Francisco José Domingo Casimiro de Mesa y Machado
Marqués de Casa Hermosa, y caballero profesor del hábito de Santiago, nació en la Ciudad de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) el cuatro de marzo de 1733.
Por espacio de 24 años sirvió con distinción en las milicias de su país con el carácter de coronel en el regimiento de Tacoronte.
En atención a sus relevantes méritos fue nombrado consultor del Consejo de Cámara de Indias, corregidor y teniente capitán general de la Provincia de Huaylas.
Allí formó cinco regimientos de infantería y uno de caballería, que instruyó convenientemente en el ejercicio y disciplina militares. Instruyó y organizó a los indios, promovió los trabajos de las minas abandonadas, y fomentó numerosísimos ingenios con brazos libres.
Concluido el quinquenio de su mando, por decreto de cinco de agosto de 1779 el Gobierno de Madrid le nombró por segunda vez corregidor.
En este nuevo período de mando volvió nuestro co-provinciano a acreditar su noble y desinteresada conducta por el fomento del país, renunciando los repartimientos de efectos permitidos a los corregidores; apaciguando, sin derramar una gota de sangre, los continuos alborotos suscitados con suma frecuencia entre los españoles y los indios, todo con grave riesgo de su persona; y arreglando a su propia costa lo arruinado del extenso distrito, sus calles, plazas, caminos y calzadas.
Fenecido el tiempo de este segundo mando, el Gobierno de Castilla le nombró corregidor, gobernador y justicia mayor de la Provincia de Puno en el Río de la Plata. Y no menos méritos contrajo el hijo de las Canarias como presidente, gobernador y capitán general del Cuzco, importantísimo cargo que habría de desempeñar posteriormente.
