Si hoy nos gobernase Trajano, los corruptos serían obligados a devolver el dinero o a enfrentarse con los leones, no se subirían los impuestos, el euro sería devaluado y aumentarían los programas sociales. Eso sí, intervendríamos militarmente no sólo en Gibraltar, sino hasta en Siria, y tendríamos aún más fútbol.