[*Otros}– El palio de El Salvador (Santa Cruz de La Palma)

05-05-09

José Guillermo Rodríguez Escudero

El magnífico palio de la Parroquia Matriz de El Salvador, el mejor de su género en Canarias, fue fabricado en la ciudad francesa de Lyon por la “soirie” o sedería de Puitier y Compañía, entre 1830 y 1831.

Está bordado con hilos de oro, plata, sedas y abundante chapería (huevecillos, lentejuelas) y está compuesto por cielo de raso azul con el Espíritu Santo bordado en plata y envuelto en rayos de oro; y cuatro cuelgas de tisú con arabescas, palmas de adormideras, flores, espigas de trigo y racimos de uvas.

 

El frontal mide 212 x 61 cms. y el lateral 257 x 61 cms. Ocupan en el centro de cada una de ellas cuatro alegorías eucarísticas: la Mesa de la Propiciación, el Agnus Dei, el Pelícano alimentando a sus crías y el Arca de la Alianza.

A diferencia de los palios españoles, confeccionados con el “género suelto”, este palio está realizado a la “manera francesa”, es decir, con armazón interior formado por cuatro largueros de madera ligera en la parte superior que lo mantienen rígido y extendido.

Hemos podido contemplarlo en todo su esplendor, tanto en la exposición lustral “Magna Palmensis” con motivo de la Bajada de la Virgen en 2000, como en la procesión de Corpus Christi de ediciones como en la de 2003, etc.

El envío de este fabuloso palio a nuestra histórica ciudad ha tenido un halo de misterio y polémica. Desde siempre hemos escuchado que su destino había sido la Catedral de Palma de Mallorca, y que su llegada a Santa Cruz de La Palma se debió a la confusión con el nombre del destino. Este popular comentario fue desmentido por el comandante de infantería Francisco S. Galtier en un documentado artículo titulado «Desvaneciendo una leyenda», publicado en la revista Hespérides en noviembre de 1926.

En el Archivo Parroquial de El Salvador existe una carta fechada el 8 de julio de 1830 enviada desde Montpellier a Fernando Llanera, amigo personal del sacerdote liberal palmero Manuel Díaz, relativa al palio. Allí se cuenta cómo los Beneficiados de ese templo matriz fueron quienes propusieron el diseño de los bordados, uno de ellos valorado en 3.600 francos (“bien que se harían con una alhaja digna de una catedral”), y que la paloma del Espíritu Santo que adorna el centro del cielo del palio es de plata bordada con radios de lentejuelas de oro, costando de 180 a 200 francos.

También en la misiva se reitera la necesidad de acudir a dichos talleres para cerciorarse personalmente del acabado de esta obra de arte, por si se hubiera cometido algún error —como, por ejemplo, una calidad inferior a la solicitada, etc., como había ocurrido en otras ocasiones— y, en consecuencia, “se mandase gato por liebre”.

En el magnífico trabajo publicado en Arte en Canarias. (siglos XV-XIX). Una mirada retrospectiva, siguiendo la bibliografía de G. Rodríguez y de Jesús Pérez Morera, también se menciona que, “según factura expedida el 1 de octubre de 1831, el palio, costeado por la Manda Pía de Don Cristóbal Pérez Volcán, importó la elevada suma de 15.637,92 francos; 3.400 el bordado de las cuelgas con oro triple y plata; 200 el del cielo; y 10.880 las 68 anas de tisú de plata y oro fino que se emplearon en su fabricación”.

Otro dato que echa por tierra la malintencionada leyenda es que en aquella fecha, octubre de 1831, el palio fue embarcado en Marsella en el buque francés Dichosa Victorino con dirección a la capital palmera “en tres cajas marcadas, y una cajita”.

La procesión del Corpus contaba y, dependiendo de qué ediciones, cuenta con la presencia de este maravilloso legado de arte y fe, junto con la única, hermosa y valiosa custodia cuajada de piedras preciosas, conocida por “la mejor de Canarias”, también del suntuoso templo matriz de El Salvador. Fue elaborada por el maestro platero caraqueño Francisco de Landaeta, alias “el Morocho” (1721-1802).

 

Ésta merece un capítulo aparte, junto a otros elementos importantes de ese día: el Tabernáculo del Altar mayor (que incluye la ingeniosa y teatral máquina ideada por el Cura Díaz, mediante la cual se acciona el expositor, descubriendo aquella custodia con Jesús Sacramento en la mejor tradición de la escenografía barroca y calderoniana); el magnífico Guión del Santísimo, de plata, oro y sedas (que necesita una urgente restauración); las capas pluviales, ternos y demás lujosos ornamentos sacros empleados para este día, etc. En el tesoro de esta iglesia, también son dignos de mención los seis varales de plata repujada del palio.

En los últimos años, para la procesión del Corpus se venía utilizando el enorme y pesado trono de plata cuadrangular con la preciosa custodia procesional piramidal de cuatro plantas, confeccionado también de plata repujada por el prestigioso orfebre palmero Pedro Leonardo de Santa Cruz. Ésta se sitúa en el centro y es rodeada por cuatro magníficos candelabros de brazos retorcidos del mismo material coronados por fanales delicadamente tallados.

Hubo años en que se usaron ambas piezas, trono y palio, sobre todo hace décadas; en otros, sólo una de ellas. Esto, sin embargo, no desluce una de las procesiones que, tradicionalmente, se encuentran entre las más majestuosas y multitudinarias de esta orgullosa ciudad.

[*MiIT}– Cómo obtener parches de seguridad para Windows y otros programas

Carlos M. Padrón

Comoquiera que hace poco supe que Microsoft envía por Windows Update sólo los parches calificados como crítico pero no todos los de seguridad, me puse a investigar y encontré páginas de algunas compañías que ofrecen escanear la PC y sugerir e indicar qué parches de seguridad le faltan, no sólo en el sistema operativo sino en los programas instalados.

Por supuesto, entre éstas páginas no podía faltar la de Uniblue, la omnipresente firma, creo que australiana, que se ofrece como una panacea, pues no importa de qué problema se busque en Internet una solución, ahí aparece algo de Uniblue, pero, eso sí, si uno corre, o instala y corre, ese “algo”, al final aparece una larga lista de supuestos errores encontrados, pero que el programa de Uniblue sólo los corregirá si uno lo compra. Y ya dije antes, en algún otro post, que me niego a comprar programas que no se presten a prueba, completa y gratis, por al menos 15 días. No importa si ofrecen devolución de dinero si el comprador no está satisfecho, pues de gente conocida que ha tenido que pasar un calvario para conseguir que le devuelva su dinero, si es que lo consigue.

El caso objeto de este artículo no es una excepción, pues instalé y ejecuté el programa de Uniblue que, según dice, además de detectar las fallas de seguridad detecta también qué actualizaciones faltan en los programas, y dijo haber encontrado varios programas que necesitan las actualizaciones que al final aparecieron listadas, pero que para que uno pudiera bajarlas había que comprar el programas. Por supuesto, lo desinstalé de inmediato, pues ya tuve con Uniblue un muy desagradable experiencia y no quiero caer en otra.

Luego probé otros programas y me quedé con el de Secunia, una compañía danesa con buena reputación en el área de seguridad informática.

Secunia ofrece dos URLs. Ésta, efectúa un escaneo online que al final lista qué actualizaciones de Windows o de programas faltan en la PC, y en esa misma página Secunia recomienda que se instalé, igualmente gratis, su programa PSI, que hará mejor trabajo. Lo bajé de aquí, lo instalé, lo corrí y al final del escaneo de mi PC me presentó este resultado:

Secunia1

Según la sugerencia que en él aparece, corrí el programa otra vez y entonces me presentó esta otra pantalla:

Secunia2

Liego probé con el escaneo online que Secunia ofrece en esta otra URL, y que al final me señaló fallas de Adobe Flash Player y Java, pero la falla de Adobe había sido corregida en el paso anterior en el que Java no apareció.

Volví a correr la versión personal, el PSI, y dijo que todo estaba OK. Reinicié entonces la PC, probé de nuevo con el online y sólo reportó la falla de Java y, como cura, la misma versión que ya había yo instalado antes.

Deduzco que es buena práctica instalar y mantener activo el PSI, pero correr el online de vez en cuando.