[*Opino}– El estigma del «estado de bienestar»

Carlos M. Padrón

Me choca, y no puedo evitarlo, el tropezarme con declaraciones como la implícita en este titular aparecido en El Mundo (España) del 21/10/2009:

Una de cada tres familias no pueden irse de vacaciones más de una semana.

¿Qué desastre, verdad? Pues en mis 20 años en Canarias (décadas de los ‘40 y ’50) si se iban de vacaciones el 10% de las familias era mucho, y, al menos en mi pueblo de El Paso, no recuerdo que nadie se quejara por eso, pues nos dábamos por satisfechos con tener para comida, ropa y calzado.

¿De dónde, entonces, sale ahora eso de que no poder irse de vacaciones es una desgracia? ¡Pues de la costumbre al “bendito” estado de bienestar, que ha sido tomado como un derecho adquirido y vitalicio!

Por eso la actual crisis ha pegado tanto en España, pues, como escuché decir a alguien cuando este verano estuve en mi pueblo, “Esto no es crisis ni nada que se le parezca, ¡crisis es lo que vivimos cuando nos criamos en la década de los 40!”. ¿Alguien que conoció la vida de esa década se atrevería a contradecir tal afirmación? Entonces se trabajaba de sol a sol y la palabra ‘vacaciones’ no estaba en nuestro diccionario.

Pero, ¿¡cómo se puede vivir así¡?, se preguntarán muchos. Pues se vivía, como siguen viviendo, y mucho peor, millones de seres humanos en este mundo que, para suerte de sus descendientes, no se han sido contaminados aún por el maldito facilismo.

[*Otros}– “Tierra Canaria”, o la búsqueda de la identidad isleña en Cuba / Manuel de Paz: Cartas de Canarias

“Tierra Canaria”, o la búsqueda de la identidad isleña en Cuba (1930-1931), es un trabajo de Manuel de Paz realizado con cargo al proyecto PI1999/085, subvencionado por la Dirección General de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias.

Publicado en Padronel por cortesía del Dr. Juan Antonio Pino Capote.

 

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Selección de textos de Tierra Canaria (La Habana, marzo de 1930 a julio de 1931)

Incluimos en este anexo una colección de textos representativos de la revista isleña de Cuba, donde pueden apreciarse elementos sustantivos de su línea editorial. La inmensa mayoría de estos trabajos son debidos a la pluma de su jefe de redacción, Tomas Capote Pérez, aunque se incluyen, como antes se dijo, algunas colaboraciones de Antonio Pino

Pérez, igualmente útiles para analizar la vertiente nacionalista de Tierra Canaria.

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 Cartas de Canarias

Tomás Capote

Ha Ilegado el correo del Archipiélago Afortunado, portador de interesantes cartas amigas. Con el advenimiento de la República viene también un remozamiento de inolvidable recuerdo, de viejas y sentimentales camaraderías. Hay, además, una fresca y emotiva explosión de ideales y un inusitado afán de exteriorizarlos hacia espíritus abiertos a toda comprensión.

 

El alma canaria, prisionera hasta ayer de absurdos y torpes convencionalismos, parece dilatarse en este supremo momento histórico. Legítimas ansias de libertad no reprimidas entonan en el ambiente del patrio solar cánticos de gloria a esta deidad que llega tocada la testa con el simbólico y fascinante gorro frigio. “¡Ya tenemos República!”, comienzan diciéndonos esas misivas, y aún creemos adivinar a través de ellas unas manos trémulas y palpitantes de emoción, trazando esos renglones bajo la impresión unánime de las masas vocingleras y turbulentas, agitando las banderas de la santa rebelión.

“¡¡Ya tenemos República!!”, repite sin cesar la voz del amigo lejano, que anhela tender sus brazos a este otro lado del océano, como si quisiera estrecharnos en un esfuerzo de regocijo fraterno.

De la patria de Tanausú, por ejemplo, me cuenta un cordial camarada: «La Palma ofreció el día 14 de abril los más interesantes caracteres. Jamás sintió conmoción tan intensa. La juventud se desbordó en entusiasmo y cuanto oliera a monarquía fue destruido y lanzado a la vía pública. Los óleos de «Don Alfonso» volaron por las ventanas de los edificios públicos, mientras la muchedumbre los esperaba en la calle para convertirlos en trizas». Y después añade: «Pronto seremos ciudadanos del Estado Federal Canario. Así se piensa y se confía en que pronto será un hecho».

¡Oh, admirable juventud canaria de la hora presente! Tú vienes con la nueva aurora. Tú sola eres capaz de dar a tus penas benditas los sagrados derechos que en justicia corresponden a todo pueblo civilizado, ansiosa de respirar el ambiente de los hombres libres.

Venga, pues, en buena hora el Estado Federal Canario, con la bandera, nuestra entrañable bandera azul de las siete estrellas blancas, tremolando orgullosa sobre los ingentes picachos de las cumbres isleñas.

Menguado sea, mil veces, quien llamándose canario no siente los estremecimientos de este empuje vital que arroja sobre el solar guanchinesco la simiente de su regeneración. Para los pobres de espíritu, para los reaccionarios de todos los tiempos, para los míseros esclavos de todo un pasado de vergüenza y de ignominia, es cierto que todavía no ha llegado la República, y desgraciadamente tardará mucho en arribar, pero para aquéllos que no tienen complicidad con el ayer maldito, para los que miran mas allá del horizonte doméstico, la patria se ha engrandecido, se ha hecho más humanamente habitable, se ha iluminado con los divinos resplandores de la justicia y de la libertad.

Dios quiera que así sea, ¡oh, jóvenes canarios, que tan ardientemente me saludáis en vuestras cartas fraternas, donde yo adivino el brioso empuje de vuestra generación!

¡Bendita sea la República, si ella nos trae nuestra anhelada, nuestra justa y perenne liberación!

La Habana, Junio de 1931

[*Otros}– “Tierra Canaria”, o la búsqueda de la identidad isleña en Cuba / Manuel de Paz: La República

“Tierra Canaria”, o la búsqueda de la identidad isleña en Cuba (1930-1931), es un trabajo de Manuel de Paz realizado con cargo al proyecto PI1999/085, subvencionado por la Dirección General de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias.

Publicado en Padronel por cortesía del Dr. Juan Antonio Pino Capote.

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Selección de textos de Tierra Canaria (La Habana, marzo de 1930 a julio de 1931)

Incluimos en este anexo una colección de textos representativos de la revista isleña de Cuba, donde pueden apreciarse elementos sustantivos de su línea editorial. La inmensa mayoría de estos trabajos son debidos a la pluma de su jefe de redacción, Tomas Capote Pérez, aunque se incluyen, como antes se dijo, algunas colaboraciones de Antonio Pino Pérez,

igualmente útiles para analizar la vertiente nacionalista de Tierra Canaria.

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La República

 

Tomás Capote

Al fin ha caído la odiosa dinastía borbónica. Ya se ha marchado esa triste figura de la historia de España que se llamaba Alfonso XIII. Dios quiera que no retorne y que se quede, allá, lejos de las fronteras y más lejos aún de la memoria de sus compatriotas.

 

Ha surgido la revolución, como deben ser todas las revoluciones: con el resurgimiento de ideas, pero sin derrame de sangre. Ha demolido to inútil y lo caduco, todas las castas, todas las farsas, inyectando en los espíritus fresca y renovante savia.

Las testas coronadas, oprobio de esta era de las democracias, no tienen ya razón de ser. El «derecho divino» de los reyes se ha sustituido por la plena soberanía del pueblo. Desde abajo, los explotados de siempre, a quienes una sociedad morbosa ha mantenido alejados por estúpidos privilegios, en esta hora suprema agitan triunfantes la bandera de todas las rebeldías, destruyendo los corbatines estranguladores de los tiranos.

Tal es el advenimiento del nuevo pueblo español, único quizás en la historia de Europa. Nosotros, que siempre hemos odiado a la vieja España de los reyes, de los aristócratas y de los clérigos, queremos levantar virilmente nuestra voz para saludar emocionados a la república que llega.

Esta justa emoción la comparte también nuestro Archipiélago Afortunado, cuyas aspiraciones de siempre van a tener ahora amplio campo donde desarrollarse, porque no tendrá caciques ni guardias civiles que se lo impidan, ni tampoco leyes absurdas que se opongan a su libre determinación.

Las Islas Canarias entran ahora en una nueva vida. Pueden expresar sus pensamientos y dirigir sus ideales, desde la autonomía hasta la republica federal. Empecemos por formar el alma canaria, expurgándola de nefastos atavismos. Todo canario que sustente esta ideología, que predique de pueblo en pueblo y de isla en isla, para atraer adictos a nuestra causa.

Unámonos, los isleños de Cuba, para laborar por el bienestar de nuestras peñas, a fin de que sean dignas en verdad de llamarse Afortunadas.

Miremos en el espejo de Cataluña. Su fe en el triunfo, su abnegación heroica, la van a hacer Libre ya. Más tarde vendrán las Vascongadas y otras regiones hispanas. Las Islas Canarias no deben quedarse atrás en estos momentos propicios.

Floten sobre nuestras rocas la bandera tricolor de la República y la bandera azul de las siete estrellas blancas.

La Habana, Mayo de 1931