Carlos M. Padrón
En un programa de la radio española titulado algo así como “Cincuenta ideas para un nuevo milenio” alguien dijo algo lapidario, o sea que debería esculpirse en una lápida a ser obligatoriamente instalada a la entrada de todos los museos: “El arte que necesite explicación no es arte”.
Pero claro, ¿dónde quedarían entonces Picasso y muchos otros que hicieron o hacen cuadros que uno no pondría en su casa aunque le pagaran por ello?
Y de las artes, es tal vez la pintura la que mejor encaja esa sabia sentencia, pues hay unos cuadros que simplemente o dan ganas de reír o ganas de romperlos para que no afeen el lugar donde están u ofendan el buen gusto de cualquier observador sensato. Pero claro, si algunos críticos dicen que son obras maestras, no faltarán quienes, con mentalidad de rebaño, digan ‘amén’ y formen legión de apoyo al autor del cuadro.
El vídeo que encontrarán en este link es una verdadera joya.
http://www.youtube.com/watch?v=Pj4MVtoNWZc
Tal vez no sea cierto que una persona pudo entrar en ARCO (feria del ARte COntemporáneo, la principal exposición artística que se celebra en España), montar un cuadro una vez adentro, y colgarlo en el área de exposición, y tal vez quienes expresan luego opinión acerca de él no sean reputados críticos, pero sí creo que es cierto que forman parte del público que compra pinturas porque creen que éstas valen el dinero que pagan por ellas.
¿Idiotas? ¿vanidosos? ¿jactanciosos? ¿engreídos? Ustedes opinen. Yo sigo creyendo que el arte que necesita explicación no es arte, y el cuadro protagonista de este vídeo —y muchos miles más de otros cuadros, esculturas, composiciones “musicales”, etc.— no valen, por más que lo expliquen, ni el soporte material usado para realizarlos.
