Científicos useños han conseguido que ratas y ratones lleguen a un estado llamado ‘torpor’, en el que los animales ralentizan su metabolismo y su frecuencia cardiaca, además de reducir su temperatura corporal. Tendría aplicaciones en el metabolismo humano para ralentizar enfermedades como el ictus, o viajes espaciales de larga duración, como de la Tierra a Marte