firmamento con sus galas perdurables.
Tus decretos son misterios para el hombre inescrutables.
Tú lo eterno, lo infinito: Tú la más perfecta alteza.
Todo el Orbe a Ti se humilla, y tus obras van cumpliendo,
de tus leyes infinitas, la admirable perfección;
y en los cármenes del Cielo, a tu ser están rindiendo,
los espíritus más puros, la más alta adoración.
Sólo el hombre, por su orgullo, a tu amor so muestra infiel:
¡¡es el único que imita la soberbia de Luzbel!!

¡QUÉ HERMOSA POESÍA! PARA TENERLA EN CUENTA SIEMPRE.
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