La maldición de los submarinos españoles que lucharon en la Guerra Civil
Durante unas maniobras en junio de 1946, el destructor Lepanto abordó al C-4, estando en inmersión, con la consecuencia pérdida del submarino y su dotación, «sin ninguna posibilidad de salvamento, dada la situación del buque en inmersión y la importancia del choque»