Mi tío-abuelo, Pedro Martín Hernández y Castillo, más conocido en El Paso como Don Pedro Castillo, y a quien he mencionado ya en este blog en los artículos
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entre otros, escribió un libro de poemas titulado «La Verdad – Notas Canarias o Espejo de la Vida«, que fue publicado en 1920.
Para mis padres, hermanos y hermanas, él era Tío Pedro, y como su casa estaba a 10 metros de la nuestra, yo, de niño, la visitaba a diario y por horas, y así fue tanto el tiempo —hasta 1949 en El Paso, y luego hasta 1961 en S/C de Tenerife— que conviví con Tío Pedro y con su mujer, Petronila González Guélmez, Tía Nila, que algunas personas han concluido que ellos fueron mis segundos padres.
El 19/07/1961, día en que a bordo del Bianca C salí de S/C de Tenerife rumbo a Venezuela, fui a despedirme de Tío Pedro y Tía Nila, y él me obsequió, dedicado de su puño y letra, el libro arriba mencionado.
Ese día fue la última vez que vi a Tío Pedro, pues murió en S/C de Tenerife el 11/06/1963, estando yo en Venezuela.
Como un tributo a su memoria, hoy, primera semana del 5° año de Padronel, comienzo a publicar el contenido de su libro de poemas.
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PRÓLOGO
DOS PALABRAS
Mi meritísimo amigo, don Pedro Martín Hernández y Castillo, me pide escriba unas líneas que a modo de prólogo, figuren al frente de su libro de poesías, titulado Notas Canarias o Espejo de la Vida.
No soy escritor y mucho menos crítico literario, y ya que no puedo adelantar al lector el valor que ha de encontrar en las poesías que al volver las hojas hallará, diré algo del autor, a quien profeso afecto y cariño.
El joven poeta ocupa hoy en ]a ciudad de El Paso, donde nació, posición envidiable, por su cultura y raras aptitudes. Modesto como nadie, sin medios de fortuna y de protección, don Pedro Martín Hernández y Castillo adquirió conocimientos generales que le han permitido dedicarse a la enseñanza, siendo su colegio el mejor centro docente de aquella localidad; músico verdaderamente notable, compositor y ejecutor a la vez; orador y escritor, ha ganado distinciones en certámenes en que, empujado por sus amigos, ha tornado parte.
Pedro M. Hernández y Castillo, ciudadano íntegro, jamás ha puesto sus méritos al servicio de ideas y aspiraciones bastardas. Sirvió a la Patria como soldado, y del cuartel se fue a la escuela, donde le presta aún mayores y más fecundos ser?vicios.
Éste es el autor; ahora, lector, juzga tu su obra poética.
Alonso Pérez Díaz
Santa Cruz de la Palma, diciembre de 1920.
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DEDICATORIA
A mis hijos que son de mi alma esencia,
auténticos destellos de mi ser,
les quiero en mis amores ofrecer
el fruto de mi pobre inteligencia:este libro que expresa mi pensar,
este libro quo encierra mi sentir,
los ritmos que armonizo en mi vivir,
mis notas arpegiadas al llorar;mis notas pasajeras de alegría,
mis fúnebres canturrias de dolor,
las gamas que preludio por amor
a la siempre divina Poesía.A mis hijos dedico estas verdades,
este espejo de mi alma entristecida;
también del mundo y do la falsa vida,
espejo do sus tristes realidades.
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AL LECTOR
Por el amor que siento a la Belleza,
a las Artes y Ciencias, lo sublime,
y a todo lo que al hombre le redime
y le lleva a un estado de grandeza;por el amor que siento hacia los seres
que me ofrecen ansiosos sus amores;
que comparten conmigo sus dolores,
tristezas, alegrías y placeres;por el amor que siento al patrio suelo,
e inspirado del mundo en lo real,
y en lo excelso y divino, lo inmortal,
allende del azul claro del cielo,este libro he querido publicar,
con las notas humildes de mi lira:
tristes ritmos de un alma que suspira,
la farsa de la vida al meditar.~~~
Por el amor, que es germen de la vida,
que es divina pasión, puro cariño,
que he sentido en mi pecho desde niño,
muchas veces por causa indefinida,por fin aqueste libro, tan sincero,
he publicado, obstáculos venciendo…
Por eso, y opiniones presintiendo,
al que lea mis versos decir quiero:«Si algún error, contrario a tu creencia,
en mi libro pudieras encontrar,
si del tuyo discrepa mi pensar,
yo confío, lector, en tu indulgencia».
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INTRODUCCIÓN
– I –
Notas canarias son
de mi patria las rítmicas folías;
arpegios de tristezas y alegrías,
divina inspiración.Y todo, cuando en calma,
el cerebro armoniza ideas remotas,
son otras tantas inspiradas notas
que ansiosa ofrece el alma.Por eso at escribir
en verso mi sentir,
de la vida en las horas solitarias,
en mi libro primero,
mis humildes cantares llamar quiero
también «Notas Canarias».– II –
Desde mi tierna edad, sin experiencia,
empecé a contemplar las falsedades
que tanto el mundo encierra en su opulencia,
triturando mi pecho esas verdades.Y al seguir, desde entonces, mi ideal,
han surgido en mi mente soñadora,
ya cadencias de amor a lo inmortal,
ya lúgubres arpegios de dolora;ya anónimas al hecho censurable,
inspirado del Arte en la belleza,
triturando lo vil y miserable
y ensalzando del Orbe la grandeza.~~~
Ecos de mi alma que remonta el vuelo
inspirada en las horas solitarias…
Si por sentirlos en mi patrio suelo,
cual folias, llamé, «Notas Canarias»,por reflejar del mundo realidades,
que mi alma advierte de dolor transida,
llamar también yo quiero esas verdades,
«Espejo de la Vida».
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ECOS DEL ALMA – 1ª Parte
DEDICATORIA
A vosotros, autores de mi ser,
y a ti, fiel compañera en mi querer,
de mis notas de amor, hechas con calma,
os quiero en este libro hoy ofrecer
las páginas que encierra «Ecos del alma».



